Acordes del Corazón (libro 10. Тишина)

Cap. 25 Blair

 

A pesar de la opinión que Andrija les había gritado a sus hombres, éstos no eran ningunos estúpidos, de modo que el día anterior, cuando Davor Dubrowsky había sujetado a la niña y mientras corría hacia un taxi, había solicitado apoyo a la central.

Si bien su base de operaciones se encontraba en Sarajevo, dadas las circunstancias, Andrija se había visto obligado a habilitar una extensión en Londres, designando como jefe de la misma a Zêgar, quien ya llevaba algún tiempo allí a cargo de la vigilancia de Dèjan. Esto lo había decidido Andrija después de conversar con Ivar y a raíz del traslado de Dàmir a aquella ciudad y por el hecho de que, por lo anterior, Dèjan había comenzado a visitarla mucho. Hasta el momento en el que Andrija había tomado aquella decisión, Zêgar y el grupo de hombres que lo acompañaba, había estado instalado en un departamento desde donde monitoreaban los movimientos de Dèjan, pero a raíz del atentado en contra de Dàmir y una vez que Andrija se había recuperado, había adquirido una propiedad bastante extensa y había obtenido los permisos para habilitar un espacio que sirviese como helipuerto en previsión de que necesitasen de algún traslado rápido desde o hacia el aeropuerto, autorizando, además, el traslado de personal suficiente y equipos de alta tecnología.

Por lo anterior, fue que pudieron ponerse en movimiento incluso antes de que se llevasen arrestado a Jeff, y Davor, además, solicitó que enviasen un efectivo al St. Mary para que se hiciese cargo de la vigilancia de la niña. Esto último podía parecer exagerado, pero él prefirió hacerlo de aquel modo, porque si la dejaba sin vigilancia por cualquier periodo de tiempo por mínimo que fuese, su cabeza se convertiría en historia. De modo que, por lo anterior, apenas llegó el chico al que enviaron, él fue a hablar con Illinka como le había ordenado Jeff.

Illinka había demostrado una gran capacidad administrativa, y la llegada de un nuevo niño no representaba ningún inconveniente, pues era algo que sucedía con alguna frecuencia y cada vez que cualquiera de ellos se encontraba con una situación anómala, como fue el caso de la chica que había atendido Mihailo el día del ataque a Amanda, y cuyo destino, y el de su recién nacido hijo, habría sido un orfanato. La diferencia entre lo que había sido y lo que era el centro en la actualidad, consistía en que ahora tenían un muy eficiente equipo de abogados que se encargaba de forma inmediata, de la situación legal de las criaturas que ingresaban, y de ese modo los niños dejaban de ser seres anónimos que no interesaban a nadie, pero tampoco supondrían nunca una carga para el estamento gubernamental, porque una de las cosas en las que más hincapié había hecho Dèjan, era que ninguno iría a parar jamás a ningún orfanato, y su departamento legal se había encargado con rapidez y eficiencia, de obtener todos los permisos para que, aun siendo un centro privado de acogida, contase con toda la permisología y aval del estado, aunque el mencionado estado nada tuviese que ver con su funcionamiento.

Por todo lo antes expuesto, en cuanto la gemela fue informada del nuevo ingreso, ordenó la evaluación médica que ya se estaba efectuando y no como rutina, pues de acuerdo a lo que le informó Davor, la criatura había sido rescatada por Jeff cuando estaba siendo apaleada. Después de eso, quien se hizo cargo fue Ann, que estuvo presente cuando se le practicó el examen psicológico, y estuvo de acuerdo con la doctora del centro que entrevistó a la niña, cuando dijo que parecía especialmente hiperactiva, pues no se había estado quieta ni un momento, y lo imposible había sido obtener nada concreto en materia de información práctica, porque la niña saltaba de un tema a otro sin orden ni concierto. De modo que, les dijo que sería conveniente una evaluación neurológica también, porque aquel desorden en su discurso era muy anómalo.

Si Blair no se hubiese mostrado muy conversadora, no las habría sorprendido mucho, porque la mayoría llegaba con mucha aprensión, pero que conversara mucho no sirvió de nada por lo antes expuesto, así que esa primera entrevista arrojó poca luz sobre la procedencia, pero la suficiente como para que el equipo legal iniciase las investigaciones, mismas que ya el equipo de Andrija llevaba adelantadas.

Si bien Blair no estaba contenta, la dulzura de Ann, y como de costumbre, solía obrar milagros y la niña comenzó a contarle algunos aspectos de su miserable vida, pero, también, había preguntado en reiteradas oportunidades por Jeff, aunque no sabía su nombre la primera vez que había preguntado, pero comenzó a angustiarse, algo que no dijo pero que le resultó evidente a Ann.

  • Escucha, Jeff no puede venir en este momento porque tuvo que ir al hospital, pero lo hará en cuanto le sea posible
  • ¿Al hospital? ¿Por qué?
  • Porque en el pleito que tuvo, recibió algunos golpes que había que atender

El vigilante que había dejado Davor, pensó que aquella chica no estaba muy bien de la cabeza si le decía aquello a la niña, lo que no sabía él, era que Ann tenía toda la experiencia necesaria para saber que con aquellos seres era mal asunto utilizar mentiras y subterfugios en la creencia de que se les protegía de aquella manera, porque, aparte de que habían llevado vidas que los habían paseado por situaciones que posiblemente muchas personas no viviesen en todas sus vidas, y eran capaces de soportar casi cualquier cosa, mentirles solo los conducía a que los niños no les tuviesen confianza.

  • Pero va a estar bien ¿no? – preguntó la niña
  • Sí, linda. Hace un momento hablé con su papá y me dijo que ya lo habían atendido, pero que el médico había decidido que debía descansar, y para mañana podrá volver a casa




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