Acordes del Corazón (libro 10. Тишина)

Cap. 40 Desafortunado incidente

 

Un par de días después del cumpleaños, se presentaría otro serio inconveniente, esta vez de la mano de Nathan. Una mañana, Dàmir suspendió lo que estaba diciendo para contestar su móvil.

  • Bueno
  • Dàmir, siento molestarte, pero…
  • ¡Nathan!

Los chicos, todos a una, comenzaron a hacerle señas para que conectase el altavoz, pues Dàmir había contestado de forma distraída y no lo había hecho como era habitual cuando estaban juntos a menos que se tratase de Ivy, así que se apresuró a hacerlo.

  • en el instituto
  • Disculpa, no te escuché Nathan
  • Te decía que tuve un pequeño inconveniente en el instituto. Llamé a Jeff, pero no me contesta y…
  • ¿Qué sucedió? – preguntaron varias voces
  • Mmmm…bueno… - aquella vacilación causó la curiosidad de algunos, la preocupación de Dàmir, y la exasperación tanto de Ajle como de Ian
  • ¿Qué? ¡Con un demonio! – gritó Ajle
  • ¡Maldita sea, niño! – lo hizo al mismo tiempo Ian
  • Es que se armó un alboroto cuando llegué y, bueno…

Los chicos finalmente entendieron y, de hecho, pensaron que habían sido muy necios al no pensar en aquello, pues Nathan había salido a la luz pública unos días atrás, y ellos ya sabían lo que sucedía después de eso, pero mientras Edvin, Ian, Kerim y Ajle estaban riendo, Imran y Dàmir se sintieron mortificados, porque siendo que Nathan no era un Zazvic, y si bien igual le habían asignado una vigilancia por su cercanía con estos y más ahora, por su relación con Victoria que sí lo era, la mencionada seguridad seguramente había salido muy mal parada por no estar habituada a aquel tipo de amenaza, ya que Andrija se había negado a que James le asignase a ninguno de los chicos de seguridad de ZP, por consiguiente, Nathan podía estar lastimado.

  • ¿Pero tú estás bien? – preguntó Dàmir evidenciando su preocupación
  • Sí, solo tengo un par de golpes, pero…

Dàmir se perdería el resto de lo que estaba diciendo, porque ya estaba corriendo hacia la puerta, mientras que los demás, aunque habían tenido que hacerlo tras él para seguir escuchando, lo detuvieron y Kerim le quitó el móvil, pues quien no estaba escuchando era el mismo Dàmir.

  • Hombre cálmate, no está muriendo – le dijo Kerim
  • ¿Dàmir?
  • Olvídate de Dàmir y dinos qué es lo que necesitas exactamente – pidió Imran
  • Es que llamé a Jeff y no me contestó, porque necesito algo de ropa y ver cómo salir de aquí

La preocupación de Dàmir creció, porque si las ropas de Nathan habían quedado destrozadas a tal punto de que necesitase otras para poder salir, entonces en verdad las cosas habían estado muy difíciles y sin ninguna duda estaba seriamente lastimado, aunque él dijese otra cosa.

  • Nathan, quédate donde estés, suponiendo que sea seguro. Nosotros vamos a resolver esto – escucharon a Mix
  • De acuerdo. Y de veras lo lamento

Después de eso cortó la llamada sin darles tiempo a decir que no había nada qué lamentar. Dàmir le pidió a James que se encargase de que alguien en casa preparase algo de ropa y la enviase al instituto, y del mismo modo que se ocupase de preparar un equipo adecuado para las futuras salidas del chico, porque ya los demás la tenían.

Como James, al igual que sus compañeros, sí tenían la experiencia suficiente en aquellas lides, ni siquiera se molestó en hacer la llamada que Dàmir le había ordenado, pues en la Van siempre había algunas prendas en caso de presentarse la necesidad. Apenas llegaron, y mientras la camioneta quedó aparcada en el frente, Michael bajó y se fue derecho hacia una puerta trasera que seguramente habría generado las quejas de Ajle si hubiese tenido que pasar por ahí, porque era una puerta de servicio por donde el personal de limpieza sacaba la basura, así que, aunque el lugar estaba limpio, los botes de basura se encontraban alineados muy cerca de la mencionada puerta.

Una vez que había localizado a Nathan, quien había sido llevado a una de las oficinas, Michael se comunicó con James.

  • ¿Y bien? – preguntó éste y todos fijaron sus ojos en él
  • Necesitaré algo de ayuda, pero tienen que entrar por detrás, porque las puertas principales están cerradas y en verdad esto es un caos, y a menos que me autorices a ser poco delicado con…
  • No digas estupideces. Vamos en camino
  • ¿Qué? – preguntó Dàmir
  • Fue una pésima idea dejarlo venir, porque Michael dice que sigue siendo un caos
  • ¿Cómo es posible que nadie ponga orden? ¿Acaso no hay maestros o…?
  • Maestros es posible que haya, pero hay el doble de chicos, Ajle – lo interrumpió Mark

Ellos, es decir, Ian y Mark, no habrían tenido que ir, pero Mark al menos, fue inconsultamente arrastrado por Ian, a quien nadie había invitado, pero que decidió ir lo mismo.




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