Acordes del Corazón (libro 10. Тишина)

Cap. 48 La muerte es gratis

 

Charlie no había olvidado el asunto del padre de Amanda, y acosó a Vinnie hasta que éste finalmente le consiguió toda la información que le faltaba, misma que resultó muy indignante para Charlie.

  • Esto es…
  • Ya lo sé – lo interrumpió Vinnie – pero el sujeto que me dio la información, no solo es de fiar, porque como te dije, Marco se hizo con algunos contactos muy útiles en ciertas circunstancias, pero más allá de eso, te aseguro que de ningún modo se pondría en situación de disgustar a Marco con una información errada o incompleta

En otras circunstancias el último comentario habría causado la extrañeza de Charlie, porque, aunque ya no era el niño que sostenía que Marco era el ángel guardián de Nick, por algún motivo no se lo imaginaba como un individuo tan amenazante como para generar el temor de nadie. Sin embargo, la ira superó cualquier otra cosa, y la misma obedecía, a que el padre de Amanda no solo había asesinado a su esposa de una forma espantosa, ya que prácticamente la había descuartizado, sino que aparentemente, también quiso matar a su hija, solo que fue lo bastante idiota, teniendo en cuenta lo que pretendía, de no tomar las precauciones del caso, pues la madre de Amanda podía haber soportado una relación insana con aquel sujeto, pero a lo que no lo estuvo fue a permitir que lastimara a su hija, así que los vecinos al escuchar el escándalo, no solo llamaron a las autoridades, sino que intentaron derribar la puerta de la vivienda al escuchar a la mujer gritándole al salvaje aquel que dejase a su hija.

  • ¿Cómo pudieron dejarlo en libertad después de lo que hizo?
  • Bambino, sabemos que el dinero puede comprar muchas cosas, incluso la vida y la libertad de un monstruo como ese
  • Pero te aseguro que la muerte va a salirle gratis

Vinnie sintió que un frío muy desagradable recorría su espina dorsal al ver el cambio que se operó en Charlie que, de haber tenido una expresión de asco, ira, indignación y dolor al imaginar que el terror que debió sufrir Amanda fue tal, que su mente lo había bloqueado y era por ello que no podía recordar prácticamente nada de su infancia, pero de eso, su expresión pasó a una de helada determinación.

Aunque Vinnie tuvo la intención de decirle no sabía qué exactamente, debió recordar que sería la cosa más inútil del mundo y una miserable pérdida de tiempo. Ni siquiera pensó en decirle nada a ninguno de sus hermanos, pues nadie tendría ni la más mínima oportunidad de disuadirlo, y con relación a Nick y compañía, estaba mucho más lejos como ya había quedado demostrado con los infelices que atacaron a Amanda, de manera que, desde el momento en el que le había comunicado aquello, Vinnie casi no se despegaría de él, pues si de algo estaba seguro, era de que su hermano iba derecho a obsequiar al desgraciado aquel con lo que a su juicio, en justicia merecía.

En efecto, la ira de Charlie era tan enorme, que abandonó la oficina de Andrea, que era donde habían estado conversando debido a que éste no estaba, y se fue a buscar Jim, pero éste tampoco estaba en su oficina y uno de los chicos le dijo que estaba en la de Nick, de modo que se fue hacia allá con Vinnie corriendo tras él. Cuando entraron a la oficina, estaban allí Nick, Jim, Lisa, Jack y Adriano, y todos estaban riendo probablemente por algún disparate dicho por Jack. Sin embargo, en cuanto Nick y Jack los vieron, el primero se puso de pie y el segundo se había quedado a media frase.

  • ¿Charlie? – dijeron ambos
  • Fuera – le ordenó Charlie a Adriano

Aquello extrañó mucho a éste, pues de todos, y aunque ya había visto con sus propios ojos, que podía ser tan peligroso como Jack, era también el más simpático, así que no se lo hizo repetir y salió antes de que Jack le diese la misma orden. Tampoco fue necesario que nadie preguntase nada, porque Charlie les informo de manera detallada, de lo que su hermano acababa de informarle a él.

Vinnie conocía a Nick casi tan bien como a su hermano, y aunque no tanto a Jim y a Lisa, sabía que, en el caso de la chica, su apariencia desmentía el carácter que se gastaba, así que le extrañó poco verles la expresión, pero gimió internamente al escuchar a Jack.

  • ¡Dime que sabes dónde está el maldito desgraciado! – vociferó
  • No – contestó y miró a Jim – pero quiero saberlo lo antes posible

Jim, que a diferencia de los otros, parecía más capaz para disimular cualquier cosa que estuviese pensado o sintiendo, no había cambiado de expresión, y en cuanto escuchó a Charlie, se puso de pie y salió.

Todo lo anterior había sucedido un día antes de navidad, y aunque Jim se había metido de cabeza en su ordenador desentendiéndose de cualquier otra cosa, le había tomado más tiempo del habitual ubicar al sujeto, porque si bien no se estaba escondiendo, había cambiado su nombre y parecía extraordinariamente inquieto, pues no se quedaba mucho tiempo en el mismo lugar, lo que indicaba algún dudoso oficio.

Si bien todos estaban pendientes, habían continuado con sus actividades, porque sabían que en cuanto Jim tuviese la información se las haría saber en forma inmediata. El único momento en el que Nick le mencionó el asunto a Jim y a Jack, fue cuando viajó a Somerset para la boda de Johan.

  • Si se sabe algo del fulano, quiero saberlo de inmediato




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