Después que había pasado todo el asunto de Blair, y una vez que Jeff se había puesto al día con lo que tenía pendiente, había intentado hablar con Mindy, pero, aparte de lo mucho que le había costado, pues la chica siempre parecía estar muy ocupada, las dos únicas veces que la había visto, es decir, el día del ballet y el de la fiesta infantil en el St. Mary, habían podido hablar poco.
El día de navidad, Jeff había ido un rato al St, Mary, porque los niños que habían pertenecido a la pandilla de Blair ya habían sido trasladados allí, así que quería ver él mismo cómo iba todo, además de que Jesse le había encargado de asegurarse de convencer a Blair para que pasase la noche de navidad en casa.
Con lo primero no hubo problemas, pues Ann le dijo que los niños parecían estarse adaptando bien y al menos hasta ese momento, ninguno había expresado el deseo de marcharse como lo hiciera Blair el primer día.
Si había alguien que conociese bien a todos los chicos, era Ann, así que sabía que a Jeff le sucedía algo, pero como lo que también sabía era que, a pesar de que Jeff era uno de los más habladores, si no quería decir algo, no lo diría, aunque lo torturasen. De manera que siguió halándole de los pequeños nuevos habitantes y hasta que él pareció satisfecho.
Después de eso, se dirigió a buscar a Blair; Ann le había dicho que estaba con sus amigos en uno de los salones de juego.
Después del saludo, ella lo arrastró hacia el grupo, pero mientras ella decía los nombres de los chicos, Jeff, y aunque no lo estaba mirando, estaba siendo muy consciente de la mirada poco amistosa que le estaba dispensando el que estaba seguro era Adam, pues era el mayor del grupo y le calculó unos quince años, aunque en realidad tenía casi diecisiete, algo que sabría si hubiese prestado atención a lo que decía Ann con respecto a él.
Aquel breve intercambio le bastó a Jeff para entender dos cosas: la primera, que posiblemente Blair pensase de sí misma que parecía un chico, pero que aquel, estaba muy interesado en ella; y lo segundo que, si estaba acertado, tal vez lo que no le gustaba no era el estar allí, sino la posibilidad de perderla y por eso no quería quedarse ni que lo hiciera ella.
El grupo no era muy grande, pues aparte de Blair y Adam, eran seis más, así que después de bromear y conversar un rato con los más pequeños, Jeff dijo que tenía que marcharse, pero les prometió volver cuando ellos expresaron su decepción.
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Editado: 23.06.2024