Aquel último día del año sería en verdad caótico en diversos lugares, porque un poco antes de que se iniciase el ataque en la casa de los Zazvic, se había perpetrado otro en la de los Zazvic de Hungría, otro en las casas de las dos hijas de Ioan, y tanto en tres de las viviendas conocidas de Ivar, como en dos de sus yates, habían sido detonadas unas bombas que no dejarían nada en pie.
Aquella acción conjunta y bien planificada, si bien dejaría muchos muertos y heridos graves, no conseguiría lo que perseguía, o al menos no en todas sus partes, pues en principio, Andrija era muchas cosas y estúpido no era una ellas, así que tenía a Ivar y a Milinka muy bien escondidos en un lugar que solo Ivar y él mismo conocían; y por la otra, aunque los mismos Jacov parecían no saberlo, su ataque había servido de forma inmejorable, para que otro fuese perpetrado, solo que no perseguía exactamente lo mismo, aunque sin duda estaba relacionado.
La madrugada del primer día del nuevo año, se iniciaría con varias alarmas en estaciones de policía y de bomberos, mientras que, de las redacciones de diversos medios de comunicación, comenzaron a hacer perentorias llamadas a sus reporteros más avezados para cubrir el horror en desarrollo.
Lo que nadie sabía aun, ni siquiera los miembros de la familia, era el terror que se desataría una vez que se supiese el alcance de lo que acaba de ocurrir.
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Editado: 23.06.2024