Los chicos intentaron distraerse con un no previsto ensayo, pero sin Edvin era imposible, pues era como intentar caminar sin una pierna, de manera que Dàmir se refugió en sus hojas pentagramadas, ya que componer era la única cosa en el mundo que lo hacía olvidarse de todo. Imran decidió que lo mejor que podía hacer era imitar a Dàmir mientras que Kerim después de fastidiar un rato a Giuliana, dedicó su atención a JJ al igual que Ajle; y en el caso de Mix, decidió ir a ver a Ireland, aunque volvería temprano debido a que la chica no estaba de ánimo misericordioso y lo corrió poco después de llegar.
Después de cerciorarse que Edvin no presentaba ningún otro síntoma alarmante, Mihailo se marchó, aunque prometió volver en la noche. Y el centro de toda la alteración de aquel día, no sabía qué lo hacía sentir peor, si el malestar de estómago o la presencia de Lisandra, pero si bien lo primero comenzaba a pasar, lo segundo solo empeoraba, pues Lisandra no parecía tener ninguna intención de dejarlo solo. Aunque aquella no era la residencia oficial de ninguno de ellos, incluido su legítimo dueño, sus habitaciones conservaban el aspecto que caracterizaba a cada uno de sus ocasionales ocupantes, de modo que la de Edvin era un caos total y en consonancia con su modo de ser. De manera que después de asegurarse de la comodidad de Edvin, Lisandra había comenzado a ordenar haciendo que Edvin se exasperase, pues estaba seguro que no iba a encontrar nada, algo muy necio si se tenía en cuenta que nunca encontraba nada.
Edvin se frotó la frente mientras se preguntaba por qué demonios tenía que sentirse mal cuando la que estaba molestando era ella.
Edvin elevó las cejas con incredulidad, pero decidió que aquella chica definitivamente tenía que estar loca. Hizo a un lado las mantas que Lisandra le había colocado por encima e intentó ponerse de pie.
Lisandra pensó que iba a decirle una pesadez, pero vio con sorpresa que a Edvin se le dibuja una sonrisa traviesa en los labios y ella tuvo que sujetarse al respaldo de la silla cuando sus piernas comenzaron a temblar.
Lisandra palideció y enrojeció en rápida sucesión, su corazón parecía a punto de colapsar y su sistema respiratorio definitivamente lo hizo con solo imaginarse a Edvin desnudo y a sí misma ayudándolo a bañarse.
Y al menos eso era cierto, ya que había sido inevitable que se las ensuciase, de modo que se quitó la remera y poniéndose de pie comenzó a caminar hacia el baño, pero cuando ya iba a entrar se detuvo y miró a Lisandra con el solo fin de fastidiarla a ver si terminaba de largarse.
Sin embargo, estaba por cerrar la puerta cuando la sonrisa se le congeló en los labios al sentir que empujaba la puerta.
Por un momento Edvin se quedó en blanco, pues no esperaba aquello, y si no lo esperaba, era porque no conocía bien a aquella chica y en realidad no la conocía en lo absoluto. No era que Lisandra estuviese muy tranquila y la verdad era que su corazón no había dejado de latir a toda marcha, pero también era terca, de modo que haciendo a un lado el buen juicio, había corrido hacia el baño antes de que él se encerrase allí. El asunto era que ahora estaba quizá peor que antes, ya que Edvin una vez que salió del asombro, decidió que no dejaría que aquella muchachita lo fastidiase y había comenzado a bajar la cremallera de sus jeans.
Editado: 12.02.2022