Cap. 15 Doble trabajo

Si para Jesse y los demás, iba a ser difícil acotumbrarse al nuevo Jack, para él mismo iba a resultar mucho peor habituarse al giro que daría su vida, algo que podría comprobar al día siguiente de su presentación.

Jack estaba acostumbrado a trasnochar mucho debido a la naturaleza del que hasta hacía muy poco había su trabajo, pero como adicional al trasnocho, también había bebido, se quedó dormido y despertó sobresaltado.

• Nick me va a matar – dijo mientras corría hacia el baño

No obstante, cuando se vio al espejo y notó no solo el estado de su cabello, sino la camisa que llevaba y que la noche anterior no se había molestado en quitarse, recordó que sin duda Nick ya no lo esperaría nunca más para ir a practicar al polígono ni para la carrera posterior. Una de las cosas que le habían preguntado la pasada noche, era cuántas horas dedicaba a ejercitarse, esto en clarísima alusión a su inmejorable constitución física, pero esa sería la única pregunta que contestaría con poco ánimo, pues recordó que ahora tendría solitarias horas de gimnasio. Terminó de vestirse y salió. Se detuvo un momento a comprar las rosquillas que solía llevarle a Jesse, y ahí comenzaría su odisea, porque unas chicas que estaban comprando su desayuno, lo reconocieron enseguida.

• ¡Mira, Mary! – dijo una de ellas – ¡Es el chico de la valla!

La llamada Mary lo miró con duda, pues Jack iba con unos jeans desgastados, una remera negra, una bufanda, un gorro y una vieja chaqueta del mismo color, pero aun así, las niñas aquellas llegaron a la conclusión, acertada por cierto, que sin duda era él y armaron tanto escándalo que se atarjeron mucha atención, de manera que Jack se apresuró a pagar el importe de lo que llevaba y salió a toda prisa de aquel lugar. Sin embargo, y aunque era bastante temprano aun como para que hubiese mucha gente en el local, las chicas habían hecho el suficiente alboroto como para que las cosas se pusiesen feas e intentasen detenerlo. De algún modo logró zafarse y corrió hacia la calle, detuvo un taxi metiéndose a toda prisa en él e indicándole a dónde llevarlo. Al taxista, lógicamente, le pareció todo muy extraño, pues estaban a solo unas calles, pero como eso no era asunto suyo, se limitó a hacer su trabajo y ya.

• ¡Hombre! – exclamó Charlie al verlo – ¿Qué te pasó?

La pregunta obedecía a que las niñas en su entusiasmo, le habían desgarrado la remera, había perdido la bufanda, el gorro, y si la chaqueta se había salvado, era por ser de cuero y por tanto más resistente.

• Bueno hasta donde sé, ese asunto de ser famoso es más bien problemático  – escucharon que decía Jesse y todos se giraron
• Isabella…
• Según lo que me ha dicho Dàmir, no pueden salir sin una escolta adecuada, así que imagino que tendrás que hablar con Liana para que te consiga una – siguió ella mientras iba a servirse café

Los chicos prefirieron no hacer comentarios, pero Nick intentría ponerse en contacto con Giuliana, aunque sin resultados, porque en aquel momento ella estaba en una reunión en la disquera con Zora. Mucho más tarde le devolvería la llamada, y cuando su hermano le contó lo sucedido, maldijo por lo bajo y le dijo que iba para allá, pero enseguida el móvil de Jack comenzó a sonar.

• Dime
• ¿Eres estúpido o qué? ¿Acaso olvidaste lo que sucedió anoche?
• No, pero no me dijiste que ahora no podría salir de mi casa sin que…
• Cierra la boca, necio – lo interrumpió ella – Te advertí que esto iba a suceder
• No, no lo hiciste, lo que me dijiste era que iba a tener éxito, pero…
• Es lo mismo, Jarko – dijo interrumpiéndolo de nuevo – Hazme el favor de quedarte donde estás hasta que yo arregle esto
• ¿Problemas? – le preguntó Charlie en tono burlón
• ¿Sabías que tienes una hermana muy desagradable? – preguntó Jack a su vez a Nick
• Oye
• No me refiero a ti, Isabella – se apresuró a decir él
• Entonces sin duda hablas de la dulce Liana – dijo Charlie
• Claro, pretende mantenerme preso
• Pues espero que no sea aquí – dijo Jesse levantándose y caminando hacia su habitación

Jack tenía un inmenso deseo de golpear a Charlie, pero como eso era más bien poco probable, se contentaría con pasar el día insultándolo.

Noviembre había sido un mes terrible para Giuliana, porque entre los compromisos de Zora y la cantidad de peticiones que estaban llegando para Jack, en realidad estaba volviéndose loca.

• Vamos Giu, tú eres una chica inteligente y sabes que no puedes hacerlo todo tú sola, así que haz uso de los recursos que tienes a mano – le dijo Josh
• ¿Recursos?
• ¿Tienes un equipo de trabajo, no? Pues que trabajen. Aprende a delegar o vas derecha al fracaso

Afortundamente en verdad Giuliana era inteligente y sabía escuchar, de modo que puso en ejecución el consejo de Josh y las cosas mejoraron, algo muy afortunado, porque se acercaba la entrega de los DM y todo el asunto de la visita de la ganadora del concurso, pero si bien su equipo se estaba portando de forma inmejorable, igual ella tenía que asistir a las entrevistas que Jack debía sostener. Aunque en la agencia habían depurado la lista de compromisos, igual eran muchos, y antes de que finalizase el mes, ya Jack tenía agendadas prácticamente todas las fechas importantes del año. Con las cosas así, Giuliana consideró que el chico tendría que aprender a conducirse también sobre las pasarelas, porque era algo que les habían solicitado mucho, y aunque Jack casi sufre un infarto cuando se lo dijo, igual ella se mostró intransigente con aquello, pero tendría que dejarlo en manos de su equipo, pues también tenía que ocuparse de Zora. Aun así, acompañó a Jack a su primera sesión de entrenamiento, pero para la segunda ya no pudo ir, porque era el día que iniciaba un ciclo especial de entrevistas de Zora por el hecho de estar nominados en tantos renglones y no como banda, sino de manera individuala, de modo que todo el mundo quería entrevistarlos.