Cap. 40 Adiós

Llegó el momento en el que los que habían vivido situaciones parecidas, sabían era uno de los más difíciles.

• Yo me encargo – le dijo John a Josh cuando el encargado se acercó para avisar que ya era hora de salir hacia el cementerio
• No es necesario John, yo…
• No lo es, pero es mejor – dijo él comenzando a caminar
• Señor – dijo Madison acercándose y deteniendo a Josh antes de que siguiera a John – Mire hacia allá – agregó en respuesta a la mirada inquisitiva de Josh

Madison había señalado hacia la puerta y cuando Josh se giró, sintió como si le hubiesen pateado el estómago.

John había llegado hasta Mix y tanto Imran como Edvin que eran los que habían estado yendo y viniendo, se apresuraron a acercarse también mientras que Kerim sujetaba a Ajle y a Dàmir arrastrándolos unos metros, y como a Limerié esto le pareció extraño, fue con ellos.

• ¿Qué demonios…? – estaba protestando Ajle
• Escuchen – lo interrumpió – es momento de trasladar el cuerpo al cementerio y habitualmente es un momento difícil para…
• Entonces debemos estar con él – dijo Ajle y Kerim miró a Dàmir que tenía expresión trágica
• ¿Dàmir?
• Ajle tiene razón y debemos volver con él
• Bien, solo quería que estuviesen preparados ¿Estás bien? – insistió con Dàmir
• ¿Dàmir? – escucharon a Limeriè y por algún motivo éste se sintió furioso
• Deja de tratarme como si fuese un bebé, Kerim Vaejik – dijo con ira y girándose se alejó al igual que Ajle que ya le llevaba ventaja
• No te preocupes – dijo Kerim al ver la expresión de la chica – cuando lo conozcas un poco mejor, entenderás que sus escasos arranques de malcriadez hacen parte de su dramática naturaleza
• No es dramático, solo es… sensible
• Ah sí,  lo es, pero lo otro también – dijo él y se alejó sonriendo

John por su parte se había aclarado la garganta al llegar junto al féretro.

• Mix, es momento de…
• Lo sé – lo interrumpió él y elevó una mano posándola sobre el cristal

No obstante, y aunque nada dijo, Illinka volvería a sentir como si una mano de hierro estuviese estrujando su corazón al ver la solitaria lágrima que se deslizba por la mejilla de Mix.

• ¿Quiénes son esos? – preguntó Imran

Pregunta idéntica a la que le estaba formulando Dèjan a Ioan al ver a la pareja que acababa de entrar.

• Dios santo – murmuró Maggi pasando la mirada de la recién llegada a la foto de Ireland – Ella es sin duda su madre
• ¿La madre de…?

Edvin no alcanzó a terminar de formular la pregunta, porque vieron a Mix girarse con violencia y a seis de los presentes que también lo habían estado el día que el rubio apaleó a Chase, éste incluido, se les presentó el recuerdo en forma sincronizada y como si alguien hubiese accionado un proyector, pero a pesar de la velocidad a la que trabajaba la mente, no alcanzó a la de Mix a quien antes de que se diesen cuenta vieron se había plantado frente a la pareja.

• ¡Fuera!

La voz de Mix restalló en el aire como un latigazo rompiendo el silencio y sacando de su momentánea abstracción o sorpresa a Kerim, Ajle y Dàmir que corrieron hacia el mismo lugar.

• ¡No sé quién seas, pero de lo que estoy seguro es de que no tienes ningún derecho…!

Como ya se ha dicho, Mix era un sujeto tranquilo, sumamente ecuánime, y aunque ahora hablaba más, aún era poco en comparación con algunos de sus amigos, de modo que para la mayoría de los presentes fue una auténtica sorpresa verlo y más aun escucharlo gritar.

Illija había sujetado a su hermana y no porque la gemela fuese susceptible a asustarse por lo que estaba sucediendo, sino por lo dicho anteriormente con relación a la aversión de todo Zazvic a los gritos, y aunque no estaban gritando a ninguno de ellos, a ella le sentó igual de mal que le gritasen a Mix; y el gemelo la conocía lo suficiente como para saber que estaba pensando en la mejor forma de quitarle la cabeza a aquel infeliz fuere quien fuere y suponiendo que no intentase quitársela ella misma. Sin embargo, nadie tendría ocasión de hacer ni de decir nada, porque igual que había sucedido con Chase, nadie se percató de nada hasta que el sujeto aterrizó de forma aparatosa después del veloz puñetazo que le dio Mix.

Marcia emitió un grito ahogado, Dàmir y Kerim habían sujetado a Mix, aunque no parecía que tuviese intenciones de hacer nada más. Illinka tenía deseos de ponerse a aplaudir y seguramente lo habría hecho sin tener en cuenta dónde estaban, pero su hermano aun la tenía sujeta, mientras que Mihailo movido por su natural instinto se había apresurado a socorrer a Jules.

• Eso era algo que el muy cretino estaba pidiendo a gritos – murmuró Madison y Josh no podía estar más de acuerdo, y lo único que lamentaba era no haberlo hecho él mismo
• No sé quién seas tú, niño – dijo Marcia – pero la que está en ese cofre era nuestra hija y tú no tienes derecho a hacer lo que acabas de hacer
• Mixandro, si ellos son sus padres… – intentó Helena en tono angustiado, pero él pareció no escucharla, aunque no era así
• ¿Padres? No madre – dijo con evidente desprecio – Unos padres que abandonaron a su única hija – puntualizó – no tienen derecho a reclamar ese parentesco
• ¡No la abandonamos! – exclamó Marcia – Ella se fue de casa detrás de uno como tú o quizá eras tú mismo – agregó
• Algo que también habría hecho yo de haber tenido la desgracia de tener por madre a una criatura a quien le importaba más una mancha en la alfombra que la autolesión de su hija. Una que se interesaba más por comprarle comida adecuada a sus mascotas, pero ignoraba la anorexia de su hija. Una para quien era más importante organizar jornadas de ornato para la comunidad, pero condenó de manera criminal a la soledad a su hija