Acordes del Corazón (libro 4. Звезда)

Cap. 42 ¿Descanso?

 

Cuando llegaron a Inside Hill era temprano todavía, y aunque todos estaban agotados mental y emocionalmente, más que en el aspecto físico, igual querían acostarse e intentar olvidar aquel día, pero antes de ir a sus habitaciones tuvieron que hablar con Mix para que aceptase que Mihailo le colocase un sedante para que pudiese descansar. Afortunadamente  Mix no había dado mucho problema, así que en cuanto aceptó y Mihailo procedió, todos abandonaron la habitación con excepción de Helena e Illinka, Helena miró a su hijo de forma significativa y él comprendió.

  • Debes ir a descansar tú también, señorita Ivanovic – le dijo y la gemela juntó las cejas
  • Prometí quedarme junto a ti hasta que tú quisieras, de manera que si ya no me quieres aquí…

Mix se había sentado mientras Mihailo le aplicaba el medicamento, pero al escucharla se puso de pie y sujetó a Illinka por los hombros.

  • No se trata de que no te quiera aquí – puntualizó – sino de que debes descansar
  • No estoy cansada
  • Y según puedo recordar, tienes la tendencia a negar lo obvio – le dijo recordando lo sucedido en la celebración pasada

Illinka por su parte pensó que Mix había estado equivocado antes y estaba equivocado ahora, porque ni había bebido tanto la pasada noche, ni estaba cansada, pues se había levantado casi a mediodía. Sin embargo, su cercanía invalidaba la capacidad de Illinka para mantener el control sobre sus emociones, pero hizo su mejor esfuerzo por lograrlo.

  • Estás equivocado, pero como evidentemente mi compañía ya no  es de tu agrado…
  • ¡Ey! – dijo él deteniéndola – No dije eso, y tu compañía es una de las mejores que he tenido hoy. Sin embargo, no quiero ser responsable de tu agotamiento, de modo que serás buena niña y te irás a la cama ¿verdad? – finalizó colocando un dedo sobre la nariz de Illinka

Era muy improbable que ella supiese nunca cómo se las había arreglado para no asaltarlo, así como tampoco el cómo fue capaz de decir algo coherente.

  • Si no te importa, me marcharé cuando te hayas dormido
  • ¿Alguna vez te han dicho que eres una personita muy terca, señorita Ivanovic? – le preguntó, aunque no esperó la respuesta – De acuerdo, tú ganas

Dicho eso se giró y comenzó  sacarse la camisa, pero la voz de su madre lo detuvo.

  • ¡Mixandro! – exclamó y él la miró elevando una ceja – No puedes desvestirte en presencia de la señorita
  • Mis disculpas si consideras que me estoy comportando en forma inadecuada – dijo girándose de nuevo hacia Illinka – pero en cualquier caso no estás viendo nada que no hayas visto en cualquier concierto
  • ¡Mixandro! – volvió a exclamar Helena quien se estaba preguntando qué le sucedía a su hijo
  • Lo siento, madre
  • Con quien debes disculparte es con esta criatura

Si bien Illinka no era ninguna criatura como había dicho Helena y ciertamente un torso desnudo, y en otras circunstancias no habría sido un espectáculo especialmente escandaloso, sucedía que aquel era el sujeto por el que había perdido la cabeza, de modo que sus instintos tenían una feroz batalla contra su razón, así que pensó que lo mejor que podía hacer era por lo menos volverse antes de perder por completo el buen juicio. Aunque Illinka sin duda estaba enamoradísima de Mix, en aquel momento y al escucharlo reír, deseó patearlo, pues de algún modo sabía que se estaba burlando y sus siguientes palabras lo confirmarían.

  • ¿Quién habría pensado que eras tan remilgada, señorita Ivanovic? Siendo que ya no eres una bebé, es muy improbable que desconozcas la anatomía masculina
  • ¡Mixandro Andrey! – chilló Helena que estaba en verdad escandalizada – Discúlpate ahora mismo, tu comportamiento es bochornoso y muy alejado del de un caballero

Illinka que se había girado para decirle quién sabía qué, al ver la expresión de Mix, recordó las muchas oportunidades en las que su hermano debió ser sedado debido a alguna situación que lo hubiese hecho entrar en crisis, y Mix en ese momento presentaba características similares, es decir, tenía una sonrisa muy poco habitual en él, estaba burlándose de su madre y la gemela habría apostado su cabeza a que aquella no era una conducta habitual en él, y cuando se acercó a la cama, notó que tenía las pupilas dilatadas. Y por si todo lo anterior no fuese suficiente, en cuanto ella estuvo cerca, él estiró la mano sujetándola por la muñeca y tirando de ella.

  • ¿Te quedarás… conmigo? – le preguntó
  • Te dije que lo hría hasta que tú quisieras
  • Bien, pero… estás… muy lejos – le dijo tirando más fuerte – y además…llevas… mucha… ro…

Tanto la frase como los movimientos que Mix intentaba efectuar, eran lentos e imprecisos. Desde su incómoda posición, ya que había caído encima de su pecho, Illinka vio que la pobre Helena estaba a punto de sufrir un colapso, pero en cuanto la vio avanzar le hizo un gesto para que se detuviera y luego se dirigió a la fuente del problema.

  • Mix
  • Debes descansar… señorita I
  • Lo haré cuando te duermas
  • ¿Lo prometes?
  • Lo prometo – le dijo ella e intentó incoprporarse, pero él seguía aferrándola
  • Quisiera… – comenzó después de un rato de silencio




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