Alrededor de las tres de la tarde, David autorizó a Dèjan para que fuese a ver Dàmir, pues ya él había ido y el chico estaba adolorido, furioso y confundido, pero estaba evolucionando bastante bien.
Sin embargo, ella no estaba dispuesta a escuchar nada, porque lo empujó a la silla y colocó la mano con el puño cerrado frente a su cara.
Si bien Dèjan aceptaría ir en la silla, no dejaría de protestar por todo el camino.
Como David no era estúpido y ya Kerim había hablado con él, explicándole lo muy mal que podía reaccionar Dàmir si sabía que Dèjan estaba en algún peligro, le había hablado al chico procurando ser delicado, pero sin mentirle, así que Dàmir moría por ver a su padre, pero en su caso en realidad ni siquiera podía moverse de la cama.
Los chicos se habían instalado en la habitación desde que lo trasladasen a la misma, y si bien habían salido por diversos motivos, en ningún momento lo dejaron solo y tuvieron que aguantarse el mega drama, primero cuando le informaron acerca de Dèjan, ya que fue por quien primero preguntó al despertar. Luego siguió el de Limeriè, pues Dàmir recordaba perfectamente que la chica había caído en sus brazos, aunque luego no recordaba nada más, de modo que tuvieron que explicarle, y aquello lo devastó por dos motivos diferentes. Uno, porque lógicamente la chica había salido muy lastimada, y el otro, porque se sentía culpable, aunque nadie entendía por qué. A eso siguió el de Imran, aunque en este caso y como a Imran sí lo estaba viendo y le estaba asegurando que estaba bien, lo superó con más rapidez. Y por último fue el caso de Andrija con el que se sintió tan mal como con el de Limeriè, de manera que cuando su tío Ivar había ido a verlo, al pobre se le caía la cara de vergüenza y a Ivar le costó mucho hacerlo entender que no era su culpa, y que simplemente Andrija y como todos, había estado en el momento y lugar equivocados y que eso no era su responsabilidad. Por todo lo anterior, los chicos habían estado en un sube y baja emocional desde que Dàmir recobrase el conocimiento, y cuando Dèjan entró, Mix y Kerim tuvieron que sujetarlo, pues se suponía que no debía moverse mucho todavía.
Aquello bastó para que Dèjan se olvidase del posible porrazo que le había ofrecido Jesse, porque se levantó a toda velocidad de la silla y corrió hacia la cama.
Kerim les hizo una seña a los demás y abandonaron la habitación después de saludar brevemente a Jesse. Mix que era el único que no la conocía, no lo hizo, pero la miró con curiosidad, pues si bien no la conocía a ella, sí conocía la historia.
Aun suponiendo que Mix quisiese seguir discutiendo con Kerim y no quería, tampoco podría, porque en ese momento Jesse abandonó la habitación y se dirigió hacia el grupo.