Acordes del Corazón (libro 5. Персегуидос)

Cap. 10 Malcriadez

 

Después de los horrorosos titulares de prensa anunciando la muerte de Dàmir, los editores tuvieron que retractarse, pero lo que no pudieron fue informar acerca del estado de la estrella, de modo que cuando se cansaron de conjeturar, volvieron sobre el asunto del parecido del músico con el escurridizo genio de las finanzas.

Aunque inicialmente habían sido cuidadosos, en algún momento se cansaron de aquello también, y el primer osado decidió publicar las fotos sobre el titular:

¿Quién es en realidad Dàmir Izadik?

Cuando Dàmir leyó aquello, aunque él no solía prestar mucha atención a lo que publicaban sobre cualquiera de ellos, como esto afectaba a su padre, montó en cólera de tal manera, que Mix y Kerim se preocuparon, pero lo hicieron el doble cuando lo escucharon comenzar a gritarle a alguien por teléfono. Aún estaba en ello cuando entraron Dèjan y Jesse, pero mientras Jesse se acercaba a los chicos para informarse, Dèjan se había ido hacia la cama e intentaba lo mismo, aunque con menos suerte hasta que le quitó el móvil.

  • Hijo, cálmate y dime qué sucede

La expresión de Dàmir cambió de forma inmediata, pues pasó de la venenosa ira, a una de franca pena.

  • Lo siento mucho, papá, pero te prometo que voy a resolverlo sin que…
  • Dàmir – lo detuvo él – ¿Qué es lo que sucede?
  • Esto – le dijo mostrándole el diario

Dèjan vio las fotografías en primer término y juntó las cejas, pero leyó con atención, únicamente para informarse si decían algo desagradable de su hijo, pero como no era así, dejó el diario de lado.

  • No creo que te haga ningún bien alterarte de ese modo, Dàmir
  • Pero papá, acabas de ver…
  • Sí, lo vi, y tú eres un sujeto inteligente, así que debiste saber que no podrías mantenerlo oculto para siempre ¿no?
  • ¿No estás molesto?
  • ¿Por qué iba a estarlo?
  • Bueno…
  • Dàmir, eres mi hijo y no podría sentirme más orgulloso, si antes oculté tu identidad fue por protegerte, pero puede que haya sido un estúpido error, así que deja de mortificarte, porque a menos que me digas que tienes algún motivo para no hacer público que eres mi hijo…
  • ¡No! – exclamó él
  • … entonces no hay motivos para seguirlo haciendo

Dàmir sintió que le quitaban una enorme loza del pecho y se abrazó a su padre como si fuese un niño pequeño.

  • Gracias papá – murmuró
  • ¿Por qué? No he hecho nada y…

Los chicos no se enterarían de qué más le dijo Dèjan a su hijo, porque tanto ellos como Jesse, decidieron dejarlos solos.

 

Por supuesto y como cabía esperar, la prensa hizo fiesta con aquella noticia, misma que fue corroborada con un comunicado emitido por el mismo Dèjan y que sería enviado a las redacciones de los diarios de su propiedad. Sin embargo, como ya no había nada más que hacer, debido al reconocimiento público que había hecho Dèjan de su paternidad, y como había sostenido siempre John, los periodistas fueron tras otra cosa, pues comenzaron a insinuar que el éxito de Zora podría haber sido diligentemente fabricado por su padre; el asunto era que, en aquella materia llevaban las de perder, pues la indecente cantidad de premios que habían acumulado los muchachitos en un corto lapso de tiempo, desmentía aquella especie y tuvieron que dejarlo también.

 

Los días siguientes fueron una especie de carrusel  para todos los involucrados  o heridos en el atentado. Lo primero  a resolver fueron las investigaciones policiales, algo que lógicamente había corrido a cargo de Ioan y de Josh. Aunque los hechos no se habían sucedido en la jurisdicción de Donatello, él igual se interesó en el asunto, pero Dèjan lo mandó a paseo, y como Donatello no tenía dos días efectuando su trabajo, sumó la negativa de Dèjan a todo el hermetismo que había alrededor del asunto y dedujo con relativa facilidad que aquello era una cuestión entre bandas, pero no como aquellas con las que lidiaban a diario en el departamento, sino de las otras, esas que están por encima de la ley misma.

Por otra parte y si bien Dàmir se había estado portando bien, hubo varios asuntos que lo alteraron mucho y acabarían con la tranquilidad general. Lo primero fue la angustia por los compromisos adquiridos, algo con lo que Steven contribuiría poco, pues no pudo guardar silencio y casi se rifa un puñetazo de los pacíficos Imran y Mix, pero nada lo salvó del volátil Ajle. El asunto era que Dàmir había quedado muy angustiado y ni siquiera Jesse logró sacarle una sonrisa. Sin embargo, esa noche se presentó Giuliana asegurándoles que casi todo estaba resuelto, pues se habían corrido las fechas de las presentaciones que se podían mover; y en el caso de las entrevistas, los productores se habían mostrado comprensivos aceptando, además, esperar a que Dàmir estuviese recuperado para pautar nuevas fechas. Y con lo único  que Giuliana no pudo resolver nada fue con el concierto que debían dar en la clausura de la Convención Ambiental y por dos motivos diferentes; uno era la cercanía, y el otro, que la última producción de Zora estaba basada en su defensa a ultranza del planeta y sus criaturas, así que el capítulo de la convención de ese año estaba titulado El apocalipsis de la tierra. De manera que si en general la angustia de Dàmir podía haber disminuido, teniendo en cuenta que casi todo estaba resuelto, aquel individuo era sumamente obsesivo, así que antes de que comenzase a mortificarse y a mortificarlos a todos, Kerim se adelantó.

  • No hay por qué preocuparse, lady Ice, porque eso también podríamos tenerlo resuelto
  • ¿Cómo exactamente? – preguntó Ajle
  • ¿Kerim? – preguntó Dàmir a su vez
  • Verás, Kalevi se ofreció para cualquier cosa que necesitáramos y… bueno, lo necesitamos ¿no?




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