Acordes del Corazón (libro 5. Персегуидос)

Cap. 13 Relaciones

 

El día que Justine fue dada de alta, David, y aunque no era en realidad el médico tratante, pues todos los que no lo sabían, habían sido informados que se dedicaba a la medicina de urgencias, también sabían que era un amigo personal de Dàmir, y siendo que había estado muy pendiente de la evolución de los heridos, tuvo que enfrentar un feroz interrogatorio de parte de los hermanos de la chica y que parecía cubrir todas la áreas posibles.

  • Entonces es seguro que no habrá ninguna complicación ¿no? – preguntó Noah por enésima vez
  • No tendría por qué, como ya se los dije, pero aun suponiendo que se presentase alguna molestia, solo ven a buscarme – finalizó mirando a una apenada Justine
  • No les haga caso, doctor, últimamente se han vuelto muy…
  • Eh, eh – la detuvo él – En primer lugar, es natural que se preocupen, pues son tus hermanos; y en segundo, ¿no habíamos quedado en David?

Justine sonrió, y todos sus hermanos, con excepción de Damien, clavaron sus ojos en David.

  • ¡Wow! – escucharon y algunos dejaron de mirar a David para girarse hacia quien se acercaba – ¿Qué hiciste, doc? – preguntó Jesse – Porque por la forma en la que te miran, por lo menos debiste matar a alguien

Si normalmente David andaba perdido, en esta ocasión mucho más, y aunque Jesse ya sabía eso, no se avino a aclarar nada, sino que rio en forma maligna.

  • ¿Qué hay, niños? – saludó a los Dorel en forma general
  • Hola Lyn – respondieron ellos a coro y como si fuesen colegiales
  • Yo en el lugar de ustedes, evitaría llamarla de esa forma si existe la posibilidad de que Dàmir escuche – dijo Mix que venía con ella
  • Y como no eres nosotros, y nadie te está preguntando nada…
  • ¡Noah!
  • ¡Wow! – repitió Jesse – Parece que alguien no amaneció del mejor humor
  • No es contigo, bonita – se apresuró Noah
  • Deja de llamarme bonita o lo único bonito será el morado en tu ojo

Los chicos rieron y David aprovechó para marcharse. En los días previos y después que Jesse conociese a Justine, había ido en varias oportunidades a verla, de modo que había tenido ocasión de conocer y compartir con los hermanos de la chica. Noah la trataba como una niña chica; sorprendentemente, Eugene le había hablado, y aunque no era gran cosa lo que había dicho y era más que todo rebatiendo algunas de las arbitrarias opiniones de Jesse, tratándose de él, aquello era una hazaña, aunque luego concluirían que con Jesse se hablaba o se hablaba, independiente de que la a la persona en cuestión le gustase hacerlo o no. Con Lorian era con quien había hecho una mejor relación, tal vez por encontrarlo parecido a Charlie, y de hecho éste último participaba con entusiasmo en las conversaciones. Al pobre Michel lo llevaba por la calle de la amargura, y eso que aún no sabía a lo que él se dedicaba, pero siendo que en todo momento él exhibía su fe, ella lo fastidiaba del mismo modo que lo hacía con Mihailo y con Charlie. Y con Damien casi se había liado a golpes, debido a que un día el chico estaba discutiendo con su hermana por la comida y Jesse había intervenido; a partir de ese momento discutían por casi todo y Jesse había decidido que aquel individuo era un entrometido que le recordaba de forma odiosa a Dèjan. Pero en líneas generales, se llevaba bien con todos y lo único que no había conseguido era que la llamasen de otro modo que no fuese por el nombre que lo hacía Dàmir y por consiguiente Justine.

  • Fuera todos que me voy a vestir – dijo Justine
  • Eso también va contigo, ricitos de oro, así que muévete – le dijo Lorian a Mix
  • ¡Ey! – protestó Jesse pensando al mismo tiempo en acomodarle un porrazo a Charlie que había sido el autor del odioso mote – Ustedes están claros en que éste tipo no va tras Justine ¿no? – preguntó señalando a Mix
  • No es eso lo que dicen los diarios – dijo Noah
  • Te creía más inteligente, Noah, pero si crees todo lo que dicen esos tales, entonces no lo eres mucho – sentenció Jesse
  • Lyn…
  • ¡Fuera! – ordenó Justine y ellos abandonaron la habitación obedientemente – Los amo, de veras que sí, pero en ocasiones resultan exasperantes – dijo mientras abandonaba la cama
  • Créeme, por mucho que lo sean, dudo que sean como los míos
  • Pero en tu caso hay razones, Lyn. Aparte de que no creciste con ellos, siempre vivirán con el temor de que reaparezca la enfermedad

Justine era franca y abierta, algo que la había hecho llevarse bien con Jesse desde el inicio debido a que la segunda no solo era franca también, sino dolorosamente directa, de manera que en la primera conversación que tuvieron a solas, y si bien Justine intentó ser delicada para preguntar algunas cosas, Jesse encontró más práctico quitarle los adornos a la conversación y fue tan delicada como un tren a toda marcha. Después de hablarle de su enfermedad, escuchó a su vez lo que Justine sabía por Dàmir, y entendió la aprensión de la chica, pues en su opinión, Dàmir había exagerado mucho haciéndolo parecer todo peor de lo que había sido.

  • Dàmir es un artista, y aunque todos somos muy sensibles, en su caso esa sensibilidad parece estar exacerbada. Además… – y en este punto pareció dudar
  • ¿Además, qué?
  • Supongo que recuerdas que él… bueno… tú significas mucho para él, así que debió ser mucho más duro por eso
  • Espera, espera – dijo Jesse que había entendido con rapidez – Si intentas decir que Dàmir está enamorado de mí, vas por mal camino
  • Lyn, él mismo me lo dijo
  • Pues es muy necio de su parte, porque yo estoy segurísima que no es así, y suponiendo que en ese momento lo haya pensado o que en verdad haya sentido algo parecido, lo que sea solo se vio aumentado por lo mal que yo estaba
  • Dàmir considera la lástima un mal sentimiento, y evidentemente no la sentiría por nadie
  • Bueno, pero la cosa es que no está enamorado de mí ahora – insistió Jesse
  • ¿Y tú?
  • ¿Tengo cara de estar enamorada?
  • No lo sé. Dàmir es… tierno, es… bello y…
  • Tampoco soy ciega, y sí, en algún momento lo pensé, pero fue algo pasajero, y en opinión de mi hermano, yo no tenía ni idea del asunto, porque hasta ese momento no había tenido ocasión ni interés por sentirme como una chica, ya que fingía ser un chico, y como él fue el primero en tratarme como lo que en realidad era, me confundí. Así que no, yo solo lo veo como un amigo y no tienes que preocuparte por mí – finalizó con una sonrisa maligna
  • No tendría por qué preocuparme por nadie
  • No, pero lo estás
  • Claro que no
  • Comenzamos mal si pretendes mentirme. Tal vez yo no sea muy lista, pero no soy tonta tampoco, y que mueres por Dàmir




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