Acordes del Corazón (libro 5. Персегуидос)

Cap. 22 Angustia

 

Después que Giovanni y los suyos se habían marchado, Jesse casi se cae, pues entre la carrera y la tensión, pareció colapsar. Dèjan la sujetó mientras Charlie le quitaba el arma.

  • Busca a David, niño
  • Estoy bien… solo… cansada
  • Mírame, niña – le dijo Dèjan cuando la colocó en la cama y sujetando su rostro
  • Ya te veo bastante últimamente – dijo en un tono que evidenciaba el cansancio que había mencionado
  • ¡Niño! – insistió
  • No le grites – dijo ella – Y tú deja al Doc en paz

En ese momento quien entró fue Donatello, pero Charlie casi no lo dejó ni saludar.

  • ¿Qué sucede?
  • Don Giovanni – contestó Charlie y a Donatello se le descompuso más el ánimo

Charlie procedió a hacer un recuento de los acontecimientos de la mañana, pero lo que más preocupó a Don fue la nota que le habían enviado a Nick, pues una investigación que no involucrase a la policía como quería Nick, le resultaría muy limitada. Sin embargo, no sabían en ese momento lo mucho que iban a precipitarse las cosas en breve y las consecuencias de las mismas.

 

Nick se pasaría aquella noche escuchando los informes de los chicos a los que Charlie tenía siguiendo cualquier posible pista de Albert, pero en medio de la misma, recibió una llamada que no esperaba.

  • Pareces un gato, Nick

Apenas identificó la voz de Albert, le hizo señas a Charlie y colocó el altavoz.

  • Eres muy estúpido, porque de valor siempre anduviste más escaso
  • Creo que el estúpido es otro, porque renunciaste  al negocio que nos habría llevado a la cima muy pronto, para convertirte en una ridícula versión de última generación de Robin Hood
  • Prefiero eso a ser un traidor como tú

A Nick le estaba costando un mundo aquello, pues la última cosa que quería en la vida era hablar con aquel desgraciado, pero Jim seguía haciéndole señas para que lo mantuviese en la línea, porque Jim era un verdadero genio con las computadores y toda clase de cachivaches informáticos, pero rastrear una llamada con la precisión que necesitaban, requería de algún esfuerzo.

  • ¿Traidor? El único traidor eres tú, y cuando todos lo noten, igual me quedaré tanto con tus hombres como con tu zona, aunque tal vez eso suceda antes y cuando te envíe a donde debes estar
  • A juzgar por el éxito que has tenido hasta ahora, yo en tu lugar no contaría mucho con eso
  • Quien no debe contar con una larga vida eres tú, y menos si ahora involucras a la policía en asuntos que no les conciernen, pero eso solo demuestra que tú eres el traidor como ya dije. Pero pasando a otra cosa, ¿cómo está esa linda niña que llevas a todos lados? – preguntó y todos se tensaron – Tal vez si fueras razonable, yo podría aceptarla como… ¿bandera de paz?

Aunque Nick estaba tan furioso como todos los presentes, se sorprenderían al escucharlo emitir una risa fría.

  • Pagaría el precio de tu estupidez en oro, solo por ver cómo la linda niña te quita algo tan inútil como tu cabeza, algo que por lo demás, tiene muchas ganas de hacer
  • ¿Ahora hablas de negocios con tus mujeres? Eso es mal asunto, Nick, pero bien mirado, no es tan novedoso, pues recuerdo que ya lo hacías con aquellas dos zorras que nos impusiste – en ese momento Jim levantó el pulgar para indicarle que ya tenía lo que necesitaba -  pero en cualquier caso…
  • En cualquier caso, puedes irte al…
  • Claro, pero primero enviaré a todos y cada uno de “esos parientes” que decías no tener, y luego me quedaré con esa cosita linda…

Nadie se enteraría de nada más, porque Nick lanzó el móvil contra la pared.

  • ¡Voy a…!
  • De momento no puedes hacer nada, hermano – le dijo Charlie soltando a Don a quien había estado tapándole la boca para que no fastidiara el asunto poniéndose a vociferar
  • ¡Pero yo sí! – gritó Donatello
  • ¿Lo tienes? – le preguntó Nick a Jim
  • Estoy en ello, dame un segundo
  • ¿Nick? – dijo Charlie al verlo hacer una mueca que no era de fastidio

Esto obedecía a que el violento movimiento al lanzar el móvil, había causado dolor en la herida que tenía en el hombro. Sin embargo, antes de que Charlie decidiese ir por alguien, Jim lanzó un silbido y todos lo miraron.

  • Ha progresado sospechosamente mucho y rápido
  • Solo dime dónde está el maldito – dijo Charlie sin el habitual tono burlón, lo que demostraba su nivel de ira

No obstante, cuando Jim les dio la ubicación, todos se miraron con incredulidad.

  • Tu sistema sea el que sea, debe estar fallando – dijo Charlie
  • Te aseguro que no – le dijo él y todos miraron a Nick
  • La única explicación y como dijo Jim, es que haya ascendido muy de prisa en alguna organización de las grandes, como para que lo dejen acercarse tanto a los jefes que son quienes pueden costear casas en lugares como ese.
  • Da lo mismo, iré por…
  • Espera Charlie – lo detuvo – un lugar como debe ser ese, por fuerza debe estar muy protegido
  • ¿Y entonces?
  • Ve, pero solo a buscar información. Pronto va a amanecer, acércate tanto como sea posible o intenta entrar, pero no hagas nada estúpido
  • Matar a ese bastardo no es algo estúpido
  • Charlie
  • Bien – dijo con fastidio – Jim, estás a cargo – le dijo y se marchó
  • Nico
  • No te involucres en esto, Don
  • ¡Pero eres mi hermano!
  • No necesitas gritármelo para convencerme de ello, pero no voy a permitir que arruines tu carrera por culpa de ese bastardo




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