Acordes del Corazón (libro 5. Персегуидос)

Cap. 27 Entrometida

 

Durante los siguientes dos días, Jesse no vio a Dèjan, y aunque al final del segundo día se decidió a preguntarle a Ivar por él, éste le dijo que su sobrino había estado ocupado con asuntos de trabajo. Esto no la convenció mucho, porque siendo que a ella le habían permitido levantarse y la única prohibición que había hecho David, era que evitase la luz excesiva, le pareció tremendamente extraño que Dèjan no hubiese aparecido para protestar o para reñirla por no permanecer en la habitación, pero no teniendo otros medios para enterarse de nada, decidió con su practicidad habitual, olvidarse del asunto.

Otra cosa que preocupaba a Jesse eran sus hermanos; Donatello se recuperaba en forma satisfactoria como le había asegurado David, y a pesar de que la recuperación de Nick sería más larga, en líneas generales estaba bien al igual que Charlie, pero los veía terriblemente preocupados y pensó que era por lo que Ivar les había confiado, pero como no le gustaba de forma especial ir a preguntarle a Nick, decidió hablar con Charlie.

La relación que ella tenía con Charlie, y, aunque cualquier extraño habría podido interpretarla como mala, pues vivían discutiendo casi por cualquier cosa, no habrían podido estar más equivocados, ya que ella lo veía del mismo modo que su hermano, es decir, como un hermano también.

  • Ey – le dijo cuando lo vio en el pasillo
  • No fui yo – dijo él con rapidez girándose

Ella estiró el brazo para sujetar el de él, pero por la fuerza de la costumbre, Charlie se hizo hacia atrás.

  • No seas necio, hombre, solo quiero que hablemos – le dijo y él juntó las cejas
  • Bien, pero primero tengo que llevarle esto a Nick – dijo mostrando el portátil

Ella asintió y entraron juntos a la habitación de Nick que estaba especialmente concurrida, pero de todas las personas que estaban allí, la que menos gustó a Jesse fue Andrija, sin embargo, se olvidó de él al ver a Dèjan y corrió hacia este.

  • ¡Jefe! – exclamó

Los presentes no podían estar más sorprendidos, incluido el jefe, pues ella se fue derecha a abrazarlo. Nick pasó de la sorpresa a la ira y miró a su hermano que miraba a su vez a la pareja; Ioan y Jack parecían a punto de sufrir un colapso; Ivar y Andrija habían sonreído, mientras que Giuliana y David eran los únicos que continuaban teniendo expresión de sorpresa. Dèjan que había superado con rapidez la suya, y en cuanto ella lo soltó,  elevó una ceja.

  • Yo bien ¿y tú? – le preguntó como le era habitual
  • ¿Qué sucede contigo? – le preguntó ella
  • ¿Por qué iba a sucederme algo?
  • ¿Eres estúpido o qué? – preguntó acompañando la pregunta con un golpe en el brazo del susodicho – Si quieres que alguien te fastidie, no tienes que ir a meterte en lugares peligrosos y solo tienes que pedirlo amablemente y yo te ahorraría esfuerzos

Todo aquel discurso obedecía a que Jesse había notado el feo moretón que todavía tenía en el ojo.

  • No tengo que pedírtelo, ya lo haces sin…
  • Cállate, idiota – lo silenció para enorme satisfacción de Jack y de Nick – Tanto fastidiarme a mí por no cuidarme y mírate ¿Dónde demonios fuiste a meterte? No es posible que a estas alturas de tu vida, no sepas que hay lugares que debes evitar y que ya no estás en edad de ir por ahí metiéndote en peleas de…

Ella había comenzado a pasearse de un lugar a otro mientras lo reñía, así que Dèjan se frotó la frente antes de decidirse a detenerla.

  • Escucha, niña…
  • ¡Quítale las manos de encima! – le gritó Jack
  • Mal asunto, Jarko – lo detuvo Andrija

Jesse había girado la cabeza al escucharlos, y ambos experimentaron una sensación muy parecida cuando ella clavó los ojos primero en Jack y luego en Andrija. Aunque su primera intención había sido la de enviar a Jack a paseo, pues ella sabía perfectamente cómo arreglárselas con Dèjan y no necesitaba ayuda, al ver a aquellos dos juntos, sintió una especie de deja vú, pues tuvo la misma sensación que había tenido al ver a Ajle y a Mihailo, y como la discreción no parecía una de sus virtudes, colocó una mano en el pecho de Dèjan y lo miró.

  • Después termino contigo – le dijo, y de forma automática él la soltó, aunque ella no lo había pedido

Todos siguieron el movimiento de ella, pero en cuanto Jack la vio acercarse y conociéndola como la conocía, se hizo hacia atrás con evidente aprensión provocando la hilaridad de sus amigos.

  • Tengo una molesta sensación – le dijo – Dime por favor, que este sujeto no es pariente tuyo – le soltó sin anestesia

Andrija tenía aspecto de querer asesinar a alguien y de hecho sabía perfectamente a quién, pero captó la mirada amenazante de Ivar y se contuvo. Los demás, y por primera vez, miraron con verdadera atención a Andrija, pero habiendo conocido a Jack toda la vida, descartaron tal posibilidad.

  • ¡Jarko! – exclamó Jesse haciendo que éste diese otro paso hacia atrás mientras los otros reían y a Andrija le provocaba asestarle a la necia muchachita




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