Jesse se había ido derecha a ver a su hermano, mismo que evidenció un enorme alivio al verla. Después de saludar al mayor, fue a acomodarse al lado de Nick.
Aquella era una costumbre con la que Donatello no estaba para nada de acuerdo, y les peleaba aquella manía de meterse uno en la cama del otro, y no eran celos, porque había discutido lo mismo cuando Jesse se metía en la suya.
Después de eso procedió a contarle que le había explicado al chico cómo y dónde estaban, así como también le dijo que hablaría con Ivar para que le permitiese al chico ir a verla.
Jesse estuvo un rato más allí y luego dijo que iba a bañarse, pero una vez que se había marchado, Donatello miró a su hermano con preocupación.
Sin embargo, lo viese o no, un poco después de la comida, Zêgar fue con el mensaje de que Ivar los esperaba en el salón, de manera que Donatello y Charlie ayudaron a Nick con la chaqueta, pues le resultaba simplemente imposible colocarse la remera con el brazo escayolado; después lo colocaron en la silla de ruedas y salieron. La última en presentarse fue Jesse, pues había estado hablando con Giuliana.
Ella había entrado en carrera, pero se detuvo en seco cuando los vio a todos allí, pero lo que desató su angustia fue ver a Mihailo, pues si bien Nick le había dicho que hablaría con Ivar para arreglar que él pudiese ir y en teoría debió alegrarle verlo, por algún motivo aquella reunión le produjo susto. Sin embargo, después de echar un rápido vistazo y comprobar que estaban sus hermanos y Dèjan, se obligó a tranquilizarse y a componer la expresión que le era habitual a Nick.
Ella sintió que los pies le pesaban como si llevase unos zapatos de plomo, pero se las arregló para llegar hasta el sillón y sentarse. Sin embargo, su cerebro trabajaba a toda máquina buscando un posible motivo para las expresiones que estaba viendo, especialmente la de Nick, y si esta le resultaba tan especial, era porque tenía una y eso no era lo normal, pero lo más alarmante para ella era que la misma se le antojaba más de culpabilidad que de preocupación, así que siéndole virtualmente imposible guardar silencio, miró a Ivar.
Ioan decidió sujetar el brazo de su primo con la esperanza de que guardase silencio, pero la que no lo guardó fue Jesse.
Y después de dicho esto, Ivar miró a Nick, pues pensaba que él le habría dicho lo sucedido en el departamento, pero como evidentemente no era así, pasó a explicárselo y ella se giró con violencia hacia su hermano.