Acordes del Corazón (libros 6. Беспомоћан)

Cap. 5 Heridos

 

Mientras iban camino al hospital, Dèjan había pasado el brazo por encima de los hombros de Jesse de forma protectora, pero iba en un solo y cerrado pleito con él mismo, pues le parecía una pésima idea ir a donde se dirigían debido a que allí había tenido lugar el reciente secuestro, pero intentó tranquilizarse pensando en lo que aseguraba Ivar en el sentido de que no atacarían de forma directa a un miembro de su familia, y en cualquier caso, llevaban suficiente escolta.

Los chicos de Nick que ya estaban en el hospital, corrieron hacia ellos en cuanto los vieron asomar al pasillo, pero como todos parecían estar hablando al mismo tiempo, Nick elevó la mano y ellos hicieron inmediato silencio.

  • Sam – dijo y este comenzó su relato
  • Hace poco más de una hora, estábamos en la cancha cuando escuchamos la explosión. Al inicio no teníamos idea de que había sido, pero cuando miramos hacia el salón, vimos el humo y corrimos. Aunque no veíamos bien, lo que sí vimos fue la candela, así que Phil corrió hacia el salón grande a buscar el extintor mientras que yo llamaba a emergencias, porque aquello era enorme. Mientras despejábamos el camino para que salieran los más chicos, alguien dijo que Ann, Ivy, y Jeff  estaban adentro, así que Phil y yo entramos protegiéndonos tanto como pudimos; Ann estaba desmayada y Jeff no podía moverse, porque le había caído un enorme pedazo de madera encima, así que Phil cargó con Ann mientras que yo intentaba mover la madera, pero no estaba siendo fácil, porque Jeff solo gritaba que Ivy estaba atrapada más adentro, pero en verdad yo no veía nada, así que seguí con él hasta que llegaron los bomberos
  • ¿Y…Ivy? – preguntó Jesse con un hilo de voz y esperando lo peor
  • Los bomberos fueron los que la encontraron y… bueno, la verdad no sé, porque se veía bastante mal y el doc aun no ha dicho nada
  • ¿Alguna idea? – preguntó Charlie

A Dèjan le sorprendió aquella seriedad, porque a pesar de que era un asunto serio, en el tiempo que llevaba conociéndolo y habiéndose visto obligado a verlo más de lo que le habría gustado, siempre lo había visto con sus payasadas, y ni siquiera cuando el herido había sido él, eso había variado.

  • Neil escuchó a…
  • ¿Qué demonios hacía Neil allí? – lo interrumpió Nick
  • Ya sabes que ese tipo no puede estarse tranquilo y unas muletas no iban a detenerlo.

El comentario obedecía a que, si Nick aun no podía caminar con corrección, Neil que había tenido una fratura doble y abierta en la pierna, podía hacerlo mucho menos, pero hizo eso a un lado y siguió prestando atención.

  • La cosa es que él escuchó que uno de los bomberos decía, que seguramente había sido una tubería de gas que se había fastidiado

Dèjan pensó que aquel chico no tenía idea de cómo construir una oración, pues ciertamente las tuberías podían colapsar, dañarse, o explotar, pero en ningún caso podían fastidiarse.

Como ninguno de ellos parecía saber mucho más, estaba a punto de conducir a Jesse hacia una de las sillas, cuando otro agregó algo más.

  • Charlie, el padrecito…
  • ¿Qué?
  • Ya sabes, el pobre tipo estaba viejo y bueno… ya sabes – repitió

Jesse se apartó de Dèjan y se acercó a Charlie colocando una mano en su brazo.

  • Lo siento, Carlo – le dijo

Sin embargo, Charlie no dijo nada, sino que les dio la espalda alejándose por el pasillo, y al menos Nick y sus chicos sabían que iba a la capilla, y aunque tuvo la intención de seguirlo, y no porque a él le gustase más aquel lugar de lo que le había gustado antes, tampoco le gustaba dejarlo solo sabiendo cómo debía estar sintiéndose. No obstante, cuando iba a moverse, vio que venía Vinnie y siendo que había cambiado de dirección hacia su hermano, se quedó más tranquilo.

Si bien Dèjan había entendido que el padrecito debía ser un sacerdote, y que no había sobrevivido, lo que no tenía muy claro era el motivo por el que aquello pareció afectar tanto a Charlie, pues en su equivocada opinión, ninguno de ellos le lucía del tipo creyente. Lo que Déjan naturalmente desconocía, era la exacerbada devoción religiosa de Charlie, pero como Jesse sí, se sintió pésimo y comenzó a preocuparse tambén por Mihailo, porque recordaba perfectamente, que a pesar de que ella no compartía sus creencias, pues en su opinión el tipo de arriba era una fantasía, nunca dejó de acompañarlo los domingos a la iglesia, de manera que cuando Mihailo se enterase de aquella tragedia, se sentiría igual que Charlie.

Dèjan condujo a Jesse hasta una de las sillas y miró con disgusto a los tres individuos, que aparte de Paulo, ahora uno de ellos iba con él a todas partes, mientras que los otros dos, suponía eran los asignados por su tío a Jesse; pero se olvidó de ellos y comenzó a preocuparse por Jesse, pues llevaba ya mucho tiempo en silencio. Sin embargo, cuando estaba preguntándose qué hacer, vio que uno de los pequeños delincuentes se había acercado y ahora extendía un vaso hacia Jesse.

  • Nick dijo que te trajera esto, Isabella
  • Gracias Peter – dijo ella en forma distraída, pero recordó que él también había resultado herido – ¿Cómo está eso? – preguntó mirándole los brazos
  • No es nada – contestó él y ella lo miró mal haciendo que diese un paso hacia atrás




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