Cap. 15 Oportunidad

Cuando Jesse había notado que aquel necio no iba a marcharse, se dio mucha prisa en cambiarse y abriendo la puerta corrediza, salió a la terraza. Por un momento había dudado de lo que iba a hacer, porque recordó lo que había sucedido cuando había hecho aquello en la casa de su padre, pero también recordó, que cuando había estado paseando con Ivar por el jardín, éste le había dicho que si bien tenían perros guardianes, éstos permanecían encerrados durante el día, así que sonrió y trepándose a la baranda, calculó la caída y decidió que mejor intentaba bajar de otra forma, pero finalmente y siendo que no alcanzaba la ventana del piso inferior, terminaría por lanzarse. La caída no le produjo ningún daño y corrió a todo lo que daba hacia la verja exterior. Aquella casa a diferencia de Inside Hill, no estaba rodeada de ninguna pared inalcanzable, y por el contrario, era una bastante accesible, de modo que Jesse se alejó de la entrada y subiéndose se lanzó hacia el exterior. Una vez fuera, pensó que tendría que caminar muchísimo, porque sabía que estaba muy lejos del centro, pero luego tomaría una decisión del todo alocada, porque le marcó a Vinnie.

• ¡Cara sucia! – escuchó al otro lado – Ya pensaba que te habían dado un boleto al otro mundo
• Escucha estúpido, necesito tu ayuda
• ¿Es en serio?

Jesse lo obsequió con otro par de insultos y luego le dijo dónde debía recogerla. En ningún momento pensó en involucrar a sus hermanos, porque por una parte, no quería arruinarles las cosas a ellos, y por la otra se dijo que debía resolver sus asuntos sola. Jesse había continuado caminando cuidándose de permanecer alejada de la vía, porque sabía, que si notaban su ausencia, saldrían a buscarla. No sabía cuanto se había alejado cuando su móvil comenzó a repicar y vio que se trataba de Vinnie.

• No me digas que no puedes…
• Ya llegué, pero no te veo

Jesse se sorprendió, porque ya había salido en algunas oportunidades tanto con Ivar como con Dèjan, así como con Charlie y los guardaespaldas que Ivar le habíad designado para ir al centro, y el regreso desde la ciudad les llevaba mucho más tiempo, lo que ella no sabía, era que aquel loco conducía como si estuviese en una pista de carreras.

• ¿Y dónde demonios estás? Porque no veo tu coche
• Tengo otro – le dijo – es un porshe negro ¿Dijiste que era el número…?
• No seas idiota, Vincenzo – le dijo – No supondrás que iba a estar en la puerta esperándote. Date vuelta y yo esatré atenta

Vinnie hizo lo que le indicaba y unos minutos después ella se subía al auto.

• ¿Y bien? ¿A dónde te llevo?

Vinnie se agenció una indecente cantidad de puntos con aquella pregunta, pues Jesse pensó que tendría que darle muchas explicaciones antes de conseguir nada de él. No obstante, en ese momento se dio cuenta que en realidad no tenía a donde ir.

• ¿Cara sucia?
• No tengo a donde ir – dijo con un deje de tristeza – así que solo llévame a…
• Ey, ey – la detuvo él – ¿Qué sucedió?
• Solo…
• No – dijo con más seriedad

Sin embargo, como ella no agregó nada más, él condujo hacia un pequeño departamento que tenía en el centro de la ciudad. Nominalmente, desde que sus padres habían muerto, Vinnie vivía en la casa de Giovanni, pero tenía aquel departamento que utilizaba para llevar a sus chicas, y aunque aquella no calificaba en ese renglón, de momento serviría lo mismo.

Vinnie había demorado en ponerse en contacto con su hermano, pues había resultado seriamente herido el día del secuestro, pero finalmente lo había hecho y Charlie lo había mantenido al tanto de cómo estaban las cosas. Después de eso se habían visto un par de veces cuando Charlie iba con Jesse al centro, y el encuentro más reciente había sido el día del incendio, y aunque Charlie no le había avisado, igual él se había aparecido en el hospital, ya se había enterado por uno de los chicos que él mismo había puesto a vigilar los alrededores del centro. Vinnie había demorado un poco en informar a Giovanni de la próxima boda de su hija, considerando que a éste le había ido mucho peor y había demorado más en recuperarse y ser dado de alta, pero igual había montado en cólera al enterarse. Sin embargo, entre Marco y Vinnie, lo habían convencido de que era mal asunto buscarse un lío con aquellas personas, pero eso no hacía que le gustase más.

• ¿Dónde estamos? – preguntó Jesse cuando notó que estaban en un aparcamiento
• Vamos – le dijo él
• Aun no contestas mi pregunta
• Tengo un departamento aquí – le dijo

Como ella asumía que él debía vivir en algún lugar, no puso objeciones y lo siguió.

• Café – dijo Vinnie señalando la cafetera – pero si tienes hambre, tendremos problemas

Ella se fue a preparar el café y después que iba por la segunda taza, fue que se drigió al sofá. Aun demoró un poco en referirle lo mas relevante a Vinnie, pero después de escucharla, él la sorprendería mucho.

• Así que todo este escándalo, es porque piensas que su alteza, no te quiere como esposa
• No, es solo que no quiero casarme
• Mentirosa
• ¡Óyeme!
• Mira cara sucia, no sé de qué va todo esto, pero podría entender la cosa, porque a ninguna chica le puede gustar que el tipo del que está enamorada no lo esté de ella, pero…
• Yo no dije…
• Si tú eres estúpida, yo no – le dijo sin adornos – tal vez me equivoque, pero estoy bastante seguro que por lo menos te gusta ese individuo, porque todo ese circo que se traen ustedes dos solo puede significar eso
• En verdad estás muy loco tú
• ¿Yo? ¡Ja! Sí claro
• La cosa es que no quiero casarme
• Bueno, allá tú ¿Qué quieres hacer entonces?
• No sé
• Pues decídete, porque a menos que quieras que Nico comience a matar gente, que Don sufra un tempranisimo infarto, o que mi hermano destroce la ciudad buscándote, es mejor que tomes una decisión, y sobre todo, que te comuniques con ellos. Eso, por no hablar del hijo de perra que se las tiene jurada y que con seguridad los está vigilando. De manera que si te agarra, lo que causarás será una masacre de película, y posiblemente el primer muerto sea tu no querido jefe.