Acordes del Corazón (libros 6. Беспомоћан)

Cap. 23 Enamorados

 

Un poco antes de que terminase la discusión entre la pareja, Giovanni había mirado a Ivar con duda.

  • Creo que tú estás equivocado y Nico lleva más razón que tú
  • ¿Con respecto a qué? - preguntó él
  • Tú dices que mi hija está enamorada de ese sujeto, mientras que Nico dice que no
  • Yo no dije eso - escucharon a Nick - Lo que dije fue que me costaba creerlo y me parecía una locura
  • Lo segundo sin duda - dijo Giovanni - y si no lo crees es por la misma razón que no lo creo yo, porque más parece que fuese a matarlo
  • Lo que demuestra que no la conoces bien, porque si quisiera hacer eso, ya el tipo estaría muerto - opinó Vinnie

Nick y Charlie sabían eso, pero siendo que Nick era terco, nada dijo al respecto. En el relativamente corto tiempo que llevaban esperando, Ivar tuvo oportunidad de notar las semejanzas que tenían los hijos con el padre. Él conocía mejor a Nick, de modo que fue en el primero que pensó, pues aunque en un principio le había parecido poco comunicativo y hasta antipático, con el trato asiduo y la confianza duramente ganada, había podido notar que no solo era simpático, sino un conversador inmejorable, pues a diferencia de su hermana, por ejemplo, él podía mantener una conversación ordenada, mientras que Jesse saltaba de una cosa a otra sin orden ni concierto; y también notó aquello que lo había hecho estar tan seguro del éxito que podría alcanzar dedicándose a los negocios, pues tenía la habilidad de convencer con poco esfuerzo, y esto, aparte de la simpatía, era lo que compartía con su progenitor, algo que a Ivar le tomó solo unos pocos minutos notar en el caso de Giovanni. Con Donatello, aunque lo conocía menos, no había que esforzarse mucho, porque en principio, verlo era como ver a Giovanni, algo que había impresionado a Ivar, ya que salvando las distancias de la edad, casi parecían gemelos, y el parecido iba más allá del físico, pues compartían la simpatía, pero también la volatilidad. Y en el caso de Jesse, estaba en la misma situación que su hermano, porque el hecho de que fuese una chica, solo establecía la diferencia de sexo, pero nada más.

  • Tío - dijo Ioan sacándolo de sus pensamientos - Dàmir acaba de llamar
  • ¿Le sucede algo? - preguntó mirando a Andrija de soslayo
  • Está preocupado, porque Dèjan no le contesta el teléfono
  • Entiendo, pero…

Se detuvo al ver que Donatello avanzaba hacia el salón y pensó que había escuchado algo que él no, de modo que se apresuró a seguirlo. Sin embargo, todos quedarían paralizados ante la imagen que se describió con anterioridad, e incluso Ioan cerraría los ojos al escuchar a Dèjan, pero si esto los había paralizado, lo sucedido a continuación los hizo ahogar una exclamación, al menos en algunos casos. No obstante, pasada la primera impresión, Ivar pensó que lo mejor era anunciar su presencia, porque Giovanni tenía una expresión que gritaba fuerte y claro, que iba a matar a Dèjan, de manera que Ivar se aclaró ruidosamente la garganta. Dèjan se resistió tanto como pudo, y de la misma forma que se niega alguien a salir de un sueño, pero finalmente lo hizo y miró con ira hacia quien lo interrumpía. Jesse se recuperó con más rapidez poniéndose de pie para disgusto de Dèjan.

  • ¿Hay algún motivo para…?
  • ¡Oh Dios! - exclamó Ioan - Estás sangrando

Esto obedecía a que en cuanto Dèjan se había levantado y se había girado, él vio el hilo de sangre que escurría por su cuello. Jesse había girado levemente la cabeza notando lo mismo, de modo que lo empujó hacia el sillón.

  • Vincenzo, consigue lo necesario para arreglar esto
  • ¿Arreglar qué? - preguntó Dèjan
  • Creo que te rompiste tu dura cabeza

Dèjan se llevó una mano a la misma, pero ella le señaló hacia la parte donde tenía el golpe.

  • No es nada, ni siquiera…
  • Quédate donde estás - lo empujó ella, pues él había comenzado a levantarse
  • Quizá sea mejor ir al hospital - dijo Ioan
  • Si serás necio, hombre. Nadie ha muerto por un golpe

Vinnie regresó extendiendo hacia ella un pequeño botiquín, pero ella lo miró como si fuese un bicho raro.

  • ¿Acaso tengo cara de saber de estas cosas? Componlo tú
  • Veamos cara sucia, supongo que estás al tanto que yo tampoco…
  • Tú curaste mi herida
  • Y te quejaste mu…
  • ¿Cuál herida? - saltó Dèjan
  • Larga historia, jefe
  • ¡Y quiero saberla ahora! - exclamó él

Charlie pensó que aquel sujeto era estúpido por convicción, y ni siquiera, porque se suponía que no solo la amaba, sino que la conocía bien, podía modificar su tono en ciertas circunstancias, pero lo que quizá recordase pronto, era que lo anterior tampoco modificaba el carácter de Jesse, pues ya ella lo estaba mirando en forma peligrosa.

  • Tú no eres mi padre, y si el sujeto que lo es, aunque su habilidad en esa materia sea muy dudosa, no tiene derecho a gritarme, menos…
  • ¡No te estoy gritando!
  • ¿En serio? - preguntó Vinnie, aunque no era con él
  • ¡Cállate! - le dijeron ambos
  • De acuerdo, no quise gritarte, pero sigo queriendo saber de qué herida habla este individuo
  • Es una historia interesante - dijo el individuo - verás, íbamos los dos en mi coche… Wow, wow - dijo elevando las manos, pues Dèjan se giró con clarísimas intenciones – Créeme, si hubiese tenido la necia idea de fijarme en ella, me habría suicidado, así que deja tus estúpidos celos




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.