Acordes del Corazón (libros 6. Беспомоћан)

Cap. 30 Celos y...algo más

 

Al día siguiente de la odisea de la casa, Dàmir declinaría la invitación de su padre para almorzar con él y con Jesse, pues le dijo que ese día tenía que entrevistarse con el director de la orquesta que esperaba aceptase tocar el día de la boda. Sin embargo, ese no sería un buen día para Dèjan, porque esa noche cuando fue a dejar a Jesse, se encontraron con Giovanni en compañía de una mujer, el asunto era que su actitud dejaba poco espacio para la duda en cuanto a la razón por la que la susodicha se encontraba en aquel lugar. Como llevaba a Jesse cogida por la cintura, sintió la repentina tensión de ella, pero no tendría tiempo de nada, pues ella salió disparada hacia la pareja.

  • ¡Fuera de mi casa, zorra! – exclamó

Si Giovanni lucìa sorprendido y sin duda lo estaba, más sorprendido estaba Dèjan y por dos motivos diferentes; el primero, por escucharla referirse a aquel lugar como su casa, y en segundo término, porque en su opinión, a ella no tenía por qué importarle lo que hiciese aquel infeliz.

  • Isabella… – intentó Giovanni poniéndose de pie
  • ¡Cállate, sinvergüenza!

No era probable que Giovanni se pusiese a contarle detalles de su vida familiar a las mujeres que se llevaba a la cama, pero habría que ser ciego y estúpido para no notar que aquella furiosa personita era la hija de Giovanni, así que la chica intentó decir algo, pero fue silenciada con escasa delicadeza tanto por el padre como por la hija.

  • ¿Para eso querías que estuviésemos aquí? ¿Para que viéramos desfilar por aquí a todas las descocadas que te llevas a la cama?
  • Giovanni, creo que…
  • ¡Marco! – gritó él sin recordar que Marco ya no estaba allí
  • Don Giovanni, el señor Benelli… – comenzó Rocco que era el que acudía ahora cuando él necesitaba algo o cuando como en la presente, se olvidaba y llamaba a Marco
  • Lleva a la…
  • Ni te molestes, yo misma puedo hacerme cargo – dijo Jesse

Aquello despertó un recuerdo en la memoria de Dèjan, pero no fue lo suficientemente rápido y ya Jesse estaba arrastrando por el cabello a la chica. Dèjan intentó moverse, pero se sintió inmovilizado y escuchó la voz de Vinnie.

  • Es mal asunto, alteza. A menos, claro, que quieras ocupar su lugar – dijo en tono burlón

No obstante, la precaución de Vinnie resultaría del todo inútil, pues cuando Jesse regresó, la emprendió primero en contra de Giovanni, luego en la de sus hermanos, aunque ninguno estaba allí, y por último en contra de Dèjan que hasta ese momento no había abierto la boca como no fuera por la sorpresa.

Si había algo que Giovanni no tenía, era paciencia ni siquiera en grado mínimo, de manera que antes de ponerse a gritarle inconveniencias a su hija, decidió abandonar el salón. Jesse iba a seguirlo, pero Vinnie la detuvo, lo que fueron malas noticias para él.

  • ¡Suéltala! – le ordenó Dèjan
  • Entonces sujétala tú, porque es mal asunto que vaya ahora tras Giovanni

No le resultó sencillo a ninguno de los dos, pero finalmente habían logrado que se sentara, aunque seguía furiosa.

  • Cara sucia, entiendes que Giovanni es un hombre ¿no es así?
  • Lo único que entiendo es que es un sinvergüenza
  • También, pero siendo lo primero, es natural que salga con chicas
  • Tal vez – dijo Dèjan, aunque no era con él – pero no lo es que la traiga al mismo lugar donde está su hija
  • Escuchen, si bien es cierto que Giovanni quiere tener a la cara sucia aquí, esto es algo nuevo para él, y siendo que antes no había tenido que mortificarse por… bueno, ya sabes, dar explicaciones a nadie, pues lo olvidó

Aquella era una pésima exposición de motivos en opinión de Dèjan, pero decidió que eso no era asunto suyo, y en cualquier caso, en pocos días se llevaría a Jesse de aquel lugar. Ya era lago tarde cuando finalmente se despidió, pero llegaría su casa en estado de furia.

Kerim había estado ayudando a Dàmir a escoger las piezas que ejecutaría la orquesta el día de la boda, y aunque a Kerim aquello le parecía una necedad, pues nadie prestaba verdadera atención a eso, igual lo había estado ayudando, pero ya estaba aburrido del asunto.

  • Dàmir, tal vez…

No podría concluir, pues escucharon el ruido de cristales estrellándose y corrieron hacia el salón.

  • ¿Papá? ¿Qué sucede?

Los chicos se miraron cuando Dèjan comenzó a vomitar lindezas en contra de Giovanni, pero por fortuna tanto Dàmir como Kerim lo escucharon con paciencia hasta que entendieron lo que había sucedido.

  • ¿Por qué habría de importarle a ella lo que ese desgraciado haga?
  • Dèjan – dijo Kerim colocando una mano sobre el hombro de Dàmir para que lo dejase a él, algo conveniente, pues Dàmir no tenía ni idea de qué decir – Si lo vemos desde la perspectiva de lo que sabemos, lógicamente la respuesta sería, nada, pero vayamos un poco más allá. Imagina que has pasado la vida creyéndote solo en el mundo, sin padres, sin familia y en suma sin nada de nada.




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