Acordes del Corazón (libros 6. Беспомоћан)

Cap. 35 Miserable

 

Cuando Jesse y Kerim salieron y solo unos pasos más adelante, Kerim sintió que Jesse lo sujetaba con escasa delicadeza y forzaba su brazo hacia atrás pegándolo a continuación de la pared.

  • Escúchame bien, Kerim Vaejik, porque no te lo voy a repetir y no soy de la clase que tiene mucha paciencia
  • I…sabella – intentó
  • ¡Cállate y escucha! – le ordenó – Sé la clase de sinvergüenza que eres, así que ni pienses en Ivy como en una de tus chicas, porque en el momento en el que yo me entere, terminarás con una bala en la cabeza ¿has comprendido?

Ninguno de los dos había notado que Dèjan y Vinnie venían por el pasillo. Aquella era una compañía que el primero jamás se habría procurado, pero el necio aquel lo había seguido cuando había dicho que iba a buscar a Jesse, y solo, porque le encantaba fastidiarlo, pero se habían quedado a mitad de camino al ver que ella estampaba a Kerim contra la pared.

  • Isabella…
  • Te hice una pregunta
  • Sí… te entendí
  • Bien – dijo ella soltándolo
  • No creo que sea la mejor de las ideas que inicies tu vida de casada matando a uno de los mejores amigos del hijo de tu futuro marido, cara sucia.

Dèjan quería matarlo a él, pero le interesaba más saber qué había sucedido, así que se acercó, pero ya Kerim estaba hablando.

  • Te aseguro que no es mi intención…
  • Pues mejor para ti – le dijo ella
  • ¿Qué sucede? – preguntó Dèjan
  • Que por algún motivo, Isabella cree que voy a hacerle algún daño a Ivy
  • Ya estás advertido – dijo ella y comenzó a alejarse

Vinnie pensó que era mejor que a aquel sujeto no se le ocurriese contravenir la orden de Jesse, en caso de que tuviese intenciones de vivir una larga vida, porque él conocía bien aquella mirada, y por el motivo que fuera, el pobre infeliz acababa de colocarse del lado equivocado del arma de un Aliano, y en este caso, que fuera una ella no hacía ninguna diferencia.

Aunque Kerim había ido en su coche, se fue con Dèjan y con Jesse, no porque tuviese muchas ganas de ir con ella, sino porque Dèjan se lo había pedido, así que después que la dejaron en su casa, Dèjan lo miró.

  • ¿Y bien?
  • ¿Y bien, qué?
  • ¿Qué fue lo que pasó?
  • Ya te lo dije, ella…
  • De principio a fin – lo interrumpió él

Kerim emitió un suspiro de resignación, porque sabía que si Dèjan era como era con Dàmir, no existía ni la más lejana posibilidad de que fuese diferente con Jesse y hasta peor, así que inició su relato, pero después que concluyó, Dèjan le contó lo que sabía de Ivy.

  • Tuve oportunidad de conocerla – dijo al final – y noté que es una chica linda, pero no lo hagas Kerim
  • ¡No he pensado hacer nada!
  • Me alegra saber eso, porque son seres que ya han sufrido bastante, pero si eso no te basta, créeme, no será Jesse precisamente quien te meta una bala en la cabeza como dijo, sino que lo hará su hermano, porque tanto para ella como para él, y aunque en el caso de él, me habría costado creerlo hace un tiempo atrás, ahora que lo sé, te aseguro que esos chicos, desde el primero hasta el último, son muy importantes, y está dispuesto a protegerlos con su vida si es necesario

Toda la situación se le antojó a Kerim como mínimo extraña, porque por empezar, habría entendido la advertencia de Jesse si él se hubiese comportado con Ivy como le era habitual con cualquier chica, pero no lo había hecho y en verdad no pensaba hacerlo. Y por la otra, escuchar a Dèjan hablar en aquellos términos de quien hasta hacía más bien poco, era el pequeño delincuente, se le hacía extrañísimo, aunque con posterioridad entendería que habría tenido que ser muy necio si no cambiaba de actitud, porque aquel era el hermano de Jesse, y además, él mismo tendría oportunidad de enterarse de cómo era el odioso individuo con aquellos chicos.

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Dàmir estaba en el salón de música cuando vio entrar a su padre, así que se quitó los audífonos y juntó las cejas.

  • No me lo digas, se pelaron otra vez – le dijo – ¿Qué hiciste esta vez, señor Zazvic?
  • ¿Por qué siempre asumes que yo he hecho algo?
  • Tal vez, porque te conozco lo suficiente y porque sé, que pareces tener muy poca paciencia con Lyn. Además, es temprano para que estés de vuelta de tu visita de novio – dijo con cierta nota de burla
  • Pues te equivocas, muchachito
  • ¿Ah sí? ¿Y por qué la cara de culpable?
  • No he peleado con ella ¿bueno?

Una ruidosa señal de alarma se encendió en el cerebro de Dàmir, porque estando perfectamente al tanto de la antipatía que sentía su padre por su futuro y no deseado suegro, pensó que el asunto venía por ahí.

  • ¿Sucedió algo con el papá de Lyn?
  • Te agradecería que no lo llamases de ese modo
  • Vamos papá, que no lo llame así no lo hace menos cierto – pero como él no dijo nada, agregó en forma idéntica a como lo había hecho él con Kerim un momento antes – ¿Y bien?




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