Acordes del Corazón (libros 6. Беспомоћан)

Cap. 40 Visita inesperada

 

Cerca de mediodía, Dàmir recibió la llamada de Ajle, así que cuando vio el identificador, automáticamente miró la hora antes de contestar.

  • ¿Bueno?
  • Estoy llegando a tu Blue Garden

Dàmir no tuvo ocasión de preguntar nada, porque después del anuncio, Ajle cortó el llamado y él miró a Kerim.

  • ¿Qué?
  • Ajle dice que está llegando
  • ¿Es broma? ¿Ajle?

No obstante, ambos se dirigieron hacia las puertas, pero Kerim casi se fue de bruces, porque para variar, Liam se había atravesado en su camino con poquísima ceremonia.

  • ¡Liam!

Lo único que escucharon fue la risa del niño y el veloz celaje cuando corrió hacia la puerta, pero ellos tenían unos minutos allí, cuando vieron aparecer la Van, y cuando se detuvo, lo que vieron fue a Zora en pleno, pues venían no solo con sus novias, sino con Giuliana. De más está decir que los habitantes adolescentes de aquel lugar, casi sufrieron un paro cardíaco y eso incluía al habitualmente inexpresivo Jeff.

  • ¿Qué se supone que hacen aquí? – preguntó Kerim
  • ¿No habíamos quedado en vernos a las tres? – fue la pregunta de Dàmir
  • Ya me estoy cansando de tener que repetir lo mismo siempre, y de hecho, comienzo a dudar que hubieses sido sincero al decir que éramos una familia – dijo Mix
  • Ahorrémonos las innecesarias explicaciones ¿sí? – dijo Ajle – Y más bien vamos a conocer a los chicos que nos miran como bichos raros
  • Mira bebé – estaba diciendo Lisandra – parece un angelito ese chico
  • ¡Ah no! No te llames a engaño Lisa, eso ni siquiera es un niño, sino…
  • ¡Ey! – lo detuvo Jesse

Pero a Liam le bastó con que Kerim se descuidase un momento con intención de contestarle a Jesse, para enredarle algo en las piernas y hacerlo caer.

  • ¿Lo ven? Aun  no estoy muy seguro de si le caigo muy bien o solo quiere asesinarme
  • Algunos lo llamarían justicia divina – dijo Giuliana

Kerim se deshizo del cordel y corrió tras el niño que hasta ese momento solo había estado saltando a su alrededor, pero que al verlo libre, había emprendido la carrera.

Dàmir y Jesse se harían cargo de las presentaciones, y los chicos no podían estar más emocionados, especialmente Nathan, y Dàmir aprovechó para recordarle que aún no lo había escuchado. El pequeño Alex se mostró maravillado ante el cabello de Edvin, pues al parecer, nunca había visto otro tan parecido al suyo, y aunque Edvin no tenía el cabello tan rojo como el del chico, igual a éste le llamó la atención y estaba tirando de él mientras que Lisandra ponía en palabras lo que Dàmir había pensado al conocerlo.

  • Parece un pequeño duende, bebé – le dijo, y Edvin lo miró con atención
  • ¿Será uno de los que me esconde las cosas?
  • Si te descuidas, sin duda puede quitártelas y dudo que vuelvas a verlas – le dijo Charlie riendo, pero ni él ni Lisandra le prestaron atención ocupados como estaba admirando los ojos del duende
  • Isabella – dijo Charlie que no podía dejar de incordiar – Creo que te están quitando el puesto en la admiración de Emil
  • ¿Qué? – preguntó ella y Charlie señaló hacia donde estaba el pequeño mirando a Illinka – Si serás necio, Carlo
  • Descuida princesa, tú sigues siendo la dueña de mi corazón – le dijo Jeff

Dàmir miró en forma automática a su padre, pero él parecía por encima de aquellos comentarios, o al menos lo estaba con relación a los niños puesto que lo eran, y el siguiente comentario del muchachito seguido del de su padre, se lo confirmaría.

  • Y tú tampoco te preocupes, Dèjan, ya te dije que no soy celoso y no voy a meterte una bala en la cabeza
  • No eres tú precisamente el que me preocupa, aunque no es el caso de otros
  • Tú tranquilo, porque si cualquiera viene a fastidiarnos las cosas con la princesa, yo me encargo
  • Deja de decir estupideces, Jeff – le dijo Jesse

Dàmir pensó que no lo eran, pues aquel chico le parecía perfectamente capaz de ello.

  • Es muy linda esta niña, Dàmir – le dijo Maggi sacándolo de sus pensamientos
  • Así es. Saluda a Maggi, Aby – le dijo, pero la chiquita seguía aferrada a su cuello y con el pulgar en la boca, así que él no insistió

Ajle que habitualmente era muy escandaloso, pues en opinión de Kerim, no podía estar en ningún lugar sin hacerse notar, estaba callado y pensativo, porque si bien todos los niños eran más o menos como los había imaginado de acuerdo a lo que había escuchado, no era el caso de Micky, pues este jovencito no solo no exhibía la inquietud de los otros, algo que quedó aclarado al notar que era el que tenía el problema en la pierna, pero, además, y supuso que era por lo anterior, tenía sus ropas en orden y sin roturas o manchas extrañas.




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