Cap. 41 Impresionados

Finalmente Dàmir, y después que Dèjan le dijese a Jesse que no había nada de mal y que se comportaría, lograría convencer a Jesse y entraron, pero como los demás no tenían ni la más mínima intención de quedarse atrás, los siguieron. Al ver el desfile, Nick y Charlie quisieron acercarse a Dèjan, pero esperaron que Illinka y Mix se marcharan también; aunque ya Nick había tenido que hablarle en varias ocasiones, y como decía Charlie, ya parecía dolerle menos, aún seguía sin gustarle mucho y Dèjan no colaboraba.

• ¿Sucede algo, niño?
• Eso quiero saber yo – dijo, pero como Dèjan se limitó a elevar una ceja, agregó – ¿A dónde fueron todos?
• A ver a Ivy

Aquello extrañó a Nick que sabía que la chica era de naturaleza reservada, pero no dijo nada al respecto, sino que estiró los brazos haciendo que Dèjan clavase sus ojos en él con sospecha.

• Puedes darme a Víctor
• ¿Y por qué tendría que hacer eso?

Nick sonrió en forma maligna al ver que el niño colocaba su manito llena de chocolate en la camisa de Dèjan y éste juntaba las cejas.

• Por eso, por ejemplo. No creo que tu servicio de lavandería vaya a estar muy contento…
• Y como no eres tú, yo me preocuparé por eso, además, creo que él prefiere estar conmigo

Charlie había estado riendo desde que se había iniciado aquella cálida conversación, pero dejó de hacerlo al escuchar a Nick.

• ¿Sabes el daño que les haces, no?
• ¿De qué hablas?
• Te irás pronto y…
• Y no me voy para siempre, volveré y ellos lo saben
• También viajas mucho
• También saben eso, y tampoco es que te vean mucho a ti

Aquello era bastante cierto, porque en los dos últimos años, él había estado menos presente, primero a raíz de la enfermedad de Jesse cuando se había pasado varios meses metido en el hospital, y después intentando recomponer su familia con la aparición de Donatello, Giuliana y Jesse, pero iba al centro tanto como podía y Ann lo mantenía informado tanto de las actividades como si se presentaba alguna emergencia, como había sucedido con las desapariciones de Victoria o las veces que Jeff se había metido en problemas, y en todas él iba de forma inmediata, pero como no iba a ponerse a darle explicaciones justamente a Dèjan, dio la espalda para volver a donde estaba, sin embargo, se detuvo y ladeó la cabeza.

• Por cierto – dijo y Dèjan lo miró – Gracias
• ¿Por qué? – preguntó con sorpresa
• Por todo esto – dijo señalando a su alrededor y después sí se alejó

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Los chicos habían seguido a Jesse, aunque no en silencio, pero cuando cruzaron en una esquina del pasillo, Jesse se detuvo y ellos casi dieron un paso atrás.

• A partir de aquí, hagan silencio
• ¿Por qué? – preguntó Edvin
• Porque yo lo digo – contestó sabiendo que con él no valían las largas explicaciones.
• Excelente razón sin duda, pero… – estaba diciendo Ajle
• Escucha necio, si abres la boca, aunque solo sea para bostezar, te juro que te quedarás sin lengua

Lo que Ajle abrió fueron los ojos, mientras casi todos tenían sonrisas malignas en sus labios, y aunque Ajle podía haber dicho miles de cosas, sabía mucho mejor que sus amigos lo peligroso de contrariar a aquella chica, pues él les llevaba la ventaja de haber tenido la mejor y más confiable fuente de información al respecto, Mihailo.

Jesse se detuvo ante una puerta y ellos escucharon una guitarra, por un momento Kerim y Dàmir pensaron que Nathan podía estar con la chica, pues cuando habían estado allí antes, la habían escuchado tocar el piano, pero no la guitarra. Jesse les hizo una última señal de advertencia y llamó con suavidad antes de abrir, ellos dejaron de escuchar la guitarra, y Abigail, a quien Dàmir llevaba en brazos, hizo fuerza para que la dejase bajar y él lo hizo, después de lo cual, la niña se colocó al lado de Natalia que seguía yendo tras Dàmir en todo momento.

Si alguien había contestado desde el interior, ellos no escucharon, pero en cuanto Jesse abrió las puertas dobles, ellos se agolparon allí.

• Hola Ivy
• Isabella, pensé que vendrías temprano, porque anoche te fuiste muy preocupada por Victoria
• Así es, llegamos muy temprano
• ¿Viniste con Nick? – preguntó la chica con asombro
• Sí
• No me dijo nada cuando fue a verme a mi habitación ¿Por qué no subiste con él?
• Porque sé que las mañanas se las dedicas a los libros, así que no quise molestarte, aunque es evidente que a Nick no le preocupa hacerlo
• Ustedes no molestan, Isabella
• Gracias

Los chicos habían intentado ver a Ivy, pero hasta el momento si bien la habían escuchado, todo lo que habían visto de ella era una cabellera dorada, pero Kerim gimió internamente cuando Ivy dejó la guitarra y poniéndose de pie, se giró quedando de frente a ellos, porque Dàmir volvió a componer expresión de ausencia y abrió la boca, de modo que él se apresuró a tapársela con la mano, pero también comenzaría a preocuparse.

• ¡Mon…!