Adalgisa y el Rey

Capitulo 2: Recuerdos

Hace días que la joven Adalgisa no veía la luz. Cada día que pasaba su futuro se transformaba en una mancha negra cada vez más y más grande; cada hora que pasaba su cuerpo se agotaba un poco más; cada minuto que contaba sus pensamientos se nublaban con mayor frecuencia; cada segundo que pasaba ella no dejaba de luchar, aun cuando su cuerpo y su mente se daban por vencidos, el espíritu de la joven jamás dejaría de luchar por su libertad.
Adalgisa en el fondo lo sabía, ella quería seguir luchando, golpeando y gritando que jamás se daría por vencida, ella no sería otra de las fatídicas victimas del Rey Mied, ella no moriría en este macabro juego, ella sería la primera en ganarle al Rey. Perder no estaba dentro de sus planes, aunque el cuerpo no le responda, aunque la mente se le nuble aunque ya no pueda moverse, jamás dejaría de luchar por su libertad.
Pero su Majestad contaba con ello, y eso era lo que convertía a esta joven en una jugadora tan especial.
Su Majestad se sentía desafiado, y eso le encantaba. Nunca antes alguien lo había desafiado así, nunca antes habían desobedecido sus órdenes, nunca antes se había llenado con tanto éxtasis al jugar…
Ada era especial, ella era una rebelde, jamás se dejará domar por otros, aunque este muriendo ni aun así dejará que la domen, aún en esas situaciones ella sacara sus garras y mostrara sus dientes, aun así ella se defenderá aunque sea lo último que haga. Porque ella, si es que algo sabía, es que era una luchadora y jamás se rendirá. El Rey tendrá que matarla con sus propias manos para que llegue el día en el que ella deje de pelear por su libertad.
Su Majestad podrá tener muchos aliados, pero eso no le sirve de nada, porque aun con todos ellos, Adalgisa seguía peleando y humillándolos. Porque por cada día que nuestra joven Ada siguiera viva era una prueba más de que ella no se daría por vencida.


Los amigos de Adalgisa querían ir a rescatarla, sacarla de aquel infierno disfrazado de castillo. Pero a pesar de que la voluntad estaba nadie era capaz de concretar la acción, lamentablemente el terror era más fuerte que el amor.
Pero aun así ellos se reunían todas las semanas para idear los más descabellados planes para salvar a su pobre amiga.

-¡No podemos dejarla ahí! Ella está muriéndose en una asquerosa celda mientras nosotros estamos aquí debatiendo planes sin sentido. ¡Cada semana es lo mismo, y cada semana que nosotros seguimos sin un plan es otra semana que Ada está encerrada con ese lunático! – Dijo Melaina, mientras le hablaba al espejo. Sus ojos marrones solo podían reflejar la enorme impotencia que sentía por dentro.
La joven estaba llena de ira, frustración y, como bien se dijo anteriormente, impotencia. Su querida amiga llevaba más de unos tres años secuestrada, jugando a los retorcidos juegos del rey. Estaba cansada y harta de no poder hacer nada por su amiga.
Mientras peinaba su largo cabello rojizo en una trenza , ella no paraba de pensar “¿Por qué?” ¿Por qué de todas las personas del reino tuvo que elegir a Ada? ¿Habrá sido por su belleza? ¿Por su cabello color castaño rojizo y sus ojos color avellana? ¿O habrá sido por su cuerpo? Ese pequeño cuerpo de uno sesenta que parecía tan frágil, tan pequeño y delgado…
¿O habrá sido al azar? ¿Podría haber sido yo en lugar de Ada? ¿Podría haber sido Egan? ¿O Drakon?
Tan solo pensar la razón por la que Adalgisa había sido secuestrada le daba fuertes dolores de cabeza, no importaba cuantas veces pensara la razón, siempre llegaba a un callejón sin salida…
Melaina se preparó para irse, tomo sus largas botas negras, las cuales le llegaban hasta la rodilla y salió de su casa.
Mientras caminaba por el pueblo podía notar como todos trataban de alejarse de ella lo más posible, pues nuestra Rojiza amiga era conocida por estar en contra de la monarquía que los gobernaba, era una renegada. Desde el incidente de Adalgisa, ella no volvió a ser la misma. Desde ese fatídico día ella juro rescatar a su amiga, y cobrar venganza, pues tenía asuntos pendientes con el Rey Mied…
Mientras la cabeza de la joven estaba en la luna, ella llego a su destino sin dase cuanta.
Se encontraba delante de una casa de una planta, a los ojos extraños la casa parecía estar abandonada, ya que tenía grandes agujeros en la chimenea donde se notaba que le faltaba un par de piedras, las cuales si prestabas atención se encontraban en el techo tapando algún agujero. Las ventanas que daban a la calle estaban tapadas de punta a punta con largas tablas de madera. Lo único que parecía estar en buen estado era la puerta, una puerta de roble sostenida por unas bisagras de hierro. La única decoración que tenía era una aldaba con forma de león, con la cual la Joven Melaina tomó y golpeo tres veces.
¡Tac! ¡Tac! ¡Tac!
Unos segundos más tardes la puerta se abrió dejando ver a un joven de cabellos azabaches y unos ojos del mismo color. Esos ojos escanearon a Melaina antes de dejarla pasar. La puerta se abrió en su totalidad por unos breves segundos, los segundos necesarios para que la muchacha de cabellos rojizos pudiera pasar, una vez que estuvo adentro la puerta de roble se cerró, dejándola en una oscura habitación la cual ella tanto amaba. Dicha oscuridad solo duró unos instantes pues el joven de ojos azabaches prendió algunas velas, mostrando así la verdadera naturaleza de la casa.

Mientras la recién llegada esperaba a que su compañero finalizara de encender las velas, ella se dedicó a observar. Observaba todo lo que estuviera a su alcance, por un lado, cerca de la puerta había un pequeño armario lleno de ropa, no muy lejos de donde se encontraba parada la joven pelirroja se encontraba una pequeña sala de estar con dos grandes sillones y una pequeña mesa ratona, enfrente de estos había una chimenea hecha de piedras, la cual el joven azabache estaba prendiendo. No muy lejos de la sala de estar estaba la cocina, y en frente de esta estaba el baño el cual estaba separado de la misma por un pequeño pasillo.
No era una casa muy lujosa, pero era cálida y hogareña. Este lugar traía varios recuerdos…



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En el texto hay: tristeza, dolor, amor secuestro venganza amistad

Editado: 11.08.2021

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