Primera parte: Inocencia

Fragmento de un ensayo - un año antes del desastre:

"Uno, en su vida cotidiana, convive con muchas personas. Esto no es raro, ya que el humano es un ser social y de manada, dependiente de otros individuos como él. Normalmente, una persona “normal”, suele tener familiares, compañeros, amigos y, en algunos casos, parejas amorosas. No es raro que socialicen entre ellos y construyen una amistad o un amor, ya sea fraternal, paternal/maternal o de pareja.

Se dice siempre que el amor y la amistad siempre es lo más importante para uno mismo ser “feliz”.

Sin embargo, les propongo algo: Quiero que anoten su opinión sobre la siguiente frase, luego lean toda mi justificación, escriban otra opinión sobre el tema y las comparen. Mi frase es:

“El amor y la amistad no existen como tales. Son solo un nuevo nombre al interés personal”

Valores del colegio:

Desde pequeños, siempre nos enseñan que tenemos que conocer chicos y chicas de nuestra misma edad. Desde antes de nacer, las madres embarazadas, dicen que sus hijos van a ser amigos, y se lo imponen sin que nadie se dé cuenta. También desde niños, nos hacen chistes y nos emparejan con personas de otro sexo, sin que podamos entender lo que pasa hasta años más adelante.

En fin, una de las cosas más importantes que nos enseñan en jardín, es que no hay que ser “egoístas o poco solitarios” y que tenemos que ser “solidarios” y “hacer muchos amigos”.

Luego, en la primaria y secundaria, nos dicen que tenemos que aprender a trabajar en grupos, sin importar la incomodidad de la persona que no le agrada trabajar de esta manera. En este periodo, se empiezan a dividir los “antisociales” del “grupo”, donde se separan los “egoístas que no trabajan en grupo” (que muchas veces son personas capaces de hacer sus cosas solas, sin el lastre de sus compañeros que no hacen nada en el trabajo o directamente lo hacen erróneamente) y los que festejan hacerlo en grupo (que, en mi opinión, suelen ser incapaces de hacerse cargo de sus propias responsabilidades correctamente sin la ayuda de nadie, y festejan cuando les toca con alguien con buen rendimiento académico, ya que saben que les va a salvar la nota). Volviendo al tema, aquí también entran en juego los “amigos”, ya que suelen ser con quienes se trabaja (un pensamiento erróneo, ya que el hecho de que te lleves bien con alguien no significa que trabajen bien juntos).

Luego, siempre nos dicen que cuando crezcamos, conoceríamos al amor de nuestra vida (OBVIAMENTE, siguiendo la hetero normalidad, una persona del sexo contrario), nuestra “media naranja”. Lo que nadie se imagina es que, esa media naranja, se uno con otra para presentarse como una naranja completa y ser respetada por las otras frutas...

Estas son las bases que nos implantan en nuestra cabeza, sin darnos otra opción para elegir. Siempre lo misma obligación moral y “humana”: Tener muchos amigos y tener una pareja amorosa. Pero tranquilos que esto solo es el inicio de todo.

¿Qué es el amor? ¿Qué es la amistad? ¿Para qué sirven?

Al hacer estas preguntas, la gente duda mucho en cómo responderlas. Dicen que es algo inexplicable, que es tenerles mucho afecto a ciertas personas y que su utilidad es ser felices.

Pero… ¿Qué es ser feliz? ¿No se puede ser feliz sin amor ni amistad? ¿Quién dice eso?

Desde mi punto de vista, no puedo decir que una amistad o u amor no puede dar felicidad a alguien, ya que es un estado de ánimo que puede ser tanto por la verdad o la mentira. Sin embargo, no se comprobó que personas sin amigos ni una pareja no puedan ser felices y la misma ciencia dice “si no se comprobó que es imposible, cabe la posibilidad que sea real”.

Muchos a este punto dirán “ay, pero si las personas que están solas siempre están deprimidas y tristes. No se puede ser feliz así”. Sin embargo, esto sucede porque les enseñan a las personas que para ser felices necesitan tener amigos. Los alienan de esta manera, diciendo que algo está mal en ellos y los juzgan y critican. ¿quién no sería infeliz con un trato así?

Volviendo al tema principal, todos tenemos, aunque sea muy pequeño, interés en las personas. ¡SIEMPRE!

En una clase de filosofía, el profesor preguntó:

- ¿Para qué son los amigos?

-Para tener a quien contarles las cosas- dijeron algunos

-Para defenderse entre ellos- dijeron otros

-Para hacer los T. Ps y robarle comida en el recreo JAJAJA- dijeron pocos con humor.

Si nos fijamos, siempre hay un interés, ya sea consiente o no. Nunca no puede haberlo. Esto, hasta los animales lo tienen programado en sus cabezas. Por ejemplo, el hipopótamo, en la simbiosis con las pequeñas aves, las deja alimentarse de sus parásitos mientras él pierde la preocupación de que estos le hagan algún daño. Aunque suene duro, nuestras relaciones sociales entre personas a quienes les tenemos “afecto” son relaciones toxicas de interés, donde cuando no se necesita más a quien le sacamos provecho, lo descartamos como pañuelo de moco.