Adolescencia entre muertos

Capitulo 15: Mascaras de una constante mentira

 

Fragmento de twit - meses antes del desastre:

 

“Hoy escuche algo muy interesante en clase de filosofía, algo que realmente me resonó en la cabeza. Estábamos hablando sobre Nietzsche, sobre el fingir, cuando Melina dijo “Entonces profe, vivimos en una constante mentira”. Simplemente sorprendente como lo traga con tanta tranquilidad.”

(...)

La sangre de mi pierna caía por mi tobillo, dando una sensación de escalofrío, mientras hacia el intento de apresurar el paso. Estaba aterrorizado, la mano me temblaba como gelatina, un sonido rechinaba fuertemente en mi oído y no sabía orientarme.

“Es el fin, ¿Verdad?” - Pensaba.

A pesar de estar consciente de mi situación, los susurros me perseguían. Tenía miedo y la adrenalina corría por todas mi venas y arterias. No tenía dirección alguna, simplemente caminaba rápido, arrastrando un pie, mientras veía detrás mío como se acerca mi seguro final.

Me senté en el asfalto, resignado. Mas no podría hacer.

“¿Fue todo?

¿No es así?

¿No es así?

Eso fue todo…”

Cantaba mi subconsciente, mientras recordaba los buenos momentos en centésimas de segundo.

 

Las fiestas en la costa…

...

Las “pileteadas” en lo de Martin...

...

Las juntadas “0tAkUs”...

...

Las salidas con mamá…

...

(¿Por qué no podía recordar más?¿Por qué era todo tan borroso?¿Acaso era por la pérdida de sangre?)

 

Entre todos mis recuerdos, logré escuchar claramente una voz que se me hacía muy familiar...no la reconocí al instante, sino que solo comprendí el mensaje…

-La casa rosa… - se escuchó y automáticamente miré a mi alrededor.

Allí estaba, con la puerta abierta y un poco más, esperando a que entre, una casa de 2 pisos, rosada, totalmente desolada. Entré lo más rápido que pude y cerré la puerta. Era como un pasillo, con una escalera. En los costados del pasillo estaban diferentes puertas las cuales llevaban a un cuarto de estar y a otro espacio, el cual parecía una cocina. Subí rápidamente y pude ver que, desde arriba de la escalera, en el pasillo que estaba allí arriba, se podía ver todo el cuarto de estar desde una vista alta. La barandilla de madera parecía quebradiza. Me acerqué a una habitación, la cual, al abrirla, me encontré con la típica habitación de niños pequeños, con una cama de una plaza y todas las paredes azules. También se podía distinguir un blanco armario moderno, el cual tenía un espejo y se podía ver que era de gran profundidad. Cerré la puerta de la habitación y me recosté. Me quité las zapatillas y una de las medias. Entonces, como una película de Hollywood, me hice un atado en la pierna, de modo que bajara la hemorragia. Lo único que llevaba encima era el cuchillo con mango de caballo y mi ropa. No tenía mi celular ni manera alguna de comunicarme.

 

Estaba totalmente solo...

No había absolutamente nadie…

Ni siquiera una alucinación …

Absolutamente nada…

Me dolía el oído y la pierna había parado de sangrar cuando decidí dormir un poco. Por seguridad, acomodé una pesada mesita de luz sobre la puerta y una bola de nieve (cosa que era raro ver en Argentina) para evitar que cualquier cosa entrase e hiciera ruido suficiente como para despertarme.

Me recosté y cerré los ojos, los cuales casi se caían por el sueño.

Entré en un sueño, más bien como en un recuerdo distorsionado.

Estábamos en clase de Filosofía cuando el profesor de filosofía dijo:

 

-Ustedes, los que están atrás tomando el café, abrazados después de ver el partido. ¡Si! ¡Ustedes! Díganme ya mismo que es lo que acabo de decir.

-No se profe, yo estaba prestando atención- Gritó Mariano

-Bue… Como les decía...El ser humano, según Nietzsche, es un animal el cual inventa algo jamás visto: El conocimiento. Este conocimiento será el mismo intelecto humano y será este, mediante el lenguaje, quienes determinarán que es verdad y que es mentira…Al fin y al cabo, el intelecto humano se resume en una sola cosa... fingir... - dijo, pero al mismo tiempo, podía ver imágenes entrecortadas de tubos… Agua… batas blancas…

- Osea que podríamos decir que vivimos en una constante mentira, ya que, si cambiamos algo de lugar, pasaría automáticamente falso y, por lo tanto, una mentira. Entonces, nosotros solo somos parte una constante mentira, la cual vivimos cada día, sin darnos cuenta de que solo una de millones respuestas posibles, sólo una es la “verdad”. Nosotros muchas veces no somos verdad, ya que mentimos sobre lo que somos y quién somos… ¿O no profe?...

 

 

 



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En el texto hay: zombies, argentina, monte grande

Editado: 05.06.2021

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