capitulo 4

❝ AMIGOS SOSPECHOSOS ❞

Las mujeres no entendemos aún teniendo las advertencias en la cara.

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Tener a Evan como nuevo compañero de aula, era la cosa más tediosa que podría existir en el mundo. El chico coqueteaba con medio instituto, sus risas no faltaban en las clases y su insoportable ego y dote humillador. Miranda no había dejado de humillar a las chicas que se le quedan mirando, como si fuese la dueña del tipo, aunque en realidad así trata a todas las que miran a los chicos que han pasado por su cama o que le gustan, porque la verdadera pregunta es ¿Quién no le gusta a Miranda?

—¡¿Que tu mamá hizo qué?! —casi escupe Kim su jugo.

Lo primero que Venus hizo después de ayudar a su madre a acomodar la despensa, fue mandarle un mensaje a Kim donde le dijo que tenía que contarle algo que involucraba a Evan y henos aquí, Venus contándole a su mejor amiga, compañera y hermana perdida sus dolencias.

—No sé qué voy a hacer, bueno, está bien que mi madre se lleve bien con la directora, ¡Pero es la mamá de Evan!

—Cielos amiga, ¿Y te vas a arreglar?

Venus frunció ambas cejas con cara de asco.

—¿Yo? No me interesa él... Harry es el que me interesa y lo sabes.

—Bueno —alargo Kim la palabra acomodándose incomoda en su asiento.

—¿Que? —pregunto Venus sin entender.

Kim se mordió el labio inferior mientras jugaba nerviosa y torpe con sus dedos, y cuando tomó suficiente aire para contestarle, una voz la detuvo antes de articular palabra o sonido.

—¡Hey chicas! —saludo James sentándose a un lado de Venus—. ¿Irán a la fiesta?

—Si, me encargare de embellecer a Vee —contesto Kim con torpeza.

—No me digas que lo harás para conquistar a Harry... —soltó una risilla James, la cual duro poco cuando el silencio respondió—. Oh, ya veo.

—¿Qué tiene de malo tratar de dar el primer paso? —pregunto la morena confusa llevándose la boquilla de su malteada de fresa a la boca.

Kim siempre le había tratado de sacar de su zona de confort, diciéndole que debía ser más atrevida y menos temerosa de la vida. Que si quería algo no se rindiera hasta conseguirlo, y bien, pues ahora lo Venus lo estaba tratando de hacer.

Estaba tratando de dar el primer paso fuera de su timidez, para poder adentrarse finalmente a aquel mundo del maquillaje, tacones, fiestas y chicos. Ahora quería hacerlo teniendo el apoyo de su amiga de su lado, pero por lo visto, no estaba muy de acuerdo ahora, o eso le hacía pensar por su manera de actuar.

—Vee, no creo que hacer esto por Harry sea la mejor idea —contesto finalmente Kim.

"¿Que? ¿De verdad me está diciendo eso?" se preguntó la morena ceñuda a sí misma.

Kim había sido la de la idea, es más, desde que ambas se habían hecho amigas, Kim le ha dicho que debía de dar el primer paso si Harry no lo hacía. Y Venus quería hacerlo, porque intuía que le gustaba a Harry. O al menos eso le hacía pensar cada vez que sus miradas se cruzaban.

—Yo creo que Kim tiene razón —dijo James—. Mejor vayamos y disfrutemos de esa noche, yo pasare a buscarlas. Papá me dejo usar el auto solo esa noche, así que debemos aprovecharlo.

—Anda Vee, te aseguro que encontraras a algún otro chico en esa fiesta —dijo Kim jugando cariñosa con su cabello—. Además, escuché que asistirán chicos de otros colegios, también irán universitarios y unos cuantos amigos de Chris, ya sabes, hijos de papis.

Ahora sí que Venus estaba confundida, ¿Que debía hacer? ¿Aceptar los nuevos consejos de Kim o tomar las decisiones por su propia cuenta?... Esto era tan difícil, tal vez Kim tenga razón, pero tal vez haya un poco de oportunidad en que Venus pudiese iniciar algo con Harry y para lograrlo solo necesitaba dar ese paso.

"¡Esto es peor que un laberinto, cada callejón tiene una salida diferente y desconozco lo que encontrare al final de ellos!" pensó y acunó su rostro en ambas manos sin saber que decir.

Instantáneamente, su mirada se cruzó con la de Harry. Quedo atrapada en aquellos ojos que para ella eran los más hermosos ojos azules, aquellos ojos que le tienen atada a él desde el día que lo conoció.

—Que dices, Vee —hablo Kim haciéndola tocar tierra—. ¿Ligamos universitarios? —pregunto juguetona mientras me codeaba levemente.

¿Debería hacerlo?

—Sí —asintió finalmente.

Esperen, ¿Ligar universitarios? ¡Claro que no! Lo único que Venus haría esa noche, sería conquistar a Harry, o bueno, al menos decirle lo que sentía por él. Claro que no le iba a decir nada a Kim, pues Venus sabía que su amiga le daría la reprendida de su vida.

Kim era como su madre, solo que con veinte años menos.

Kim estaba muy emocionada, Venus no sabía si era por lo de que dejaría atrás a Harry o por el esmalte rosa que James le había mostrado.