Ahora Soy Otra

Capítulo 11: "Confesiones: Una decisión"

Después de aquel encuentro con Mati, Dani no lo volvió a ver, pues ella no asistió a clases los días que restaban de la semana con la excusa de que les habían dado esos días como descanso para poder organizar el baile de fin de ciclo. Él por su parte tampoco la llamo o la busco, para pedirle alguna disculpa, ello le hizo darse cuenta una vez más, que ella nunca fue especial para él, como este decía, que solo la uso para su beneficio, y que nunca se puso a pensar si quiera en su sentir. La tía de Dani, aunque no creyó excusa de que les habían dado los días de la semana para que organicen el baile de fin de ciclo, prefirió por el momento no indagar nada, ya que lo que menos quería era presionarla para que le cuente lo que estaba pasando, ella sabía que en algún momento Dani le abriría su corazón, y ella estaría como siempre allí, junto a ella, para aconsejarla.

Pero los días de aparente calma que Dani estaba viviendo junto a su tía, en su hogar, a pesar de su tristeza, terminarían al acordarse de que había quedado con Roby y Lulú encontrarse el fin de semana, para ser específicos el sábado por la mañana para que se pongan de acuerdo con lo que harían en la actividad que les había tocado para realizar para el baile de fin de ciclo.

 

—¿Saldrás? — escucho Dani.

— Sí tía, quede en encontrarme con Lulú y Roby, para tomar unos acuerdos sobre la tarea que nos asignaron en la fiesta de fin de ciclo — respondió la joven.

—Bien, que te vaya bien hija — agrego la tía de la joven.

 

Dani fue al lugar acordado con sus amigos, la sala virtual de su centro de estudios, al llegar a este pudo notar la presencia de sus amigos, quienes desde una mesa la observaban fijamente.

 

—«De seguro me preguntarán el motivo por el cuál no estuve asistiendo a clases» — pensaba Dani, mientras caminaba hacia el lugar donde estaban sus amigos.

—¡Hola Dani! ¿cómo te encuentras? — dijo Roby.

—Bien — respondió Dani, lo más calmada que pudo.

—¿Por qué no has estado asistiendo estos días? — agregó Lulú, en tono preocupado.

—Estuve un poco resfriada, pero ya estoy bien — contesto Dani, forzando una sonrisa.

—Claro — dijeron Lulú y Roby.

 —Bueno empecemos, es que hoy llega pedido a la tienda y tengo que ir a apoyar a mi tía — pronunció Dani, mientras tomaba asiento junto a su amiga.

 

Para suerte de Dani, sus amigos no indagaron más sobre el motivo de sus faltas al aula, solo se limitaron ponerse de acuerdo rápidamente en todo lo que necesitarían y harían para cumplir la tarea asignada.

 

—Entonces así queda — decía Roby.

—Sí — respondieron de manera simultánea el par de jóvenes.

—Entonces ya me voy — pronunció Dani.

—Yo también — dijeron a la vez Lulú y Roby.

—¿Nos vamos juntos? — pronunció Roby mirando a Lulú.

—Claro que no — respondió Lulú.

—Bien, tú te pierdes la compañía de este galán — decía Roby, sacándome en medio de mi tristeza una ligera sonrisa en mi rostro.

 

Ese día Dani regreso a la casa de su tía, la apoyo con el pedido que había llegado y fue a su habitación, en donde tras un refrescante baño, y ya cambiada de prendas se acostó en su cama, aunque le fue difícil conciliar rápidamente el sueño, pues los pensamientos de como afrontaría a ellos a su regreso la atormentaban, y así fue el día siguiente, ella compartió los alimentos con su tía, la apoyo en la tienda, pero para nada menciono lo que había vivido, y su tía tampoco indago en ello.

El día lunes llegó y con esto el día en que Dani tenía que volver a su aula y con ello el reto de volver a verlos, aunque era la última semana de clases, la última semana que los vería, ella estaba muy inquieta, todo el fin de semana se había pasado pensando en cómo afrontaría ese momento, hasta había dormido menos horas de las que acostumbraba dormir con normalidad por la tensión que sentía, era la última semana, luego venía el baile, y un mes de descanso antes de retornar de nuevo a las aulas, pero, ¿ella quería volver de nuevo al aula?, ¿podría soportar verlos juntos por el resto de años que aún les faltaba para concluir sus estudios?, esas eran las preguntas que habían rondado por la mente de Dani todo el fin de semana, tanto así que hasta le habían dificultado el sueño.

Con la mirada cansina, el rostro ojeroso y un tanto debilitada Dani se puso de pie, era la semana final y tenía que cumplir con ella, así no quisiera. La joven caminó con paso cansino al servicio higiénico, para lavarse el rostro y darse un baño con agua fría, para que así se relaje. Una vez que termino de bañarse se vistió, miro su rostro en el espejo, tras verse por algunos segundos con el cabello suelto, decidió trenzarlo como siempre, luego tomó su mochila y salió de su habitación para ir al comedor, donde ya estaba su tía sirviendo aquel café pasado que tanto le gustaba.

 

—Un buen café pasado para empezar la mañana — dijo la mujer al verla llegar a la mesa.




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