Capítulo 31: "Solo un disfraz"

Un joven de lentes oscuros, vestimenta moderna se encontraba sentado en una de las mesas de un restaurante mirando cada dos minutos el reloj que llevaba en una de sus manos, al tiempo que llevaba una copa a su boca, en un determinado momento vio entrar por la puerta a la persona que espera, y en su rostro se plasmó una sonrisa.

—«Ya llegó» — pensó el apuesto muchacho mientras dejaba la copa sobre la mesa para luego ponerse de pie para esperar la llegada de la persona que estaba esperando.

—Roby, tú no cambias, siempre tan sofisticado — decía una jovencita de cabello negro y mechones rojizos que vestía ropa también sport, al llegar a la mesa.

—Es que así me siento cómodo — respondió el joven mientras se acercaba a saludar a su amiga con un beso en la mejilla.

—Te comprendo, yo también me siento más cómoda así, con ropa no tan formal y con mi cabello todo desgreñado — dijo riendo Dani.

—Tu cabello no se ve para nada despeinado Dani — respondió Roby sonriendo, mientras se quitaba los lentes.

—Es porque me lo lacearon — dijo la joven sonriendo, mientras tomaba asiento.

—Claro — contesto Roby, tomando también asiento.

—¿Hacemos el pedido?, aunque creo que ya te me adelantaste, agrego sonriendo Dani.

—No cómo crees, solo solicite un refresquito, ya sabes para hacer un poco de tiempo hasta que llegabas — respondió Roby.

—Claro — dijo Dani, tomando la carta de la mesa.

—Cuéntame Dani, ¿cómo es Norteamérica? — escucho la joven la joven, haciendo que pose su mirada en su amigo.

—Pues es un país muy grande, y por lo mismo no lo llegue a conocer del todo, a las justas algunos estados cuando tenía descanso, claro ello pude hacerlo con mi primer sueldo, pues antes,…— decía Dani, mientras su amigo la escuchaba con atención, al tiempo que un mesero se acercó a la mesa interrumpiendo el relato de la joven.

Luego de algunos minutos, el mesero se retiró de la mesa y Dani continuo con su relato por algunos minutos más, mientras Roby la escuchaba atentamente.

—Vaya no imagine que hubieras tenido que pasar por todo ello — decía Roby con cierta nostalgia.

—Ni yo imagine que llegaría a vivir una experiencia así, pero me tocó vivirla, aunque en su momento fue doloroso y tenía mucho temor, por suerte gracias a las buenas personas que encontré en mi camino pude salir adelante, y cumplir mi objetivo — respondió Dani con mucha calma.

—Claro — dijo Roby, haciendo una pausa para acotar con una ligera sonrisa en su rostro —Y yo que te iba a preguntar por Lulú.

—¿Aún la recuerdas? — respondió Dani con una sonrisa en su rostro.

—Claro, el hecho de que me haya rechazado no es motivo para suprimirla de mis pensamientos, ella fue mi amiga también, y pase muchas anécdotas con ella, por ello siempre la recordaré, además gracias a ella saque todo mi lado seductor, ¿no? — decía Roby sonriendo.

—Ja ja ja ja, tú no cambias, y si es cierto, aún recuerdo que por Lulú dejaste de ser el niño formalito para convertirte en lo que hoy eres — decía Dani sonriendo.

—Tampoco exageres, solo me gusta lucir bien pues me hace sentir bien — respondió Roby.

—Lo sé, sé lo maravillosa persona que eres, nunca comprendí porque Lulú no te acepto — dijo Dani.

—No sentía lo mismo por mí, no puedo juzgarla por no corresponderme, ella de seguro encontró su otra mitad, esa a la que no pueda rechazar — respondió Roby con calma.

—De seguro, es una chica linda, me hubiera encantado seguir en contacto con ella, pero como ya te dije desde que perdí mis documentos y parte de mi equipaje, entre esas cosas mi celular, no tenía como contactarla, de seguro ella debió pensar que me convertí en una ingrata — dijo Dani, con cierta nostalgia al recordar aquellos momentos que había pasado hace algunos años.

—No, no lo creo, Lulú siempre le encontraba una respuesta a lo que sucedía, de seguro ella saco su propia conclusión, pero de hecho no pensó que eras una ingrata, pero mejor cambiemos de tema, no quiero que entristezcas — agrego Roby.

—¡Disculpa! aunque diga que no me produce nostalgia el recordar lo que pase, ello no es así, sin embargo, agradezco a Dios por todo lo que me hizo pasar, pues todo ello me hizo más fuerte — respondió Dani.

—Claro, pero ahora hablemos de un rumor que escuche, y que no pude confirmar, pues como ya sabes tú expediente de trabajo solo lo vio el dueño del canal, aunque de ser cierto el rumor, sí que me darías una gran sorpresa, pues no hubiera esperado que llegarás a dedicarte a ello — agrego Roby sonriendo.

—¿A qué rumor te refieres? — dijo Dani, aunque ya intuí la respuesta.

—¿Es cierto que un tiempo te dedicaste al canto? — respondió Roby, mientras el mesero se acercaba con los pedidos.

—Sí, incursione unos meses en la música por Kurt un amigo que conocí cuando estaba indocumentada….— decía Dani, al tiempo que el mesero llego a la mesa.

—Sus órdenes, dijo el mesero mientras colocaba los platos sobre la mesa.