Al Desnudo

Carta 18

Querido tú,

Hoy pensé en lo que significa renacer. No es un acto glorioso como lo pintan los libros, no es abrir los ojos un día y descubrir que todo está resuelto. Es más bien un proceso lento, torpe, lleno de retrocesos y pequeños pasos. Y aun así en medio de esa lentitud, siento que algo en mí comienza a moverse

Ya no paso todas las noches llorando tu ausencia. A veces me sorprendo escuchando música sin que me hiera, caminando sin que cada esquina me recuerde a ti. Son segundos breves, lo sé, pero son míos, y los atesoro como victorias. Quizá este es el verdadero avance: aprender a vivir con la cicatriz sin que me arranque la piel.

No quiero confundirme aún no estoy lista para abrirme a alguien más. Todavía resuena en mí esa frase que me acompaña desde tu partida no quiero desnudarme frente a otro cuerpo, no quiero inventar besos que nunca serán los tuyos. Pero ahora esas palabras ya no pesan como condena, sino como un pacto íntimo conmigo. Como si estuviera aprendiendo a respetar mi dolor en vez de pelear con él.

Hoy me miro en el espejo y descubro un rastro nuevo en mis ojos no es brillo, todavía, pero sí una calma distinta. Una aceptación suave, como si mi reflejo me dijera: “sigues aquí, incluso después de él”. Y por primera vez, me creo esa voz.

Con un hilo de vida renaciendo,
Yo.



#491 en Joven Adulto
#5607 en Novela romántica

En el texto hay: desamor, superacion, dolor

Editado: 22.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.