Al Desnudo

Carta 30

Querido tú,

Hoy te escribo para despedirme. No con rabia, ni con lágrimas que me arrastren al pasado, sino con la claridad que surge después de tanto recorrer sombras y luces. Hoy cierro esta etapa en la que tu recuerdo marcó cada latido mío, para abrir otra en la que puedo finalmente caminar con mis propios pasos.

Te agradezco, de algún modo extraño, por haberme enseñado lo que es amar, lo que es perder y, sobre todo, lo que es resistir. Sin ti no sabría reconocer la fuerza que me habita, ni valoraría la capacidad que tengo de reconstruirme a cada caída. Sin ti, no conocería la profundidad de mi propio corazón.

Hoy me despido de tu sombra, pero no de mi historia. Te dejo ir con la certeza de que merezco respirar libre, amar sin miedo, sentir sin cadenas. Y mientras te dejo atrás, abro los brazos al futuro, a la vida que me espera, a los días que aún no he vivido y que serán míos en cada gesto, en cada risa, en cada abrazo que no tenga que fingir.

Hoy el amor más grande que tengo es para mí misma. Hoy me doy la bienvenida a mi propio comienzo, con todas mis cicatrices y todo mi brillo, con la certeza de que todavía puedo sentir la vida en plenitud.

Con gratitud y libertad,
Yo.



#563 en Joven Adulto
#5799 en Novela romántica

En el texto hay: desamor, superacion, dolor

Editado: 03.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.