Alcanzando Mi Sueño

Capítulo 2

Al acercarme a la pantalla mi hermano inmediatamente procedió con las presentaciones —Estas son Amanda —Una chica de pelo rubio teñido me sonrió con un gesto de mano —, y Alexa —Su acompañante, una chica de pelo corto y negro saludo con el signo de paz. Ambas se parecian tanto que cualquiera pensaria que eran gemelas.

Sonreí y salude a ambas chicas mientras me acomodaba colocando una silla al lado de mi hermano. Ellas me devolvieron el saludo pero en sus miradas pude ver que no era lo que ella esperaban. Claro, mi hermano Josué siempre ha sido el "atractivo" de la casa. A pesar de que ambos tenemos razgos muy parecidos; la piel bronzeada por la constante exposición al sol que enfrentamos en este país, ambos somos de pelo rubio y ojos color miel, mi hermano, él siempre ha tenido el cuerpo.

A Josue, siempre le gustó practicar deportes, ama el Baseball el cuál le ayudó a mantenerse delgado, y desde que tuvo edad suficiente, empezó tambien a preocuparse tambien por sus musculos. Por lo que empezó a ir de lunes a domingo al gym. 

Obviamente el resultado era claro; tenia a todas las chicas vuelta locas por él.

En cambio yo... desde que tengo memoria siento complejos por mi cuerpo y esto no es algo que le haya dicho a nadie nunca. 

Desde que empecé en la adolescencia empecé a subir y bajar de peso regularmente. No mantengo un peso constante, y aunque no me considero en sobre peso, el hecho de que mi madre constantemente este haciendo comentarios como: "Jacob cariño, yo creo que has tenido suficientes pedazos de pizza", o "¿Por qué no empiezas a ir con tu hermano al gym seguro que te gustara? ", no ayudan. 

En fin, que tengo mi barriga, cachetes, y rollitos que me salen, por lo que para mi era entendible que las chicas hallan hecho cara cuando me presentó.

—Le decía aquí a las chicas que podiamos salir todos juntos el fin de semana. Estará la feria del libro y podemos hacer algo, si quieren.

En el momento en el que mi hermano dijo aquello, pasaron dos cosas que tenia seguro, habian pasado desapercibidas para él; la expresión instantania de emoción en Amanda, y la expresión de fastidio de su hermana. En ese intante lo comprendi enseguida, Josue queria salir con Amanda, pero ella queria agregar a su hermana Alexa y mi hermano mayor me necesitaba para su jugada.

—Claro que podemos. —Aseguró inmediatamente Amanda sin darle chances a su hermana de protestar.

Asi fué como todo el peso cayó sobre mis hombros, y en la mirada de mi hermano pude ver la suplica o quizas amenaza, silenciosa.

"Lo siento mucho por ti Alexa, no es como que a mi tampoco me interesara salir contigo, pero si no acepto mi hermano me va a matar".

—¿Sábado a las 3:00 p.m.? —Y dicho esto mi hermano me paso una mano por atrás del cuello y me atrajo hasta a él como un gesto que entendí como un: "Lo hiciste bien". 

—¡Estas loca! 

El grito de mi padre hizo que mi hermano y yo nos distrajeramos un momento de la pantalla de mi laptop.

—¡Andate con ella que de seguro que no esta loca!

En ese momento mi hermano temió que las chicas escucharan los gritos de nuestros padres y disculpandose con ellas terminó la llamada, no sin antes prometer que nos veriamos en dos días en la feria del libro.

—¿Crees que le este metiendo los cuernos? —Mi hermano me miro como si de pronto yo tuviera cinco años. Su mirada se suaviso, y me apreto el hombro cariñosamente.

—No podemos estar seguros, ¿verdad? pero de ser asi, recuerda que nuestra madre es fuerte, asi que no hay de qué preocuparse. 

En su mirada pude ver que lo decia más para si mismo que para mi.

La discusión terminó con mi madre llorando en la habitación y mi padre yendose a pasar la noche a saber Dios, dónde.

Ultimamente nos habiamos acostumbrado a sus discusiones. Cada vez eran más frecuentes, y por la más mínima cosa estallaban en gritos. Mi padre habia empezado a llegar más tarde por las noches tratando de evitar los enfrentamientos, estoy seguro de que mi madre se hacía la dormida para respetar su deseo, pero esto era nuevo. Nunca habian escuchado acusaciones sobre cuernos.

Una parte mia deseaba que fueran mentira, pero otra parte de mi, queria saber la verdad, y sobre todo, queria que se acabaran las discusiones. Odiaba escuchar el llanto de su madre que llegaba después de cada discusión.

Cuando mi hermano me dejó sólo me deje caer en mi cama y me coloqué nuevamente mis audifonos. Volví a subirle el volumen a la música, esa era mi única manera de sobrevivir y habia aprendido a vivir con ella.




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