Algo de ti

6

— ¿Así que besas a todos los hombres que recien conoces?

La pregunta de Oliver hizo que Margarita casi se ahogara con su bebida. Luego del pequeño beso que le dio él no hizo nada más que invitarla a sentarse y le ofreció el menú con las bebidas. Margarita había pedido el primero que vio, se le había olvidado el abecedario y el significado de cada palabra. Estaba my nerviosa. Se sentía una tonta, por lo que no dijo nada durante diez minutos.

— ¿Qué? — Margarita no sabía ni a donde ver, la mirada de Oliver la hacía sentir juzgada — No, no, nada que ver. Es solo que...

¿Qué iba a decir? ¿Qué sintió el impulso y necesidad de darle un beso porque le parecía que estaba muy triste?

Por supuesto que no podía decir eso. Y mucho decirle que tabién lo haabía hecho porque él le parecía un hombre muy guapo. Eso sonaba aun peor. Porque eso sería afirmar que ella anda por la calle besando a hombres que le parecen atractivos.

Mientras Margarita moría de la vergüenza y se tornaba roja como tomate, Oliver no podía dejar de verla especialmente a sus labios. Algo que nunca antes le había pasado estaba poniéndolo como loco y muy desconcertado.

¡Aún sentía la presión de sus labios!

Eso si que era algo nuevo. Pero más inquietante era saber la razón por la que ella lo había hecho. No quería pensar que lo hacía con cualquiera o con todos, no quería pensar así era ella, porque entonces sería una pena.

Oliver entonces noto la ansiedad de Margarita. Paso su lengua por sus labios que ya no estaban resequecos ni se sentían solos y sus ojos brillaron cuando la mirada de Margarita se poso en ellos y sus labios se abrieron un poco.

Ambos voltearon su vista a lados opuestos cuando se dieron cuenta que se estaban viendo los labios mutuamente. Él fingió arreglar su gargante y ella se tomo el resto de la bebida.

— Lo siento. Realmente lo siento. Fue un error. — dijo ella en voz baja y mirando su bebida sin querer verlo a él.

No. Esa no era la respuesta que el buscaba, porque era peor que las anteriores.

— No lo vuelvas hacer si es un error — respondió él y se reacomodo en la silla, su postura dejaba claro que no quería volver a tocar el tema.

Margarita se arrepintió al instante y se golpeo mentalmente la cabeza.

"Tonta, tonta. Ahora él puede pensar lo peor de mí"

— Y ahora hablando de lo importante: el universario de mis padres. Fue por eso que te escribí y te cité en este lugar.

— Sí, claro. Desde ya te digo que es un placer hacer esto. Siempre me han encantado los aniversarios de parejas. Me encanta celebrar el amor, pues creo que nunca muere. Además sé que el amor está en todas partes. Soy una fan de amor y de todas las cosas bellas que te puede traer y ...

— El amor puede cambiar, no es eterno. Puede morir, no es para toda la vida. — interrumpió Oliver.

Margarita se sorprendió por su respuesta y le dio un poco de pena que pensará eso si era hijo de un matrimonio que ella podría apostar a que era feliz y lleno de amor.

— Pues yo no lo creo.

— No importa lo que creas.

— Eso fue muy rudo. Tienes derecho a creer lo que quieras, pero no a decir que no importa lo que creo. Eso solo lo dicen personas débiles de mentes y tontos de espíritu.

Margarita arrugo su ceño y lo vio como si hubiera dicho la peor de las mentiras.

Oliver observó su mirada y se encogió un poco de hombros. Sentía que merecía ser castigado.

— Lo siento, no quería decir eso. Es solo que me incomoda...

— Mis amigos y yo podemos llegar temprano a su casa y realizar la decoración y no solo estar ahí como una banda que toca y se va. — interrumpió esta vez ella — solo hace falta que nos des detalles del tamaño del lugar y de las ideas de decoración.

Oliver sonrió por la falsa seriedad de Margarita. Le parecía anormal que ella estuviera seria, no la había visto tantas veces pero estaba más que seguro que ella sonría todo el día.

— En realidad no hay ideas. Esperaba que ustedes pudieran ayudarme. Me encargo de esto porque mis padres quieren que sea una sopresa.

— ¿Cómo será una sorpresa cuando saben que nosotros estaremos ahí?

— Pues la sorpresa es lo que ellos se darán entre sí. — se detuvo pensativo y se puso a buscar algo entre sus bolsillos hasta que encontró un papel algo arrugado — En realidad me encargo de hacer la sorpresa de uno y de otro sin que se enterén entre sí, y hasta ahora mi madre es quién me ha dado esta lista.

Margarita tomo rápidamente la carta que el estaba por ofrecerle. Estaba entusiasta.

Mientras Margarita leía el papelito y sonría de oreja a oreja y pequeñas arrugas se formaban en las esquinas de sus ojos Oliver no podía dejar de sentir sus labios. Observó sin vergüenza cada rincón de su rostro y se encontró sonriendo cuando ella también lo hacía.

Margarita no era consciente de que él la estaba mirando detenidamente, pues en su mente se estaban creando varias ideas y escenarios para realizar el mejor aniversario del año.

— Tengo mucha ideas, será que de se las cuente a mis amigos para poder enviarte un presupuesto y opciones.

Al no obtener respuesta Margarita dejó de leer y levantó la mirada.

Oliver la contemplaba, pero su mirada irradiaba tranquilidad y sus labios estaban formando una leve sonrisa. Ella se suborizó un poco.

— Bueno, si es que al final nos contratas. Puedes tomarte el tiempo para pensar, solo ten en cuenta que esto lleva tiempo y es lo que no tenemos para...

— Será un placer que la chica fan del amor se encargue de un día tan especial para mis padres.

Margarita sonrió de alegría.

Y el corazón de Oliver se hinchó de ansias.




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