Yaneth y Violeta intentaban convencer a Liz para que fuera con ellas al "Callejón de las Bandas"; una pequeña calle ubicada en el centro de la ciudad, que se encontraba rodeada por edificios antiguos, los cuales en fin de semana se transformaban en restaurantes y bares, escenarios perfectos para bandas de pop-rock.
Ese viernes por la noche tenía algo especial, se trataba del cumpleaños de Sofía, y el grupo de amigos ya se encontraba de hecho en el callejón, por lo que Liz no tuvo más opción que acceder a acompañarlos. En cuanto terminaron las clases, las tres jóvenes subieron al carro de Violeta y se dirigieron al lugar. Cuando finalmente llegaron, el estacionamiento ya estaba lleno, por lo que tuvieron que ir a buscar un lugar en los alrededores; Violeta dio unas cuantas vueltas hasta que finalmente se detuvo en una calle.
-Te volviste loca, porque te estacionas aquí?!-. Replicó Yaneth bastante exaltada.
-Qué pasa?, me asustas-. Le contesto Liz, mientras que Violeta daba un vistazo por los espejos para poder estacionarse.
-Es que no saben que este lugar esta embrujado, por eso la calle está sola!-. Yaneth señalo hacia la calle, y efectivamente tenía razón, había solo dos carros más.
-Embrujado!!?, entonces será mejor buscar otro sitio-. Dijo Violeta algo temerosa.
-Que no has escuchado las historias de este lugar, se aparecen fantasmas, dicen que hasta demonios, incluso esta esa horrible cafetería!!!-. Explico Yaneth.
"La calle de San Agustín", nombrada así por la iglesia que estaba en la entrada de esta calle y ubicada dos cuadras antes del "Callejón de las Bandas", era conocida por las historias de fantasmas que se contaban sobre ella, algunos comentaban que hasta el diablo te podías encontrar en ese lugar; sin embargo, en los últimos años se había hecho especialmente famosa por una peculiar cafetería.
-Aquí no se aparece nada, y si te refieres a la "Cafetería Monster" te diré que la comida es deliciosa, y que tampoco encontraras un solo fantasma en ella, bueno al menos no uno real-. Expreso Liz bastante convencida de lo que decía.
-"Cafetería Monster"? qué es eso?-. Pregunto Violeta.
-Amiga enserio, en qué mundo vives...-. Liz arqueó una de sus cejas y miro a Violeta extrañada. –Se trata de ese lugar-. Dijo señalando el edificio frente a ella. –Es una cafetería ambientada tipo casa del terror; al parecer el dueño es un fanático de lo paranormal, y aprovecha las historias que se cuentan de esta calle como publicidad gratuita. Pero nada es real.
-Yo no estaría tan segura, mira casi nadie pasa o se estaciona por aquí-. Replico Yaneth.
-Yaneth tiene razón, además no se necesita mucho para que este lugar inspire miedo, solo mira la calle, las farolas casi no alumbran, esta todo obscuro...mejor me muevo.
-Violeta por favor no seas ridícula, y créanme aquí no se aparece nada. Ahora las dos ya bájense del carro que vamos tardísimo, ya todos deben estar bailando.
Cuando por fin llegaron al lugar, sus amigos los estaban esperando dentro de "La torre de Babel". Rápidamente Yaneth y Liz fueron a dejar sus cosas para ir a bailar, mientras que Violeta se quedó en la mesa con los demás.
Después de un rato, Leo se acercó a la mesa y se sentó en un lado de Violeta, Daniel en un tono de burla lo cuestiono acerca de sus habilidades para el baile (ya que era bastante bueno), pero Leo con una gran sonrisa le contesto que eso a las chicas les encantaba, y sí que tenía razón pues en la pista todas iban sobre él.
-Amigo te han callado-. Dijo Esteban con una gran carcajada.
-Que va, además a mí solo me interesa la atención de una chica-. Daniel se levantó de la mesa con una gran sonrisa al ver que su novia había llegado, después ambos se fueron a bailar.
-Y ustedes, que pretexto tienen?-. Pregunto Leo a los demás
-Yo no tengo alguno, por eso mejor me voy a bailar-. Esteban se levantó y fue a la pista de baile con Liz.
-Y tu Violeta?!-. Luis miro a Violeta y le hizo gestos a modo de juego.
-Pues no tengo ganas... tal vez mas tarde. Pero qué me dices tú, deberías ir con Yaneth, antes de que alguien más lo haga.
-Como, tú con Yaneth?!-.Replico Leo. –Por favor, cuéntenme!.
-Yo te cuento!-. Grito Violeta emocionada.
-Ya están otra vez con lo mismo...-. Luis tomo su bebida y le dio un trago, para después mira hacia la pista de baile, tratando de restarle importancia al asunto.
Hacía ya algunos meses que Luis y Yaneth empezaron a salir solos, sin el resto del grupo, iban al cine, a cenar, a bailar; pero según Yaneth, El simplemente no le decía nada respecto a si quería que fueran algo más que amigos.