Violeta estaba sentada en una banca escuchando música, quería distraerse, por suerte las cosas habían estado "normales" durante varios días ya que no había tenido alucinaciones, sin embargo, no podía dejar de pensar en lo que ocurrió con David noches atrás; no es que hubiese sido algo malo, incluso estaba algo feliz, pero de algún modo sentía que algo no estaba bien que algo se le estaba pasando, y era justo es lo que le preocupaba.
Intentado dejar el asunto atrás, cerró sus ojos y se concentró en la música, pero fue interrumpida, alguien le quito los audífonos de manera brusca haciéndola moverse de la banca de un sobresalto; Daniel estaba parado frente a ella y no podía parar de reír, había conseguido lo que buscaba... asustarla.
-Y bien... este es el tercer día que no entras a la clase de David-. Él se sentó a un lado de ella y le regreso sus audífonos. –Paso algo?
Violeta solo sonrío y se encogió de hombros.
-No me digas que... le volviste aventar un pastel!- Comento recordando el día que su hermana le conto lo que paso en el restaurante.
-Claro que no!!-. Ella le hizo gesto de desaprobación y después se puso a escuchar música de nuevo; pero Daniel no tenía intenciones de darse por vencido tan rápido, así que volvió a arrebatarle los audífonos, lo que captó la atención de ella.
Violeta suspiro resignada y decidida a contarle lo que pasaba, después de todo, aparte de ser su hermano era su mejor amigo; cuando a lo lejos vio a Leo acercándose, no podía hablar con él, o más bien no quería hacerlo; los últimos días se había estado ocultando de los dos hermanos, y aunque sabía que tarde o temprano tendría que volver a hablar con ellos, prefería que fuera más tarde ya que no estaba lista. Ella miro a su alrededor buscando una salida, pero no tenía opciones, en cuanto caminara para alejarse Leo la vería, pero tampoco podía quedarse ahí, así que tomo rápidamente sus cosas y se ocultó tras unos arbustos que estaban a un lado de la banca, Daniel que no entendía lo que estaba haciendo Violeta, le quito su chamarra y le dijo que no se lo regresaría hasta que le explicara lo que ocurría; Leo estaba muy cerca, así que ella acepto siempre y cuando la ayudara a ocultarse.
-Está bien!, tu ganas, pero no dejes que me vea-. Dijo Violeta ocultándose lo mejor que podía
-...ya te volviste loca...-. Daniel susurro en tono de burla hacia los arbustos
-Con quien hablas?-. Pregunto Leo tratando de ver con quien estaba Daniel, pero no logro ver a nadie
-Que!?... hola Leo-. Daniel pretendía cumplir su parte del trato, si con eso se enteraba de que estaba pasando. -...hablar, no, solo cantaba...bueno tarareaba una canción.
-Como sea, haz visto a Violeta, necesito hablar con ella
-Violeta... no, no la he visto...
-Que no es esa su chamarra-. Dijo Leo señalando la chamarra
Violeta pensó que estaba perdida, para su suerte Daniel supo bien como cubrirla.
-Sí, Yaneth lo encontró en el salón y como se tuvo que ir, me lo dio a mí para que se lo entregara-. Daniel dio una buena excusa, pero fue tarde, Leo se había dado cuenta de que Violeta estaba escondiéndose.
-Claro, entiendo-. Leo señalo sonriendo hacia los arbustos. –Es que estos últimos días parece que se está ocultando de mí, por más que lo intento no he podido encontrarla, y tengo algo pendiente con ella.
-Quieres que le diga algo cuando la vea?-. Daniel noto que Leo se había dado cuenta, así que hizo esta pregunta tratando de que Violeta supiera para que la querían.
-Que me urge hablar con ella-. Leo sonrío, aunque su rostro era más bien de decepción, y luego se fue del lugar
-Ya puedes salir, ya se fue-. Daniel pensó que era mejor no decirle a su hermana que la habían descubierto
-Gracias!, me salvaste-. Respondió ella mientras salía de los arbustos y sacudía sus ropas
-Y bien, que está pasando, porque no quieres ver a ninguno de los dos hermanos?
Violeta dio un gran suspiro y sonrío, Daniel había cumplido su parte del trato, y ahora le tocaba a ella; además, necesitaba hablar con alguien de lo que estaba pasando, y él siempre había sido bueno en dar consejos.
-Claro!, pero vamos a un lugar más tranquilo
Ambos salieron de la escuela, y se dirigieron a su restaurante habitual, una vez ahí pidieron algo para beber y la plática dio inicio. Violeta comenzó por contarle lo que había hablado con las chicas respecto a David y Leo, como ellas pensaban que esos dos sentían algo más que solo amistad por ella; y lo ocurrido en el departamento con David. Por su parte, Daniel estuvo atento escuchando, cuando ella termino, le contó como todos sospechaban que David estaba interesado en ella y que parecía ser la única en no notarlo, pues desde que llego a la escuela como maestro sustituto, se dedicó a buscar la manera de estar cerca de ella, además, El no veía ningún problema en que salieran; sin embargo, en lo que a Leo se refería, las cosas eran diferentes.