Alma Perdida

FINAL

-Estas bien?!

Una descarga eléctrica recorrió el cuerpo de Violeta con solo escuchar su voz, y reconoció la sensación...se trataba del mismo sujeto que vio con los lobos.

-Violeta, estas bien?!-. Pregunto ahora con más énfasis, para después sacar de su estómago la flecha; una vez que la lanzo al piso giro un poco su rostro, para finalmente cruzar su mirada con la de Violeta; y si bien era cierto que las flechas de Leo eran doradas, aun así no tenían comparación con el brillo de aquellos ojos.

-S...si...-. Respondió ella abrumada.

En el patio, Azahin demostraba porque era un demonio respetado y temido; David tenia buena puntería, pero este sujeto era impresionante, y se lo había demostrado al perforar una de sus alas con tres dagas, además de varios cortes en piernas y brazos; por suerte para David, el también había conseguido dar buenos tiros, sin contar el primero que realizo al perforarle una mano para salvar a Violeta; este tiro le estaba ayudando a mantener a raya la situación.

De pronto la pelea se detuvo, ambos se quedaron pasmados ante la presencia que sin previo aviso hizo acto de aparición en el interior del museo; y no fue hasta ese momento que Azahin fue capaz de darse cuenta en el serio problema que Mirza estaba metida, aunque en ese instante le preocupaba mas descubrir quién era el recién llegado. En cambio, David se quedó petrificado, durante la pelea había estado seguro de que Azahin era quien había estado todo este tiempo tras Violeta, pero aquella impactante presencia que ahora mismo estaba tan cerca de ella, no irradiaba una sola gota de bondad; necesitaba hacer algo pues sabía que Violeta y Daniel no tendrían oportunidad alguna, sin embargo, sus pensamientos se vieron interrumpidos por un fuerte dolor en su pecho... Azahin había aprovechado su distracción, y le lanzo una daga que le dio en el corazón haciéndolo caer al instante.

Leo soltó una gran carcajada, por un segundo parecía ser el mismo de siempre.

-En verdad me podía esperar que apareciera aquí cualquiera menos tu.-. Comento señalando al recién llegado. -No cabe duda que estar cerca de ti Violeta, siempre es interesante.

Violeta sabía que Leo estaba diciendo algo, y aunque las palabras hacían un lejano eco en su cabeza, no entendía una sola palabra de lo que decía, pues todo su foco de atención estaba parado justo frente a ella, extendiéndole la mano para ayudarla a ponerse de pie. Durante unos instantes, su cuerpo parecía reaccionar por sí solo atraído hacia aquella mano, sin embargo, un rayo de lucidez la hizo detenerse... si con solo escuchar su voz había vibrado, no quería imaginarse que iba a pasar en cuanto le diera la mano, por lo que decidió que tocarlo era una locura y se puso de pie por sí misma; tomo una gran bocanada de aire, y con gran esfuerzo logro conectar su cerebro con su boca...

-Quie...quién eres?-. Pregunto aturdida

-El Violeta... es el dueño de tu alma-. Respondió Leo de manera sarcástica.

El desconocido dibujo una media sonrisa al escuchar esto, al mismo tiempo que en su mano aparecía una guadaña de su misma altura; Violeta palideció al ver el arma pensando que la única vez que había visto algo similar era en imágenes referentes a la muerte.

-No soy quien tú piensas-. Respondió ante la pregunta no formulada de Violeta. -Soy algo mucho peor...-. Cuando termino de decir esto, hizo un rápido movimiento y se colocó tras ella desviando dos dagas que venían desde dirección contraria.

Azahin se dirigió rápidamente hasta donde se encontraba Mirza aprisionada, y de manera realmente impresionante, golpeo sus puños contra el suelo resquebrajándolo, logrando así liberarla.

-Quién hizo esto?... fue él?-. Pregunto Azahin señalando al ángel de alas negras; Mirza recupero su figura humana, y con una irónica sonrisa señaló a Leo, quien observaba atentamente hacia los dos demonios.

Todo indicaba que las cosas estaban por ponerse aún peor, por lo que con gran esfuerzo, Violeta logro apartar su vista del recién llegado y camino hasta donde estaba su hermano para intentar hacerlo reaccionar; cuando escucho algo que hizo a su corazón dejar de latir por unos instantes.

-Honestamente me has sorprendido...-. Comento Leo dirigiéndose hacia Azahin. -No me esperaba que derrotaras a mi hermano...

-Permíteme mostrarte como lo hice...-. Respondió el demonio lanzándose contra él.

Mientras tanto, los ojos de Mirza se cruzaron por un segundo con los de Violeta, y basto solo otro segundo para que retomara su forma demoniaca y se lanzara contra ella, sin embargo, el desconocido le hizo frente.

-Vamos Daniel, tienes que levantarte-. Le decía Violeta a su hermano, intentando que reaccionara. -Tenemos que buscar a David... por favor...

El ruido ocasionado por ambas peleas era escalofriante, y el ambiente era simplemente épico; Violeta no quería ni siquiera mirar lo que ocurría, además, la idea de que David estaba muerto ahora abarcaba todos sus pensamientos racionales.

-Estás segura de querer ir a buscar al otro ángel?-. Pregunto Luc con incredulidad, mientras se agachaba para quedar a la misma altura de ella y Daniel. -Que te hace pensar que sigue vivo, o peor aún... que no quiere matarte también?-. Termino de decir con una mueca de dolor en su rostro por la herida que tenía en el estómago.




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