Capitulo 8

Antes de que ocurriera una desgracia, me metí en medio de esos animales.

—¡Quítate! —gruño Daniel intentando empujarme a lo que retroedí y choque con la espalda del desconocido

—¡No le gruñas a Tú Luna!

—¡Sí te atreves a tocar un solo cabello de Mí Hermana…

—¡No es tuya es mía!— miré que el sujeto tenía los puños blanco y el cuerpo tensionado.

—¡Tuya la cagada de un gato!— ¡Que engenio de insultó!

Mejor que me lo deje a mí, sí pretende defenderme con palabras tan tiernas.

—¡Basta! ¡Detenga se! — grite empujando a cada uno— Juro que si vuelvo a ir gruñir a alguno de ustedes le quitaré la pelotas con una motosierra.

—¡Tú mocosa sabes el significaso de lo que está ocurriendo!— susurro jalandoce el cabello — voy a llamar a tus padres.

—Esto lo tenemos, hablar AHORA yo no voy a esperar doce horas.— Agregué viendo cómo el sujeto mirándome fijamente sin parpadear.

O tal ves lo invité a tomar café en su cocina y vuelvo estrellar su cabeza por la heladera dejándolo inconveniente.

— Estoy de acuerdo con mi Luna — ronroneo causandome un escalofrío— Acompañen me

Pasó por donde estaba, empujando levemente por la espalda baja recibiendo un mirada fulminante de parte… bueno ustedes ya saben.

Después de unos micro minutos llegamos en frente de una ¿Oficina?

—Tomen asiento —dijo rodeando el escritorio sentándose en la silla de enfrente — Saben mi indignación — alce una ceja— que me niegues a cotejar a Mi Luna, siendo que yo te lo e permitido con mi hermana

¿Cortejar y esto cuando paso? Que ni cuenta me dí.

Cuando volteé a mirar a mí acompañante vi que se estaba marchando.

— Antes de que hables, tengo algunas cosas qué decirte yo no voy a hacerte de incubadora personal, no voy a estancar me con sus creencias las respetó pero no la comparto.

>>Yo tengo sueño, apiraciones quiero estudiar, trabajar y divertirme. Por qué créeme e visto a muchas personas de tú especie apagar aspiraciones de sus "parejas" por celos, creencias antiguas y estúpidas sin ofender.

—Ya terminaste de hablar — asentí — tú padre de vió haberte inculcado nuestra cultura, para entender lo que un hombre siente al encontrar a su pareja.

— Por si no te has dado cuenta ¡Soy humana! genio no esperábamos que un hombre de dos metros cara de matón venga reclamado que soy “suya”. Sé que si no permanezco contigo te debilitaras — cuando por fin tuve las agallas
miré su rostro y ví que tenía lágrimas en ellos

—M…e du..ele.lo..di.ce.Luna — con una mueca de dolor — No me..re..cha.se..s