Amada amante.

La calma...

Me levanté antes de que él lo hiciera pero me sentía un poco más pesada de lo normal, ya eran las 10 de la mañana y seguro ya todos estaban en casa, menos Makey pues sugirió que no vendría pues no quería fomentar problemas entre nosotros.
Cuando estaba en le baño sentada Anthon abrio la puerta y se quitó la bata quedando desnudo, pero sus intensiones eran ayudarme a bañarme por lo que todo salió muy bien a esa hora.
Una vez listos nos dimos a la tarea ir al primer piso, los señores Rinaldi andaban más que ocupados con las dos recién nacidas, pero cuando los vieron bajar de la mano sus rostros se iluminaron aún más.
-Por lo menos hay algo más resuelto en esta casa- dijo doña Sarah.
-Espero esta vez, seas un poco más sensato y no darnos mas problemas hijo- dijo don Frederic-
-A veces me pregunto si también soy adoptado-  Anthon respondió con un toque de burla y diversión.
-Y yo si te cambiaron en el hospital- dice doña Sarah molesta-
-Vamos madre, solo era una broma- dice soltandome para abrazarla.
El abuelo se acerca para hablarme en voz baja.
-Makey no vino para no irritar a tu marido, luisa, lisa y Sheyla están arriba con los mayores y las nanas, pidió que enviara a los niños a casa después de la cena- dice el abuelo.
Me molesta esta parte de mi vida, pues definitivamente no debí aceptar tener hijos con él, es muy difícil para mi separarme de ellos ahora que los tengo de vuelta.
-Esta bien abuelo, haré lo que pide- digo con enojo pero trato de disimularlo.
Ha pasado una semana conmigo y a conocido a mis hijas e hijos, a pesar de todo no les mostró ningún tipo de malicia, al contrario los ha tratado como sus hijos. Con las recién nacidas es todo un amor, las niñas nacieron prácticamente igual a mi, según sus propias palabras, aunque sus ojos son del color de su padre. 
-Ya es hora de irme, no puedo dejar por mucho tiempo la empresa sola- dice el con la maleta en la mano y siento como no desea irse- 
-Lo sé,  haz tu trabajo bien talvez puedas venir un fin de semana que no estés tan ocupado- digo mirándole a los ojos.
-Vere la agenda con Martín, pero deseo regresar este fin de semana- dice y me da un beso.
-En unos días ingresaré al hospital, no puedo más estar de pie y puede complicarse, no me quiero arriesgar- digo con ilusión mientras acaricio mi vientre enorme.
-Hazlo pronto entonces, apenas cumples 6 meses pero tu vientre está un poco exagerado, por favor que me informen de cualquier cosa que suceda si tu no puedes- dice el mirando a la entrada de la casa
-No te preocupes. Creo que lo tienen claro, solo no te modifiques por mi, ve ha hacer lo que debes- le doy un beso que el profundiza y luego me deja para darme más besos cortos.
-¡Basta!!, no te irás nunca si sigues así- digo entre risas.
-esta bien nos vemos pronto, te llamaré en cuanto aterrice de acuerdo- dice mientras sube al auto.
-Bien. Vayan con cuidado- el sierra la ventana y se van y me quedo parada hasta que no veo más el auto...
Por favor que ahora si podamos vivir en paz...- pido en silencio al cielo.
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En españa...
¿Como has estado querida?-dice el hombre de piel ligeramente morena-
-Bien, si se puede decir eso, ya no me duele tanto la cara, pero han quitado todos los espejos de la habitación- dice Alexia molesta.
-yo los mandé quitar, pues estabas muy hinchada y podías deprimirte, en cuanto baje la hinchazón de tu cuerpo mandaré a colocarlos de nuevo-dice a modo de confort.
-Gracias por preocuparte por mi, pensé que había quedado desfigurada o algo asi- dice ella.
Alexia se ha estado mintiendo a sí misma, hace dos días se vio al espejo y quedó en shock total. Se niega a admitir que no puede volver a tener su hermosa cara de antes. - dice el hombre para si mismo.
-Todo va estar bien pronto, solo hay que esperar a que tus huesos y tu cuerpo actúen para bien- dice divagando en las palabras-
-Gracias por tu apoyo, nunca pensé que te quedarías a mi lado a pesar de todo, siempre estuve tan ciega y no vi tu buen corazón-dice ella en arrepentida.
Esas palabras habrían significado algo antes de que te largas en busca de ese Anthon, incluso me pediste ayuda para poder separarlo de su esposa... lo siento tu palabra ahora no vale nada, por mucho que te quise ahora no vale la pena quedarme contigo - piensa...
-Que es lo que piensas?- dice ella al ver que el no responde.
-Pienso en que espere mucho tiempo a tu lado para que valorarás mi amor, pero al fin escucho de ti esas hermosas palabras- dice el tratando se sonar complacido.
-No te valoré. Perdoname ahora solo ayúdame esta vez a vengarme de lo que me hicieron y me quedaré contigo para siempre- dice ella.
-Ya estoy en eso, no te preocupes, incluso tengo una casa lista para nosotros y una persona que me ayudara a cuidarte cuando no esté en casa- dice el.
-Gracias, te lo agradezco tanto-dice alexia al borde del llanto.
-No llores que te hará daño, cuando estés mejor te llevaré a casa, es pequeña pero para nosotros es sufiente- dice el hombre apelando a que no es rico, según ella.
-No importa, todo estará bien con una pequeña mansión en las afueras de la cuidad- dice ella tranquila-
-Si esta fuera de la cuidad, para nuestra comodidad-dice el ignorando sus palabras.
Si supieras, esta es mi última vez contigo, después de que te ayude te llevaré fuera de cuidad a un pueblo olvidado, allí vivirás con una mujer que cuidará de ti... yo por mi parte buscaré otros horizontes- se decía a sí mismo mientras le sonreía-
-ya has preparado todo?-dice ella en tono infantil -
-Si querida, solo estoy esperando a que Anthon regrese a Italia, según mis fuentes se ha reconciliado con su esposa, eso hará la situación más difícil de recuperar para ambos- dice el ahora molesto 
-Bien, espero que don Frederic y doña Sarah le den la espalda a ella también, con el abuelo sera más difícil que crea en lo que sea que le digan de su amada Camil, pero con que duden me conformo, eso será suficiente para mi- dice ella molesta.
-No te preocupes todo esta bien planificado, solo es de esperar a que las cosas se acomoden para soltar las hienas- dice elcon clara ira en sus ojo.
Siempre fui tu títere y hasta este momento me estoy dando cuenta. Solo me dices que me aprecias mientras cosigues de mi la venganza... hay!!! Maldita mujer, todo te saldrá mal después de esto- sonríe mientras por dentro no haya la hora de vengarse.
-Duerme querida, debes descansar yo iré a la cuidad dos semanas para arreglar unos asuntos en mi trabajo, pero después esperaré un mes para dar el golpe te parece- dice el mirándola con precaución.
-Si esta bien, es sufiente tiempo como para que los bebés de Anthon estén más maduros, no soy tan tonta como para provocar así Anthon, una cosa es que ella lo llegue a odiar y otra es que se muera con los hijos adentro, eso sería mi muerte segura- dice ella.
Y la mía también, por eso no he agitado las aguas, no soy tan estúpido después de todo yo la estoy ayudando, aunque para todo he dado el nombre de ella por si quiere buscar culpables- dice el para sus adentros...
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En el cuarto de la mansión Rinaldi...
En las aflicciones de la vida. mi más grande aflicción eres tú...
No sé cómo afrontar cada paso que das hacia atrás...
Aunque mi corazón aún sigue confiando, mi mente dice que no me acerque.
¿Que haré si no me aprecias esta vez?...
¿Que pasa alma mía si no vuelves a confiar en él?...
¿Que harás si ya no tienes en cuenta el amor que le profesa con todas esas heridas abiertas en cada parte de tu alma?

Cierro y voy a darme un baño... necesito un poco de paz.
 




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