EL HEREDERO DE HIERRO

La noticia cruzó el planeta en menos de veinte minutos:

EL IMPERIO BEAUMONT AHORA TIENE UN NUEVO DUEÑO. Y SOLO TIENE 7 AÑOS.

Pero nadie entendió el detalle más importante no era Aurelian quien decidía. Era Anthony.

La cima de la Torre Beaumont ,donde durante décadas nunca nadie vio al heredero, ahora tenía luces encendidas..Anthony estaba sentado detrás del escritorio más temido del mundo empresarial..Documentos holográficos flotaban frente a él:

▢ Bancos aliados
▢ Empresas armamentistas
▢ Lobby político
▢ Acuerdos con gobiernos externos
▢ Cadenas mediáticas
▢ Contratos con aristocracias que juraron destruirlo

Cada uno de esos nombres… había sido un arma usada contra él..Evan observaba desde un sillón, piernas cruzadas, ojos atentos.

—Puedes renunciar —le dijo—.A nadie tienes que demostrarle nada.

Anthony no respondió de inmediato..Tenía las manos apoyadas sobre la mesa como si temiera que su propio temblor lo delatara.

—Quiero una vida sencilla —murmuró— Una cabaña. Una cama. Tú. Nuestro hijo..Yo no quería esto…

Luego levantó la mirada y en sus ojos había acero puro.

—Pero él —señaló hacia la ventana, hacia el mundo entero— me quiso débil. Y se terminó.

A las 09:00 comenzó la primera..Directores generales, asesores financieros, aristócratas disfrazados de empresarios..Nadie se atrevió a sentarse antes que Anthony..Él permaneció de pie.

—A partir de hoy —dijo con voz firme—
todas las empresas con contratos que involucren explotación, corrupción o discriminación serán reformadas o cerradas.

Uno de los hombres más viejos, bigote blanco, mirada venenosa, se levantó.

—Joven usted no entiende cómo funciona el mundo.

Anthony sonrió, frío.

—Correcto. Yo no funciono como el mundo.
Por eso voy a cambiarlo.

Y con un gesto, el sistema holográfico proyectó documentos filtrados: Facturas falsas. Cuentas ocultas..Sobornos..Comercio de cuerpos. Tensión..Silencio..Vergüenza. Anthony no necesitó gritar..No necesitó amenazar..La verdad hizo el trabajo por él.

—Desde hoy, el Imperio Beaumont invertirá en —tomó aire— comunidades libres.

Evan abrió los ojos sorprendido.

—¿Eldermoon? —susurró.

Anthony asintió.

—Y cualquier comunidad del mundo que desee independencia y libertad..Si alguien quiere vivir sin cadenas yo lo financiaré.

Los consejeros quedaron atónitos.

—¿Va a regalar dinero?
—¿Se volvió loco?

Anthony apoyó una mano sobre la mesa.

—No es un regalo. Es justicia.

Mientras Anthony tomaba decisiones que cambiarían la historia. Aurelian observaba desde atrás del vidrio tintado..Su mano pequeña apoyada en la superficie fría..Veía a su padre transformarse. Del joven sumiso, obligado a mirar el suelo al hombre que podía mover el mundo con su firma.

Pero sus poderes no solo protegían..Sentía las emociones del mundo filtrarse a través de su mente como un río oscuro:

—“¿Quién es Anthony?”
—“¿Es un tirano nuevo?”
—“¿Debemos obedecerlo?”
—“Un niño heredero… peligroso.”
—“¿Y si ahora ellos oprimen al mundo?”

Aurelian respiró hondo.

—Papá —susurró—.no dejes que te conviertan en su reflejo.

Anthony escuchó la voz en su mente… y cerró los ojos solo un instante.

Cuando la torre quedó vacía,.Anthony se miró en el enorme espejo.

—Toda mi vida —dijo, apenas— quise que alguien dijera Anthony, estoy orgulloso de ti

Su rostro se endureció.

—Si el mundo no me lo da se lo daré yo mismo.

Evan se acercó, abrazándolo por detrás.

—No pierdas tu suavidad —murmuró— Es lo que te hizo diferente.

Anthony apoyó su frente en el espejo.

—No seré débil. Pero tampoco seré un monstruo.

Esa noche, al regresar al penthouse, sobre la puerta encontraron un sobre negro..Anthony lo abrió. Dentro había solo un papel manchado de rojo:

Un imperio no se conquista se arrebata.

Debajo, otro mensaje esta vez escrito con tinta plateada:

La caída recién comenzó. Bienvenido al trono.

Evan tomó el papel, alarma en los ojos. Anthony sonrió..No con miedo. Con desafío..Porque por primera vez en su vida era él quien tenía el control.