Amantes de Cristal

ELEGIR SIN PERDERSE

69:48:55

El contador seguía bajando. Eldermoon estaba despierta como si el sol jamás hubiese caído: torres activas, escudos mentales vibrando, ciudadanos susurrando en calles iluminadas por energía solar pero en la sala más alta, Anthony no hablaba. Solo miraba el mensaje flotando frente a él:

"Elige."

No decía quién. No decía qué. Y eso lo hacía más cruel.

EL PESO DE UN REY QUE NO QUISO CORONA

Evan lo encontró frente al ventanal, respirando apenas.

—Anthony, debes dormir.

—Dormiría si la decisión fuera solo mía —respondió sin girarse.

Evan se acercó hasta quedar a pocos centímetros.

—Si eliges sacrificarte tú… yo te seguiré.
Si eliges sacrificarnos a nosotros yo te odiaré.

Anthony tragó saliva.

—No quiero perderte. No quiero perderlo a él.

—Entonces no entregues nada —dijo Evan.

Anthony cerró los ojos, amando y temiendo la convicción en la voz de su esposo.

—¿Y si no entregar nada condena al mundo entero?

Evan apoyó su frente contra la de él.

—Si pierdes tu alma por salvarlos… entonces tampoco habrá mundo que valga la pena.

Anthony abrió los ojos. Y decidió.

—No sacrificaré ni a mi esposo ni a mi hijo. Ni a mí mismo.

—Entonces ¿qué vas a dar? —susurró Evan.

Anthony respondió con calma, pero cada palabra era un filo.

—Voy a sacrificar el reino para salvar a los reyes.

LA DECISIÓN IMPENSADA

Al amanecer, Anthony reunió al consejo. Todos esperaban un discurso militar, un plan bélico, una orden desesperada. Pero Anthony habló sin documentos, sin hologramas, sin escudos.

—El enemigo quiere obligarme a elegir entre el mundo y mi familia. Así que no permitiré que esa sea la ecuación.

Elise, presidenta del consejo, frunció el ceño.

—¿Qué propone entonces?

—Quitarle al enemigo el tablero entero.

Silencio. Kael fue el primero en comprender.

—¿Vas a desactivar el sistema global de decisión mental?
—Vas a destruir la red que conecta al mundo…

Lucien completó la frase:

—…aunque eso colapse gobiernos, economías y mercados.

Anthony asintió.

—Prefiero un planeta quebrado que un planeta obediente.

EL ENEMIGO RESPONDE

En una sala oscura, frente a cientos de pantallas, el enemigo se detuvo. Escuchó la decisión. Sintió el pulso de Anthony a través del eco mental. Y exhaló una carcajada baja, rota, casi… emocionada.

—Entonces por fin juegas como dios.

Levantó la mano sobre un teclado de luz y activó su primera pieza.

PRIMER ATAQUE LIBERADO

Las pantallas del mundo parpadearon. En 10 ciudades humanas simultáneas:

▪ hospitales comenzaron a dar diagnósticos erróneos
▪ bancos cambiaron saldos a cero
▪ sistemas de tráfico colapsaron
▪ políticos se quedaron sin voz en medio de discursos
▪ miles de personas… olvidaron su propio nombre

No destrucción. No muerte.

Desorientación.
Fragmentación.
Vacío.

Anthony vio los informes aparecer.

—Nos está mostrando lo que pasa —susurró Evan— cuando la mente deja de tener un centro.

Kael apretó los puños.

—Si destruyes la red global el mundo quedará así. Para siempre.

Anthony no respondió.nPorque sabía que era verdad.

AURELIAN — EL ECO

Mientras el caos comenzaba afuera, Aurelian estaba en la terraza superior, sentado solo, con las piernas colgando en el vacío. Miraba el horizonte como si esperara una respuesta del propio universo.

—Él cree que papá debe elegir —murmuró—
Pero papá nunca elige solo.

Cerró los ojos y extendió su mente por primera vez no hacia una persona sino hacia todas las personas y escuchó:

—"Tengo miedo"
—"No sé qué hacer"
—"¿Por qué todo se cae?"
—"Solo quiero que alguien me diga cómo vivir"
—"Estoy cansado… cansado… cansado…"

Aurelian abrió los ojos, y entendió el verdadero enemigo:

El cansancio del mundo. La renuncia. El deseo de dejar de elegir.

EL SACRIFICIO IMPREVISTO

Anthony regresó al despacho. El reloj marcaba:

67:00:01

Y entonces, solo él vio el nuevo mensaje aparecer:

Si tú no eliges yo elegiré por ti.

Debajo, una lista se desplegó:

EVAN BEAUMONT
AURELIAN BEAUMONT
ELDERMOON
HUMANIDAD

El cursor mental del enemigo comenzó a desplazarse lentamente hasta detenerse sobre un nombre.

Anthony sintió las piernas ceder. Porque la primera víctima elegida no era Evan. Ni Aurelian. Era ÉL MISMO.

Tu mente será la primera en caer.

La voz apareció en su cabeza.

—Yo no necesito matar tu cuerpo, Anthony.
Solo necesito convertirte.

Anthony, por primera vez tuvo miedo.




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