La pluma negra había sido la señal. Un virus mental invisible se expandió silencioso por Eldermoon, infectando pensamientos como una enfermedad sin fiebre. Eldermoon, la utopía masculina donde hombres criaban niños varones.y la tecnología permitía embarazos artificiales, había sido un mundo sin distinción ni jerarquía. Hasta que una idea entró:
—Algunos hombres no son como nosotros.
Nadie supo quién lo dijo..Pero todos lo escucharon. La frase mutó:
—"Los de piel oscura no pertenecen al modelo perfecto de Eldermoon."
—"La pureza genética es el futuro."
—"Nuestro mundo es blanco — su presencia lo mancha."
Las miradas dejaron de ser neutras.
Y se volvieron cuchillos. Evan caminó al mercado con Aurelian —7 años—y vio cómo un espacio se abría ante él como si su piel fuese fuego.
Manos retiradas..Miradas desviadas. Padres agarrando a sus niños. como si él fuese amenaza. Carteles anónimos aparecieron en las pantallas públicas:
Unión interracial = Ruina de Eldermoon
Identidad primero Separación es salvación
Aurelian recibió los pensamientos ajenos como golpes: asco, temor, odio, asfixia, desprecio
—Papá —murmuró— ¿por qué ahora somos diferentes?
Evan no respondió. Porque su alma estaba sangrando. Anthony fue convocado. El salón del Consejo todos hombres, antes aliados ahora lo observaban como un sacrilegio viviente. Elisean, líder del Consejo, habló con dureza:
—Anthony Beaumont, usted ha fracturado Eldermoon al traer un elemento externo racial. Nunca existió diferencia aquí…
hasta que él llegó.
Miró a Evan como si fuese un error. Otro consejero añadió:
—Nuestros hijos nacen para proteger la pureza tecnológica y genética de Eldermoon.
¿Cómo justificaremos que el descendiente más poderoso proviene de una unión con un hombre de piel oscura?
Anthony apretó los puños.
—No van a tocarlo.
—Entonces renuncie —exigió Elisean— y entregue a su pareja para reeducación.
La sociedad exige orden y pureza.
Esa palabra aquejaba el aire como pestilencia: pureza. Anthony habló con voz de acero:
—No sacrificaré a mi familia para sostener una mentira.
La sala rugió contra él. Cuando Anthony salió, un pequeño cuerpo corrió detrás de él. Kael. Diez años. Poder mental colosal. Ojos asustados.
—No quiero quedarme aquí —susurró—
Tengo miedo..Esto ya no es hogar.
Anthony se arrodilló.
—¿Quieres venir con nosotros?
Kael asintió sin una palabra más. Y Anthony lo cargó en brazos como quien rescata algo sagrado. Aurelian dio su mano a Kael.
—Si vienes con nosotros seremos hermanos —dijo con sonrisa leve.
Y Kael, por primera vez en semanas sonrió. Esa noche, Eldermoon durmió.con la falsa seguridad de una ciudad de cristal. Y mientras dormía.Anthony, Evan, Aurelian y Kael.se despidieron sin voz. Frente a la torre Beaumont, Evan dijo:
—Nunca pensé que para salvarnos tendríamos que abandonar el cielo.
Anthony respondió:
—A veces lo que parece cielo.es una jaula con flores.
Sin más palabras, activaron el portal oculto
solo accesible a la sangre Beaumont. Y desaparecieron del mapa del mundo.
No dejaron huellas.
Ni señales.
Ni memoria.
Eldermoon olvidó a quienes había expulsado. Minutos después de su partida la cúpula mental que protegía la ciudad se desvaneció. Como si hubiera sido sostenida solo por la presencia de Anthony.
Y entonces el aire se agrietó. Pasos resonaron sobre la tierra perfecta. El enemigo entró. No como sombra..No como voz. Como hombre. Rodeado por su séquito: decenas de hombres, con ojos vacíos y ambición ardiente.
—Un reino sin reyes —dijo él— es un festín.
Sus manos se extendieron y una onda oscura atravesó la ciudad.
Los hombres de Eldermoon cayeron de rodillas.como si la gravedad hubiese duplicado su peso. Niños lloraron..Padres gritaron..Pero sus bocas no obedecieron sus almas..El enemigo sonrió.
—Desde ahora sus cuerpos me pertenecen. Y su tecnología me hará un dios.
Sus secuaces, ebrios de poder, entraron en las torres, robaron las IA, los bancos de datos, los sistemas de embarazo todo. Eldermoon fue convertida en un campo de esclavos mentales.
Sin sangre..Sin fuego. Porque la muerte más total es la que no mata el cuerpo. Muy lejos, en una carretera abandonada,.cuatro figuras caminaron descalzas:
Anthony.
Evan.
Aurelian.
Kael.
El viento del mundo real.no sabía quiénes eran. Y Aurelian preguntó:
—Papá si Eldermoon no era el cielo ¿existe el cielo?
Anthony lo cargó sobre sus hombros.
—El cielo no se encuentra, hijo. Se construye.
Y así empezó la historia de supervivencia de una familia que perdió un paraíso para quizás crear uno verdadero.