Amantes de Cristal

EL PUEBLO DONDE TODO ERA NUEVO

El bosque era tan inmenso que, por momentos, parecía que el mundo entero había sido tragado por árboles. Anthony llevaba a Kael dormido en brazos..Evan sostenía a Aurelian, que miraba todo con ojos enormes, intentando procesar cada sonido, olor y sombra.

Tras horas caminando y subiendo una colina húmeda y rocosa apareció ante ellos un pueblo diminuto..Casas de madera, humo saliendo de chimeneas, perros ladrando,
y niños niñas corriendo detrás de una pelota de trapo. Aurelian se detuvo en seco.

—Papá ¿qué son esas?

Evan parpadeó.

—¿Esas…? ¿Qué… cuáles…?

El niño señaló con el dedo, aterrado y fascinado a la vez:

—¡Las pequeñas versiones de adultos con cabello largo que gritan raro!

Anthony inhaló y murmuró:

—Hijo… esas son niñas.

Kael, que ya estaba despierto, frunció el ceño con solemnidad:

—No me gustan.

Una de las niñas lo oyó, se acercó y lo tocó en la cara con el dedo sucio de tierra:

—Eres bonito.

Kael se quedó congelado como si lo hubieran apuñalado emocionalmente. Aurelian gritó:

—¡NO LO TOQUES, ES MÍO!… digo… ¡ES MI HERMANO!

La niña levantó una ceja.

—¿Mío? ¿Cómo que tuyo? ¿Lo compraste?

Aurelian se ofendió:

—¡No se compra la gente! Eso está mal… eso solo lo hacen los… los…

Se calló..Evan lo tomó del hombro suavemente.

—No todos los mundos son como Eldermoon..Aquí hay que aprender cómo funcionan las cosas.

Kael retrocedió, con las orejas rojas:

—No quiero hablar con hembras. Dan miedo.

Aurelian asintió:

—Sí. Sus ojos brillan como si quisieran comernos.

La niña se rió:

—Yo voy a enseñarte a hablar con nosotras. Y si te portas mal, yo te voy a jalar el pelo.

Kael quedó pálido. Anthony se inclinó y susurró a Evan:

—Nuestros hijos están enfrentando su primera guerra real.

LA VIDA SIN TECNOLOGÍA

Llegar no significó ser aceptados. El pueblo desconfiaba..Cuatro forasteros, un hombre blanco, un hombre negro, dos niños extraños. Pero una anciana la única que los miró con algo más que sospecha les señaló una cabaña abandonada junto al río:

—Pueden quedarse ahí. Nadie la quiere. Dicen que está embrujada por la tristeza.

Anthony respondió con la voz baja:

—Nosotros hemos vivido peores fantasmas.

Y así, esa pequeña casa de madera, húmeda, rota y con telarañas,.se convirtió en algo parecido a un hogar.

Las primeras noches fueron caos: Evan intentando encender fuego con dos palos. Anthony leyendo instrucciones de supervivencia de una revista vieja. Kael llorando porque no había hologramas para dormir. Aurelian intentando calmarlo
pero accidentalmente haciendo levitar cucharas, piedras y hasta a Evan.

—¡BAJEN AL PAPI AHORA MISMO! —gritó Anthony, mientras Evan flotaba con la dignidad destruida.

Los niños lo miraron.

—Se nos escapó —dijo Aurelian.
—Se soltó solo —agregó Kael.

Evan, cayendo al suelo:

—Yo no soy un globo aerostático.

CHOQUE CULTURAL: LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS

Al tercer día las niñas regresaron. Con flores. Y con preguntas.

—¿Por qué no hablan?
—¿Por qué usan palabras raras?
—¿Por qué ese bebé grande flota?

Kael cruzó los brazos:

—No floto, levito por voluntad superior.

La más alta suspiró:

—Eres complicado..Aurelian, ¿quieres jugar a perseguir gallinas conmigo?

Aurelian tragó saliva.

—¿Gallinas? ¿Qué es eso?

Dos segundos después.una gallina salió corriendo con Aurelian detrás gritando:

—¡¡TIENE DIENTES, TIENE DIENTES!!
—No tiene dientes —le corrigió Kael— ¡pero te odia!

Las niñas se reían tanto que una cayó al piso llorando de la risa. Kael murmuró:

—Son poderosas. Ríen como si pudieran destruir mundos.

Aurelian, jadeando:

—Quizás son como nosotros. Pero con brillo.

Por primera vez los dos niños.dejaron de temerles.

ELDERSMOON — EL LAMENTO DE LOS ESCLAVOS

Muy lejos, en ruinas mentales, los hombres de Eldermoon despertaron cada día en cuerpos que ya no les obedecían..Miraban el cielo gris.y recordaban el sol. Pensaban en Anthony. En Evan..En el niño que flotaba. Y sus mentes oprimidas, esclavizadas susurraban una verdad que ya era inútil:

—Pudimos seguir siendo libres. Si no hubiéramos creído que alguien era menos que nosotros.

El enemigo caminaba entre ellos, sonriendo.

—La libertad se pierde el mismo día que eliges no verla.

En la cabaña, esa noche, Anthony y Evan observaron a sus hijos dormir.nAurelian abrazando una flor regalada..Kael con un palito para espantar niñas. Anthony susurró:

—¿Crees que podamos criar a dos niños sin tecnología sin ayuda aquí?

Evan lo abrazó.

—Sobrevivimos a la caída de un imperio..A las grietas del alma. A la traición y al odio. Esto es solo vivir.

Una brisa entró por la ventana rota. Y por primera vez en semanas los cuatro no tuvieron miedo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.