Amar Lastima

5

En la fiesta, todo fluye con normalidad, la debutante es presentada, y así comienza la verdadera fiesta, entonces Nara abandona el piano instada por Gregorio para adueñarse de la consola, allí vuelve a transformarse, se hace una cola en su cabello, coloca sus audífonos y ¡que comience la fiesta!... los jóvenes bailan, las señoras hablan y los ejecutivos hablan de dinero, entre la conversación Renzo se aparta para ir al tocador, pasa por el piano y ya no hay nadie allí, de vuelta una chica que lo conoce lo invita al jardín a bailar…

  • ¡por favor Renzo! No me dejes colgada, aunque sea una vez y te dejo en paz, solo quiero que mis amigas me vean contigo.
  • ¿A ver si te inventas que andamos de novios o algo así?, no gracias, yo paso.
  • Vamos por favor siiiiii
  • Que NO te dije, ahora suéltame por favor.
  • Bueno, si no me acompañas una sola vez, tendré que contarle a tu madre que andas con Agatha desde hace un tiempo y veremos cómo te zafas de eso.
  • Maldita chantajista, pensó Renzo, y ¿cómo demonios sabes eso? le preguntó.
  • ¡puf! Por favor, todo el mundo lo sabe pero nadie comenta, yo creo que ella le anda contando a todo el mundo, no sé cómo es que tu familia no se ha enterado, ja.
  • Oye gema, mejor ya cállate, te acompañare pero solo una vez okey, y ni se te ocurra decirle nada a mi madre.
  • Siiiiiiiiii, chillo la chica.

En el jardín había una pista de baile y la consola con el DJ o mejor dicho la DJ ya que era Nara quien animaba la fiesta. Renzo se dirigió a la pista con gema y bailo con ella como lo prometió, en cuanto termino la canción se volteo para marcharse y allí la volvió a ver.

Ella estaba concentradísima haciendo sus mezclas, tocando su música favorita y Renzo estaba allí parado, mirándola con la cabeza ladeada, le extrañaba como se veía esa chica.

  • Buena música pensó, pero que tiene esa niña que me hace verla, a ver: es pequeña, por no decir enana, no tiene carne ni para una pastelito, no es ni siquiera linda, no se ve que destaque en nada, bueno su música no es mala, tal vez sea eso, si, debe ser eso. Sacudió su cabeza un par de veces negando y se dirigió de nuevo a charlar con los ejecutivos.
  • La fiesta terminó, Nara y Gregorio estaban recogiendo todo lo que habían traído para  retirarse. Renzo miró por las ventanas y noto el proceso, pero no se movió de su sitio. Así cada uno volvió a sus cosas habituales. Nara volvió a su rutina de siempre, universidad, trabajo, conservatorio, casa… Renzo volvió a su oficina, sus juntas, su amiga Agatha pero algo era diferente, el no podía sacarse a aquella chica de su mente.

Un mes pasó, Renzo no se aguantaba, en las noches soñaba con la chica del piano, con su cara concentrada, sus manos flotando sobre las teclas, luego con la chica más alegre y animada de la consola, esa energía, esa vibra lo hacía emocionarse y no sabía por qué. (Ja que tonto ¿no les parece?, tan viejo que esta y no sabe que está enamorado de una completa desconocida, jajajajajajajaj. Vaya, creo que me excedí,  lo siento, volvamos con lo nuestro).

En este día –dos meses después de aquella fiesta- Renzo se dirige a una gala benéfica para la orquesta de la ciudad, todo el auditorio está lleno, hay gente adinerada por todas partes, la orquesta ofrecerá un grandioso concierto, las luces se apagan y dan paso a los imusicos y allí aparece ella, los ojos de Renzo se abren como platos, ella está allí, frente a él, lleva un vestido negro simple al igual que los demás miembros de la orquesta, pero ella brilla, o por lo menos para Renzo brilla, la ve como si tuviera un reflector sobre ella.

  • Pensar que no iba ha asistir a esta gala, pensó. Quien habría dicho que me la volvería a encontrar aquí. Ja. Eso me ahorra mucho trabajo, esta vez debo averiguar quién es esta enana que no me ha dejado dormir en paz por dos meses, debo descubrir todo de ella, tal vez si la veo más de cerca y hablo con ella, logre descubrirla y así sacármela por fin de la cabeza.  ¡oh! Y quien diría que también toca el violín. Genial, muy talentosa la niña.

Así comenzó el concierto. Todo el mundo se sentía complacido, muchos adeptos a los clásicos ya habían visto presentaciones de esta orquesta antes, y no dejaban de elogiar el talento de la chica sin nombre, aunque la habían visto en diversas ocasiones, nadie sabía  cómo se llamaba.  Y eso era porque Nara nunca permitía que escribieran solo su nombre y no el de todos sus compañeros de orquesta.

Nara siempre decía “Todos somos una gran familia y si todos no aparecemos yo tampoco debo aparecer en el programa, solo digan que los miembros de la orquesta y ya”.

Pero habían 4 personas entre el público que si la conocían, y esos eran su padre, su primo y sus amigos lila y Carlos, que estaban unas filas delante de Renzo.

Durante el intermedio Renzo los escucho hablar.

  • Que hermosa se ve mi cielito en el escenario dijo el Sr. Leonel
  • Claro mi princesa es la mejor, la más destacada, la más talentosa, la más brillante, la más…  iba a continuar alabando Gregorio cuando lila cubre su boca con su mano para que se detenga.
  • Ay ya, dijo lila, vaya que eres majadero, si Nara te escuchara, te daría un cascazo enorme, por tu bocaza.
  • Si, además ella no es tu princesa, es la mía ¿verdad lila?, comentó Carlos riéndose de Gregorio
  • Pues de ninguno de los dos dijo el señor Leonel, porque ella es mi   cielito, y no permito que ninguno de ustedes me la arrebate, OKEY, se burlo él y todos rieron bajito.



#2555 en Novela contemporánea
#21542 en Novela romántica
#3579 en Chick lit

En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.