Amar Lastima

17

Al día siguiente Renzo se despertó temprano, se marcho a su oficina y comenzó a dar marcha a su plan… al cabo de unas horas, recibió una notificación

  • Ya todo está listo señor, díganos a donde dejamos el encargo.
  • Por favor llévenlo a mi casa en la dirección que voy a darles, allí habrá alguien esperando por ustedes, por favor trátenlo con mucho cuidado. No quiero que se estropee, ni que sea dañado en ninguna forma.
  • Tranquilo señor, todo va bien, nada será dañado.
  • Muy bien, adelante entonces.

Mientras tanto el señor Leonel llego a casa luego del trabajo, tenía una desagradable sensación en su pecho, y una pesadez en su cuerpo que no podía describir, se fue a la cocina por agua y comida, pero no encontró nada en la cocina, Nara no se encontraba en casa y tampoco había hecho su almuerzo, eso le extraño mucho.

Llego la noche y el señor Leonel ya había llamado a los amigos de Nara, ellos no sabían nada de ella, también busco a Gregorio y este tampoco la había visto, muy a su pesar decidió esperar, tal vez tubo que cubrir a alguien en el trabajo y no le dio tiempo a cocinar, esperaría que llegara de su ensayo con la orquesta, así que esperaría.

En una casa a las afueras de la ciudad se encontraba  Nara dormida en una cama enorme, y Renzo se encontraba sentado en un mueble contemplándola dormir.

Nara poco a poco abrió sus ojos, sentía un terrible dolor de cabeza y garganta, lo último que recordaba era ir al mercado a comprar algo para prepararle la comida a su padre, luego alguien la tomaba por la espalda, un olor y luego nada mas… termino de despertarse, vio que se encontraba en un sitio extraño, todo estaba oscuro, cuando quiso levantarse un mareo la hiso sentarse en la orilla nuevamente…

  • No trates de levantarte aun cariño, dijo Renzo
  • Nara se alarmo. ¿qué paso?, ¿qué hago aquí?, ¿porque  está usted aquí también?
  • Pasó que te trajeron aquí linda, estas aquí para mí, esta es mi casa y de ahora en adelante también la tuya.
  • Nara se asusto, cayó en cuenta que quien le hablaba era Renzo, estaban solos en la habitación, en la oscuridad, en un sitio desconocido para ella. ¿Qué ha dicho? ¿Acaso enloqueció?, esto es un secuestro sabe –le dijo- lléveme de inmediato a mi casa y no lo acusare con la policía.
  • Nara querida, respondiendo a tu pregunta, si, enloquecí, me tienes loco, ya no soporto tus desplantes, que me ignores, que no me hagas caso, veras, yo trate por las buenas que me prestaras atención pero no, tu tenias que ponerte necia, yo te declare mi amor y tú ¿qué hiciste?, te burlaste de mi una y otra vez, y mi paciencia se acabo, yo soy un hombre acostumbrado a tener siempre lo que quiere y tu no serás la excepción cariño. Tú serás mía. Para siempre.
  • Nara estaba asustada, llorando pidió – no por favor, déjame ir, yo no te quiero y no puedes obligarme a quererte, eso no es posible, debo volver a casa para  cuidar de mi papito que está enfermo, por favor… lloraba amargamente.
  • Renzo se acerco,  se agacho frente a ella y mirándola a los ojos le dijo: yo puedo ayudarte a cuidar de tu padre, tengo los medios, no quiero verte llorar por favor- pidió-, solo quiero que te quedes conmigo, que me hagas compañía, que toques tu música solo para mi, que me mires y me ames tanto como yo te amo Nara, en serio no quiero hacerte daño pero en verdad ya no aguanto, llevo más de un año persiguiéndote a todas partes y tu nada que me haces caso, no me dejaste más opción que ser un poquito drástico.
  • Esto no es ser un poquito drástico, esto es un secuestro sabes, yo solo quiero volver a casa, quiero a mi papito, por favor, déjame ir…
  • Lo siento cariño pero eso no va a ser posible
  • Mi papá denunciara mi desaparición, advirtió ella.
  • No importa, nadie va a hacer nada, ya di órdenes al respecto, así que lo único que te queda es resignarte y aceptar lo más rápido posible esta situación y comenzar a verme con otros ojos.
  • Nara solo lloro en silencio…

Renzo quiso consolarla pero ella lo rechazó, él la dejó sola, dejaría que se calmara para volver a hablar con ella.

Por su parte el señor Leonel fue a interponer la denuncia, los oficiales tomaron su denuncia y le dijeron que volviera a casa que ellos la buscarían, con mucho pesar en su corazón se fue a su casa, llorando y temiendo que a su cielo le hubiera pasado algo malo.



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En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

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