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Nara se retiro en silencio y se encerró de nuevo en su habitación, tenía que pensar que hacer con su vida, en el sueño que tuvo con su mamá y las preguntas que le formulo en el. Las horas pasaban y la noche se acercaba, la situación se tornaba un poco tensa debido a la presencia de Renzo en la casa, la hora de la cena seria decisiva en esta ocasión, Nara se lavo y decidió bajar al comedor donde estaban Renzo y su padre.

• Renzo la vio aparecer y se sorprendió pero decidió mantener la calma para no asustarla, el señor Leonel se levanto y fue a alcanzarla para que se sentara. Entonces le pregunto: cielito como te sientes, que haces aquí, deseas alguna cosa.
• Si papito, pero primero cenemos, luego debemos conversar Renzo y yo dijo muy calmada.
• Renzo solo la miro asombrado y asintió con la cabeza en señal de respuesta, pues sentía que si hablaba perdería el control de sus emociones y tal vez haría que ella perdiera el ánimo que tenia y no podía permitírselo, lo que más había deseado estos meses era que ella le diera una oportunidad y no quería arruinarla. Cenaron en silencio y en cuanto terminaron el señor Leonel se retiro a su habitación, entre tanto Nara tomaba aire y lo soltaba en un fuerte y sonoro suspiro para encontrar el valor que necesitaba para hablar con Renzo. El la invito al despacho para que hablaran con calma.
• Nara tomo asiento en un mueble y Renzo se ubico frete a ella en una silla, entonces ella comenzó: quiero que sepas que esto que me has hecho jamás podre perdonártelo y que no creo poder tener ningún sentimiento por ti,  pero ya que estamos en esta situación de la que no puedo escapar, espero poder llevar la fiesta en paz y quisiera pedirte algunas cosas.
• Renzo la miro expectante y con un rastro de dolor en el fondo de sus ojos por las duras palabras que Nara le acababa de decir, con un asentimiento de cabeza la insto a continuar hablando.
• Quisiera poder salir a la calle, asistir a la ceremonia de graduación que me imagino será en un par de meses si no es mucho pedir, puedo ir escoltada si eso te hace sentir mejor y prometo no intentar escapar, le dijo Nara con cierta vacilación, pensó que su solicitud era la más razonable que podía hacer en estas circunstancias.
• Renzo la miro un momento, suspiro y le respondió: yo también tengo una solicitud que hacerte a la que espero que no te niegues y dependiendo de tu respuesta considerare tu solicitud.
• Nara la vio a los ojos, no vio ningún rastro de maldad en ellos, solo pudo ver algo parecido a lo que veía en los ojos de su padre cuando la veía y asumió que tal vez eso era amor. Uno un poco loco y desordenado, manipulador y posesivo pero al final amor verdadero, no supo cómo pero eso fue lo que esos ojos le transmitieron en ese momento. Por lo tanto convino escuchar lo que Renzo tenía para decir.
• Como ya te lo he hecho saber en muchas ocasiones , quiero que sepas que en verdad, en verdad, yo te amo… no me preguntes por que, solo sé que esto que siento jamás lo había sentido por nadie más, necesito sentir la suavidad de tu piel, oler el perfume de tu cuerpo que me resulta embriagador, sentir el calorcito que emite tu cuerpecito junto al mío; mientras estuviste sedada yo dormía junto a ti, por lo que me sentiría honrado que me permitieras seguir haciéndolo, prometo no atacarte ni violentarte ni tomarte por la fuerza de nuevo, eso lo hice porque estaba terriblemente atormentado con la idea de que desaparecieras de mi vida y pensé que si tenias un hijo mío, nuestro, tal vez eso impediría que me abandonaras. Yo en verdad no quiero vivir sin ti, y juro que nunca te abandonare y que te protegeré y a nuestro hijo lo amare más que a mi propia vida, solo por el hecho que proviene de ti y de mi, pero todo lo que te he dicho es solo el comienzo, y para afirmarlo con todas las de la ley quiero que seas mi esposa, quiero que nos casemos oficialmente y que el mundo entero sepa que tu eres mia, la mujer que amo y la madre de mis hijos para siempre. Solo así estaré más tranquilo y podre concederte tu deseo y muchas cosas más que quieras mientras no impliquen alejarte de mí. Dime si estás de acuerdo por favor.
• Nara hiso un largo silencio mientras evaluaba la solicitud de Renzo… mientras tanto el estaba muriéndose de angustia por saber su respuesta- por favor déjame pensarlo un poco, esto ha sido demasiado estresante para mí y todavía necesito organizar un poco mis emociones, tal vez hablar con el psicólogo me ayude, después de eso te daré mi respuesta,¿ te parece?
• Renzo lo pensó y asintió, aunque no sabría como haría para dormir esa noche, decidió cederle su espacio para que ella pensara bien las cosas y así poder relajar el ambiente.