Amar Lastima

29

Ambos entraron de nuevo a la sala, Renzo se tenso, miro a Nara a los ojos y ella lo miro, al siguiente segundo dijo:

  • Pues… creo que es hora de que tu y yo hablemos, podemos ir a la habitación por favor? Dijo tímidamente Nara.
  • Lo que tú quieras mi vida, donde tú quieras. Hablemos. Así se dirigieron escaleras arriba hacia la habitación de Nara, los adultos los miraban mientras se alejaban y suspiraron al mismo tiempo.

El primero en romper el silencio fue Renzo.

  • Nara, antes que nada quiero pedirte que me perdones –acto seguido cayó sobre sus rodillas en el piso y Nara se quedo pasmada viéndolo allí de rodillas y con la cabeza gacha- se que lo que te he hecho no tiene perdón, fui bajo y ruin, solo pensé en mis sentimientos, me gano mi ego y mi orgullo, y mi obsesión me hizo tomar pésimas decisiones que se jamás se borraran de tu mente, pero es que en verdad, en verdad te amo, y sé que este amor te duele, a mi también créeme, me duele no saberme correspondido, me duele y me aterra el pensar en no verte, no tenerte cerca, no saber nada de ti, me duele pensar que quieras huir de mi y te lleves contigo a mi bebe, me aterra esa posibilidad pero entiendo que es lo que me he ganado- no aguantó más y comenzó a llorar- no sabes lo que me aterra pensar que no podre verte nunca más, que no podre tocar tu delicada piel, que no podre aspirar tu rico olor, que no podre ver crecer a mi hijo en tu vientre… y ya no pudo hablar más… Nara lo miraba desde la orilla de la cama donde se encontraba sentada, cuando hizo silencio ella comenzó a hablar.
  • Creo que empezamos todo muy mal –dijo ella- me gusta la música, casi toda en general, me gusta tocar el  piano y el violín, me transporto a otro mundo mientras recorro las notas y creo música, pero también me divierte como disfrutan bailar y divertirse al ritmo de mis mezclas, estudie educación porque amo a los niños y quiero enseñarles mi amor por la música, soy una persona simple, solo necesito ropa que me cubra, no me importa de qué marca, zapatos que me ayuden a recorrer los caminos de la vida, un techo que me proteja del agua cuando llueve, del sol cuando hace calor, y del rocío y el frio de la noche, -Renzo la miraba estupefacto, no tenía idea que era lo que ella quería decirle con todo eso- me gusta mucho el color blanco, para mi representa la pureza, amo y valoro a mi familia y aunque no somos muchos siempre nos ayudamos, no soy de tener muchos amigos pero los que tengo los aprecio sinceramente, me gusta trabajar y defenderme por mi misma, nunca espere conseguir un hombre que se hiciera cargo de mi, por el contrario, siempre me mantuve alejada de los hombres y el romance por que no creía necesario nada de eso en mi vida para ser feliz. Aunque no esperaba que fuera tan pronto y en estas circunstancias siempre pensé que cuando encontrara el amor me gustaría tener hijos y darles mucho amor, ya que lamentablemente yo no pude disfrutar del amor de una madre porque mi mami murió cuando yo era muy chiquita, soy católica, me gusta ir a la iglesia en domingo y participar de las labores de la misma, me gusta ayudar a los que lo necesitan solo porque si, ver sus sonrisas me hace feliz, nos soy mezquina ni rencorosa, y respeto a los mayores como me enseño mi papá. Esa soy yo, Nara Oropeza, soy bajita, más delgada de lo normal, con un porte de lo más común y es lo que tengo para ofrecer… hizo silencio mientras veía a Renzo mirarla confundido aun de rodillas frente a ella.
  • A qué viene todo eso – preguntó el muy idiota (perdón, es que no lo puedo creer, acaso enserio no entendió)…
  • Estoy mostrándome tal cual soy y espero lo mismo de tu parte, dijo ella calmada mirándole a los ojos.
  • Quieres que yo también te diga como soy
  • Pues, es lo que espero, si.
  • Pues, como ya habrás visto soy un hombre muy bien parecido, gracias a los buenos genes de mis padres, soy ingeniero y administrador de empresas, siempre me catalogaron de inteligente, aunque yo solo se lo atribuyo al correcto manejo de mis recursos y mi tiempo, me gusta tener todo en orden y que todo funcione de acuerdo a lo esperado, soy muy competitivo y sagaz. Tengo muy mal carácter, soy dominante, egocéntrico, déspota, prepotente, pero también puedo ser caballeroso, amable y cariñosos con quien se lo merece, amo a mi familia y sus gustos, tengo mucho dinero que he conseguido honestamente gracias al esfuerzo que pongo en mis empresas, y nunca antes había amado realmente a alguien hasta que te vi, por ti comencé a apreciar la música del piano, me gustan tus mezclas que resultan bastante originales, aunque no soy dado a las artes si se me dan muy bien los deportes, me gusta viajar y conocer lugares nuevos, me gusta comer de todo, nunca pensé en casarme o tener hijos aun, -de hecho mi madre me molestaba cada vez que me veía por que según ella a los 28 ya estoy poniéndome muy viejo, ja. - por supuesto hasta que te conocí, tú viniste a mi vida a revolverlo todo, a cambiar mi manera de pensar y hacerme soñar con tener lo que tanto renegaba. A grandes rasgos por ahora ese soy yo. Dijo mirándola a los ojos. Y ella asintió.
  • Ahora que debemos hacer con todo esto que ha pasado – le pregunto ella- como deberíamos solucionarlo.
  • Yo quiero que estés aquí conmigo para siempre, quiero ver crecer a mi bebe junto a ti, quiero darte todo lo que necesites y desees y más. Quiero amarte, que te entregues a mí voluntariamente, quiero dormir abrazado a ti respirando tu mismo aire, quiero que al abrir mis ojos al amanecer, tu rostro sea lo primero que vea, quiero que seas feliz y ser feliz contigo… aunque eso sea demasiado pedir.
  • Yo también quiero ser feliz, quiero sentirme libre, que no soy prisionera en mi propia casa, que puedo tener amigos y disfrutar su compañía sin culpa ni temores, quiero trabajar en lo que me motiva, eso me haría feliz, puedo aceptar compartir la cama con alguien más, también quiero ver crecer a mi bebe y verlo feliz, que tenga una familia amorosa y respetuosa, y quiero poder enamorarme de un hombre que me ame y me respete, que me valore por lo que soy y puedo ofrecer, que me proteja y me apoye en todo lo que necesite.
  • Renzo se acerco aun de rodillas hasta donde ella estaba diciendo: yo te amo y te respeto, puedo protegerte y definitivamente te apoyare en lo que tú quieras hacer en tu vida, quiero ser esa familia amorosa y respetuosa, y ya no eres mi prisionera, eres libre de irte si así lo deseas, aunque eso me mate, pero preferiría que no lo hicieras por favor, -suplicó, ella lo miro con ojos llorosos- no llores más por favor, dijo el también con ojos llorosos, no soporto verte llorar, quiero que vuelva el brillo a tus ojitos, quiero ver una sonrisa en tus labios, quiero que sientas alegría en tu corazón. Y sin más la abrazó fuerte pero delicadamente, arropándola completamente con sus brazos, brindándole protección, queriendo con ese abrazo que ella sintiera todo su amor. Ella se aparto suavemente de sus brazos, lo miro a los ojos y dijo…
  • Dado que ya hemos llegado hasta aquí, he decidido que te voy a dar una oportunidad de demostrar todo ese amor que dices tenerme y ver si puedes lograr que también te ame, no estoy diciendo que será mañana, ni pasado pero deberás intentarlo, si te rindes en el camino lo entenderé y me alejare sin dramas ni más conflictos escabrosos como el de ahora, ¿sí?
  • Renzo no lo podía creer, se quedo en blanco, en su mente solo repetía sus palabras “dar una oportunidad”, su corazón se acelero, sus lagrimas fluyeron como dos ríos, y no pudo responder durante unos buenos minutos, entonces Nara habló. Ven, vamos a decirle a nuestros padres acerca de mi decisión, ellos también quieren saber que pasará. Renzo se seco las lagrimas con las manos y se puso de pie, la tomo de la mano y la levanto, nuevamente la abrasó fuertemente, pero cuando iba a soltarla, le robo un pequeño beso de sus labios, como Nara no lo esperaba se quedo paralizada por unos segundos, entonces Renzo la arrastro fuera del cuarto para ver a sus padres.



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En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

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