Amar Lastima

30

Mientras esperaban, los mayores especulaban sobre que sucedería en el futuro, el señor Leonel dijo que había notado resolución en la mirada de Nara y que de seguro ya había tomado una decisión, mientras que los padres de Renzo le aseguraban que respetarían lo que ella decidiera aunque les gustaría que Nara se convirtiera en la esposa de su hijo.

Renzo bajo la escalera tomando la mano de Nara y aunque ella se sentía sumamente incomoda, tomo aire y se resigno a aceptar aquella mano que la tomaba con cariño, transmitiéndole calor y humedad, y una sensación desconocida para ella… al llegar frente a sus padres todos los miraron expectantes entonces Renzo dijo:

  • Ella acaba de darme una oportunidad de convencerla –con una sonrisa tan grande que no le cabía en el rostro- solo que no especifico el alcance de todo. Dijo el muy serio.
  • Nara respondió: he decidido-por el bebe- darle una oportunidad de conocernos, y de que trate de enamorarme, si lo logra o no el tiempo lo dirá, por ahora acepto quedarme aquí, y aceptar todo lo que el proponga… con excepción del matrimonio, eso no será posible, al menos por ahora.
  • Renzo y los padres la miraron asombrados y preguntaron…
  • Niña y se puede saber, ¿por qué no aceptas el matrimonio? Sabes que siendo su esposa gozaras de todos los beneficios que ese título conlleva ¿verdad? Pregunto el padre de Renzo
  • Si señor- respondió ella- precisamente por eso no lo acepto, casarme conlleva toda la responsabilidad de soportar el peso de su apellido y yo no soy lo suficientemente buena para aceptar eso, además que es un compromiso que se hace por amor con la intensión de que dure toda la vida, y me parece que las condiciones que me trajeron aquí no son las normales y por lo tanto no sería correcto mentir ante un juez ni mucho menos ante la iglesia. Estoy dispuesta a darle una oportunidad, si, pero eso no significa que en este momento esté dispuesta a hacer todo lo que el disponga, no es posible, aun estoy resentida por lo que me ha hecho y si estoy cediendo un poco es solo por este bebe que al final de cuentas no tiene la culpa de las locuras de su padre, o sea su hijo, y por más que me duela aceptarlo tampoco quiero maltrátalo ni negarle toda la felicidad que pueda tener. También se que su hijo lo amara incondicionalmente, o al menos eso espero.
  • Renzo la miró compungido y le dijo: claro que lo amo incondicionalmente al igual que a ti, y realmente lamento el rumbo que tomaron las cosas, pero ya no puedo regresar al pasado para evitarlo, solo puedo corregir el presente y tratar de mejorar el futuro…
  • El padre de Renzo dijo: te comprendo niña y créeme que si yo me hubiese enterado antes de lo que había hecho Renzo yo lo habría evitado. Pero ya las cosas se dieron de esta manera y como él ha dicho, solo podemos hacer lo mejor que podamos por el futuro. Y ese bebe será muy bien recibido en esta familia, que de eso no te quepa la menor duda.
  • Si Nara, nosotros estamos comprometidos con ayudarte a superar todo este problema y mi nieto será una bendición en este hogar, creo que el tiempo te demostrara que no estamos hablando en vano – dijo la madre de Renzo.

Dicho esto se prepararon para la cena, donde, aunque el ambiente aun era un poco tenso todos se sintieron un poco más relajados que al inicio de la tarde cuando se conocieron.

El padre de Nara solo la miraba de vez en cuando con la mirada cargada de tristeza, sabía lo que esta decisión significaba para su hija y no podía dejar de sentirse preocupado por ella, si solo hubiese sido mas enérgico y valiente desde el principio, esto no habría sucedido, se decía. Pero él no podía luchar contra el destino, solo podía suspirar, resignarse y esperar que todo pudiera ir medianamente bien para su hija y para el mismo.

El resto del día terminó con tranquilidad… al siguiente día Renzo fue a hablar con Nara de nuevo.

  • Hola, ¿cómo has amanecido, como te sientes?… pregunto Renzo amablemente a Nara. ¿Podemos hablar un rato?
  • Buenos días Renzo, yo amanecí bien dentro de lo que cabe, y creo que todavía tenemos mucho de lo que hablar. ¿Te parece si vamos al jardín? Necesito caminar y tomar un poco de aire y sol.
  • Claro mi cielo, lo que tú quieras está bien para mi, mientras que te haga sentir bien…
  • Me gustaría poder ir a mi casa, dijo Nara de la nada.
  • Renzo se tenso, suspiro y dijo: está bien, pero ¿puedes ir con tu padre? Y uno de los escoltas te acompañará, no quiero que pienses que estoy coaccionándote, solo no quiero que les pase nada malo a ti y al bebé. De todas maneras las personas adineradas siempre tienen guardaespaldas con ellos.
  • Nara soltó un fuerte suspiro y contestó: claro, no esperaba menos de ti, por mí está bien.
  • Y cuando quieres ir? Pregunto Renzo.
  • Si se puede mañana estaría bien, dijo ella.
  • Deja y preparo todo, y puedes salir a la hora que quieras, ahora  en cuanto a nosotros, me gustaría saber cómo actuar en tu presencia, que puedo hacer y que no. Quiero confesarte que te amo mucho y por eso siempre tengo deseos de besarte, abrasarte y otras cosas más intimas. Pero no quiero forzarte y me gustaría que me guiaras o me dijeras cuales son los límites que no debo pasar.

Nara se sonrojo al escuchar esas palabras, a pesar de que ya estaba embarazada, para ella era como si aun fuera una joven virgen, y escuchar esas cosas la apenaron mucho. Pero mantuvo la tranquilidad en su rostro y contesto.

  • Hagamos como todos los novios que recién comienzan, tomémonos de las manos, algunos besos y abrazos también deberían estar bien, pero te recuerdo que yo nunca antes había tenido un novio y no sé cómo actuar en consecuencia y aunque ya estoy embarazada no creo que deba recordarte como fue, por lo  que en mi mente aun no he tenido mi primera vez con un hombre por lo que no sé cómo y cuándo sucederá.
  • Renzo se sonrió de lado, viendo a Nara de reojo, su corazón latía desbocado y en su mente estaba muy complacido de la simpleza y sinceridad con que ella abordaba el tema, y la esperanza de conquistarla floreció en su corazón. Con esa comprensión, tomo su mano y la guió al jardín a que se sentaran en unos mullidos muebles que habían allí. Estuvieron hablando de todo un poco, Nara hacia todas las preguntas que se le ocurrían, el contestaba sinceramente, el también preguntaba y ella contestaba, su objetivo era conocerse mejor para así acortar las distancias que los separaban…



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En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

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