Amar Lastima

31

Al día siguiente Renzo se fue a trabajar y Nara salió por fin después de cuatro meses encerrada. Junto con su padre se dirigieron a su casita en el barrio. Al llegar Nara se sentó en un mueble y las lagrimas salieron sin permiso de sus ojos, su padre preocupado se acerco a consolarla, ella solo dijo que tenía mucha nostalgia y se sintió feliz de regresar aunque solo fuera por un corto tiempo. Su padre salió a casa de su hermano a explicarle un poco la situación, cuando regreso Gregorio venia con él, mientras tanto Nara ya había limpiado y ordenado su casa.

  • Naraaaaaaa, grito Gregorio en cuanto entro junto con el señor Leonel a la casa. Ella asomo su cabeza por la puerta de la cocina y sonrió, este corrió y la abrazó mientras la hacía girar en su sitio. Preciosa, hermosa, princesa, no sabes lo angustiado que me tenias, pensé que algo terrible te había sucedido, cuando la bajó beso su frente y la miro a los ojos y señalándola con el dedo le dijo, nunca más vuelvas a asustarme de esa manera, si querías fugarte con el riquillo ese por lo menos a mi debías habérmelo dejado saber.

Nara lo miro confundida y luego a su padre, este le dio un guiño y le hiso señas de que después hablaban, ella entendió el mensaje y se quedo callada mientras Gregorio soltaba todo lo que tenia atragantado en el pecho. En cuanto terminó de descargar su frustración Nara le dedico una sonrisa avergonzada y le dijo.

  • Discúlpame Gregorio pero en verdad todo sucedió tan de repente que no tuve tiempo ni siquiera de pensar en la preocupación de los que me quieren, discúlpame en serio.
  • Está bien te perdono solo por que vas a tener un bebé y no quiero que nada les pase, ha pero eso sí, lila y Carlos van a acabar contigo cuando se enteren, jajaja rio sonoramente, y Nara lo acompaño en su risa, tenía mucho tiempo que no reía con ganas.
  • Almorzaron juntos como siempre hacían, y por la tarde aparecieron Carlos y Lila.
  • Lila grito cuando la vio en la puerta y salto y se abrazo a ella. Ya Gregorio nos conto todo por teléfono, no puedo creer que en verdad te fugaras con ese bombón, en serio, ve que calladito te lo traías, y además ahora estas embarazada, jajaja, creo que me voy a nombrar tía de ese bebito, y ten por seguro que lo voy a consentir muchísimo – dijo con una enorme sonrisa en sus labios. Carlos por su parte también abrazó a Nara pero no dijo mucho, dejo que las dos mujeres hablaran a sus anchas, pero ya se hacía tarde.
  • Okey damas -dijo Carlos - se está haciendo tarde y ustedes no han parado de hablar, creo que deberán concertar cita para que parloteen otro día okey. Ah, Nara te cuento que el acto de grado será para el mes de noviembre, así que tienes un par de meses para que te prepares.

Nara se sorprendió, no pensó que hubiera pasado tanto tiempo desde que terminó de estudiar, cuando Carlos vio su cara de sorpresa le explicó. Bueno es que este año la universidad decidió apurar los trámites para el acto por lo que ya tienen casi todo listo solo falta la fecha exacta, así que mantente en contacto para que te informes con tiempo. Okey. Además a ti te caerá de perlas porque no se notara mucho tu embarazo y no tendrás que perdértelo por maternidad, jajaja.  Todos sonrieron ante su declaración y se despidieron.

Renzo estuvo constantemente en contacto con el guarda espaldas que se mantenía vigilando a Nara en la casa y aunque se sintió contrariado por las descripciones del sujeto de lo que ocurría en la casa, debía aguantarse porque se lo prometió a  ella. Esa era su vida y si eso la hacía feliz el debía ser feliz por ella, solo le recordó al guarda que la enviara a casa temprano, él quería asegurarse de encontrarla allí cuando el llegara.

  • Señora disculpe, -dijo el guarda a Nara cuando sus amigos se marcharon,- es hora que volvamos a casa dijo cortésmente. Nara solo lo miro y asintió con la cabeza, sabía que su tiempo feliz había terminado.
  • Cuando llego a esa enorme casa vacía sintió un nudo en el estomago, suspiro audiblemente y su padre sostuvo su mano.
  • Que paso cielito. Le pregunto
  • Todavía tengo que acostumbrarme a esto papa, no es fácil. Ahora cambiando de tema, aun no me explicaste que fue lo que le dijiste a Gregorio y el tío.
  • ha, eso, bueno, no esperabas que les contara la verdad o si, por eso dije que te habías fugado con Renzo y que ahora habías regresado de un viaje que habían hecho, que te habías embarazado y por eso vivirías con tu marido de ahora en adelante.
  • Ella asintió con la cabeza, eso estuvo bien. De todas maneras en parte es verdad, aunque esa no era la imagen de mí que quería que tuvieran mis amigos y familiares, es mejor a tener problemas por la verdad. Dicho esto se dirigieron a sus habitaciones.

Renzo pronto volvió del trabajo, fue a su recamara, se ducho, se cambio y fue a buscar a Nara. Cuando Nara lo vio en su puerta recién bañado le pareció que se veía mejor así, más relajado y dando una imagen más normal, no la del tipo rico y de negocios que siempre había visto. Una sonrisa adorno su cara por un breve instante, pero Renzo no se la perdió, su corazón se acelero ante esa imagen tan hermosa, nunca la había visto sonreírle así, eso encendió sus sentimientos y se atrevió a bajar su cara hasta la de ella y robo un pequeño beso de sus labios.

Ella se sonrojo, y aparto su cara a un lado para no mirarlo a los ojos, el sonrió y tomo su mano, la llevo a la sala y la sentó en el mueble. Acto seguido se sentó a su lado sin soltar su mano y le pregunto cómo había ido su día. Ella trato de contarle todo lo más relevante, recordó el asunto de la graduación y también se lo comento a él. Renzo la escucho pacientemente y asintió ante sus comentarios, coincidían casi totalmente con lo que había dicho el guarda espaldas.



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En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

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