Amnesia

E2 - Trío de diamantes.

Me sentía demasiado nerviosa. Frotaba la tela de mi vestido con mis dedos y me mordisqueaba el labio, arrancando pequeños pedazos de piel, mientras miraba el piso de la limusina que nos había recogido en el aeropuerto hace unos minutos.

-Et s'ils ne m'aiment pas? - ¿Y si no les agrado? -murmuró sin levantar la vista.

-Ils t'aimeront - Ellas te adorarán -me asegura Isabella, levantó la vista para ver su sonrisa confiada, aunque parecía preocupada por algo-. ¿Falta mucho? -le pregunta al conductor.

-Ya casi llegamos -responde sin apartar la vista del camino.

Volví a mirar por la ventana, New Adventure era muy verde, la carretera por la que vamos esta rodeada por altos pinos verdes que se agitaban por el viento y que me parecían un borrón por la velocidad del auto. Nunca había visto tantos arboles juntos.

Bueno, tal vez sí, pero esos no parecían nada comparados con estos. La limusina cruza en una calle sin que sonara ese extraño ruido que hacia la camioneta del orfanato al cruzar. Entramos a un camino con poca luz, levantó la mirada al cielo como puedo y descubro que los arboles se las han arreglado para hacer un túnel que no permite que pase mucha luz. Es como un portal a un mundo mágico.

«Tal vez Isabella me este llevando a Hogwart» pienso y miro al frente, intentando encontrar a alguien volando en una escoba o una torre del castillo, pero no aparece nadie. Decepcionante.

-¿Dice que la terminaron recientemente? -dice Isabella al conductor en ingles.

Recuerdo que los señores Florel no nos dejaban hablar con ellos mientras conducían. Extraño a mis amigos viejos.

-Así es, madame -responde.

-¿Que tan grande es?

-La señora Hamilton se encargo de que fuese lo suficientemente amplia.

-¿Que tanto?

-Es fácil perderse.

Isabella sacude su cabeza, moviendo sus rizos cortos de un lado al otro antes de volver a mirar por su ventana. «Mi cabello se parece al de ella» pienso, tomó uno de los mechones que Isabella me había rizado con su rizadora antes de venir y lo estiro, para luego soltarlo y que vuelva a rizarse como un resorte.

Isabella me había comprado muchas cosas, la mayoría en París pero de camino hasta aquí habíamos hecho un par de paradas más y ahora el maletero estaba un poco más lleno con bolsas de colores.

«Para tus primas -me dijo Isabella cuando le pregunte por la ropa-. Aunque también hay unas cosas para ti, cariño.»

Yo parecía una princesa todos los días. Acaricio la tela del vestido que me había puesto hoy, Isabella siempre me deja elegir que ponerme y este vestido tenia dibujos y figuras lindos en el borde de la tela. «Encaje», dijo que se llamaba.

La limusina gira de nuevo y nos detenemos frente a unas grandes rejas negras, las rejas se abren y nos movemos dentro. El hombre conduce lento por un rato y luego vuelve a girar, más arboles y hierba rodean el camino junto a muchas flores. Entonces paramos junto al castillo.

-Mes cousins ​​vivent-ils ici? - ¿Mis primas viven aquí? -le pregunto a Isabella.

-Ouais - Si -respondió, mostrándome sus dientes en una sonrisa.

-Mes cousins ​​sont-ils des princesses? - ¿Mis primas son princesas?

-Non - No -dice, riendo-, mais ils peuvent vous donner cette impression. -, pero pueden darte esa impresión.

Miró de nuevo al gran castillo, era mucho más grande que cualquier casa donde haya vivido antes, incluso mucho más grande que el orfanato Sainte Maria, pero hacia mucho tiempo que no estaba allí y no podía estar segura.

-Tu veux entrer? - ¿Quieres entrar? -dice Isabella, señalando el castillo.

Asiento, ella ríe de nuevo y el hombre que condujo el auto hasta aquí le abre la puerta luego de que ella golpea el cristal un par de veces. Había visto a hombres que hacían eso por las chicas antes en las calles de París, muchos lo hacían. Se siente bien que lo hagan.

Isabella rodea el auto y detiene a un chico que iba a abrir mi puerta, haciéndolo ella misma, doy un salto para salir del asiento y ella me da su mano después de cerrar la puerta. Me lleva hasta las escaleras del castillo y se inclina frente a mi, quedando a mi altura.

-Tu es prête? - ¿Estas lista? -Ya no sonríe y parece aun más preocupada. Asiento con mi cabeza-.Vos cousins ​​ne savent pas parler français -Tus primas no saben hablar francés -me recuerda-, vous devrez donc parler tout l'anglais que je vous enseigne pendant que nous restons ici, même si cela n'a pas d'importance s'ils ne vous comprennent pas, est-ce correct? Je peux traduire tout ce que vous ne savez pas ou ne voulez pas dire en anglais, tout ce que vous voulez -, así que tendrás que hablar todo el inglés que te enseñe mientras nos quedemos aquí, aunque no importa si no te entienden ¿está bien? Yo puedo traducir cualquier cosa que no sepas o no quieras decir en inglés, lo que sea que quieras.

-Esta bien -digo, usando el poco inglés que había aprendido con ella en estos meses que hemos pasado juntas.

Aun no puedo creer que hace menos de un año vivía en el orfanato, desde que me fui definitivamente Isabella me ha enseñado muchas cosas.

-Allez alors - Vamos entonces -dice en voz baja y se levanta.

Subimos las escaleras y paramos frente a las puertas de madera, el castillo esta pintado de un alegre celeste y la puerta es blanca. Isabella toma el aro que cuelga de la boca de un animal hecho de oro en la puerta y golpea con ella. No tardan nada en abrir.

Un hombre alto de ojos verdes y cabello castaño peinado a un lado nos abre la puerta, aprieta sus labios en una linea cuando ve a Isabella y noto como ella frunce un poco el ceño.

-Lucian -saluda Isabella, aun en voz baja.

-Isabella -dice él, inclinando un poco su cabeza.

Entonces baja la vista y me mira con sus ojos verdes, que se abren un poco y sus labios se entreabren.




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