Amor a la medida

CAPÍTULO 3

— ¿Y tu novio? —  pregunté a Génesis al entrar ella otra vez a la sala de juntas 

— Se fue muy furioso, esta vez te pasaste Leyla. 

— ¡Por favor!, no tú también. 

— Reconoce que te equivocaste esta vez, ¿Cómo es que le contaste todo eso en minutos? —  ¡Maldita sea!, ambos tenían razón, había sido una boca floja, y débil de mente, si quería triunfar en esto tenía que ser más cuidadosa y cautelosa 

— Yo lo arreglo —  pronuncié — fui la culpable y me encargaré de arreglar lo que arruine —  eso hacía una persona responsable y madura que quería cambiar su vida ¿No? 

— No hagas nada Leyla —  refutó mi amiga —  ya hiciste demasiado el día de hoy, no tienes idea del desastre que causaste, él era nuestra única esperanza y ahora… ¡Dios! Hemos perdido la única oportunidad que teníamos. 

— ¡Génesis!, ¡Por favor! —  supliqué 

— Te lo advierto Leyla, no hagas nada, Ethan y yo nos encargaremos —  Mi amiga también estaba enojada conmigo, pero me dolía que ella no creyera que fuera capaz de arreglar esto. 

El resto del día fue un fiasco, me la pasé pensando en todo lo sucedido y en Don engreído, estúpido. En tan solo minutos se había ganado mi odio. 

— ¿Qué sucede Leyla? —  preguntó Karen

— Pensaba en lo desastrosa que soy y que el maldito de Noah Hall convirtió mi vida en un infierno en tan solo minutos. 

— Deberías tener cuidado, porque el señor Hall no solo es conocido por su habilidad en los negocios, sino también por ser un rompecorazones. 

— ¡No!, ¡eso sí que no!, ese hombrecito no entrará en este corazón —  señalé mi pecho —  esto está bien protegido contra estúpidos y engreídos.

— Conoces el dicho, un clavo saca a otro clavo. 

— Eso es una estupidez Karen, ¿Cuándo has visto que un carpintero saque un clavo de la madera con otro clavo? ¿Eh?, lo hace con un martillo, algo mucho más fuerte y mejor y ese tipo no es mejor que el innombrable. 

—  ¿El innombrable? —  inquirió 

— Es una larga historia Karen —  me despedí de ella y tomé un taxi para dirigirme a casa, al menos esperaba no tener que ver la cara de amargada de Ethan, me sentía avergonzada y muy culpable, si Noah no aceptaba ser socio de la empresa otra vez, me tiraría de un puente y no era una exageración, así que tenía un plan para convencerlo.

Bajé del taxi y me encaminé a la puerta principal, pero me llevé una gran sorpresa. No tenía idea de lo que hacía este hombre aquí. 

— ¡Hola, Leyla! —  se acercó y me saludó con un beso en la mejilla 

— ¿Felipe? ¿Qué estás haciendo aquí? —  no entendía nada, Felipe era el ex de Génesis ¿O acaso venía a romperle la cara a Ethan?, pues en estos momentos estaba de su lado, Ethan me había gritado de manera exagerada y tenía cierto enojo contra él.

— Pues vengo en busca de mi novia —  su comentario me asombró aún más, se suponía que Génesis había terminado con él ¿o no? — ¿Dónde está mi gorda hermosa? He tocado el timbre desde hace un buen rato y nadie abre. 

— ¡Okey!, no tengo idea en que mundo vives Felipe, pero creo que tú y Génesis ya no son novios. 

— ¿Por qué lo dices? 

— Mejor pasa, le llamaré a mi amiga — Felipe era un hombre muy guapo, pero nunca fue de mi total confianza y ahora se presentaba aquí, la traición de Ethan se dio a conocer en los pocos días e incluso descubrieron que fue con Genesis con quien huyó, fue algo que no le conté a mi amiga, pero fueron duramente criticados.

Lo que quiero decir es que esta noticia estuvo por todos lados y no podía creer que ese hombre no hubiese visto nada, o tal vez estaba aquí para pedir explicaciones.

Le pedí que me esperara en la sala y llamé a Genesis — ¿Dónde estás? — musité 

— Estoy con Ethan en casa de su madre ¿Por qué? 

— ¡Necesito que vengas a la casa ya! Hay una persona que te está esperando.

— No espero a nadie, dile que venga otro día.

— No puedo, tu ex quien parece que no sabe que es tu ex está aquí.

— ¡Felipe! ¿Qué hace él aquí? 

— Dice que viene buscando a su novia ¡Más te vale que regreses ya, mejor si vienes sola. 

— Ya voy para allá, no le digas nada de Ethan, me encargaré de él —. Regresé a la sala y me senté en el sillón frente a él. 

— Génesis esta por venir, así que no te muevas de aquí — advertí a Felipe

— ¿Y a dónde voy a ir?, esta ciudad es desconocida para mí, ¿Sabes?, vendí casi todo para reunir el dinero suficiente y comprar mi boleto y al tener lo suficiente para mantenerme mientras encuentro un trabajo estable — ¡Rayos!, que decepción iba a llevarse cuando se enterara de que Génesis ya lo había cambiado. 

— Nunca debiste venir sin preguntarle a mi amiga. 

— Ella me invitó, la última vez que hablamos ella me envió la dirección y me dijo que podría venir cuando quisiera. Lo estuve pensando muchos días y estás última semana decidí que mejor vendría a Australia y darle una sorpresa a mi Osito de goma — Sorpresa la que él se llevaría. 

— Yo tengo que salir, así que por favor compórtate, mi amiga no tarda en venir —. Tal vez no era la mejor decisión en estos momentos, pero en verdad necesitaba arreglar las cosas con el engreído de Noah y aceptara ser el socio de mi amiga. 

— Ya te dije que no tengo a donde ir, por cierto Leyla está muy hermosa — su comentario me desconcertó, pero no le puse mayor interés, solo agradecí y salí de la casa. Pedí un taxi y en el camino le indiqué la dirección, bueno no fue difícil para encontrarla, solo puse en el buscador “Empresas Hall” y me tiro cientos de resultados. Así que en estos momentos me dirigía hacia Hall Company y cruzaba mis dedos porque todo terminara bien. 

Llegué al enorme edificio, el cual era más grande de lo que me imaginaba. <<Muy bien Leyla, deja a un lado el orgullo y la arrogancia y pide disculpas>> me animé de manera interna, dándome palmadas a mi misma, no tenía por qué hacer esto, pero por mi amiga hacía todo. 




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