Amor a lo cliché

¿nuevo empleo?

Cuando llegue al ascensor, las puertas de este mismo ya se habían cerrado marcando el piso al que se dirigía. No era el único ascensor que había en el edificio, así que rápidamente las puertas del otro ascensor se abrieron, me avente a este mismo y presioné el botón del último piso.

Fue un impulso, pero no deje de seguirla hasta la última oficina.

— Di. Disculpen…creo…creo que eso es...es de mi pertenencia — mi valentía desapareció justo cuando llegue al la oficina

El tipo junto con la secretaria voltean su mirada hacía mí, pasaron no más que unos cortos segundos para que la secretaria reaccionara y empezara a caminar rápidamente.

– Señorita, ¿Qué hace usted aquí, como llegó a este lugar? — es la pregunta que me hace la secretaria mientras se acerca.

– Lo que él señor tiene en sus manos es de mi pertenecía — intento dejar los nervios de lado al hablar.

Volteo mi mirada hacia el tipo que se estaba comiendo mi delicioso postre de maracuyá y lo que observo es la mueca que hace al probar el postre y una breve sonrisa cruza por sus labios perdiéndola en milisegundos, luego de la mueca que hizo al probar mi postre alejó este mismo de él, sacudió sus manos como si se las estuviera limpiando, se levanta lentamente de su asiento se acerca a mí y a la secretaria que me estaba intentando sacar de ahí, mete una de sus manos dentro del chaleco y de este saca una cartera de la cual extrae un billete de 100 dólares.

— Lamento el inconveniente que causó mi secretaria — me extiende el billete — espero que esto alcance para pagar los…— extiende la última palabra.

Me atonté…eso fue lo que pasó, en tan solo unos segundos, me atonté con su voz ronca, su mandíbula marcada y algo en su mirar que te atrapa—Ma… maracucakes— ahora que lo pronunciaba en voz alta sonaba un poco ridículo el nombre

Una mueca enmarca su rostro.

— Snacks – corrige y me extiende el billete

— ahh yo – la secretaria toma el dinero de la mano del tipo y lo deja en mis manos.

Empieza a empujarme fuera de la oficina y a llevarme con ella lejos del lugar, el tipo me mira fijamente por unos segundos, o tal vez más, no lo sé, solo sabía que me encantaba esa mirada, tal vez era su color, o lo pequeños que eran sus ojos, pero tenía algo que hacia que no apartaras la vista de él.

— Ah yo vine por la entrevista – instinto de estupidez que haces.

De reojo puedo observar como el tipo se devolvía nuevamente a la puerta de la oficina – ¿Qué? - si yo también pensé lo mismo – ahh, lo lamento mucho señorita el jefe no recibirá más… -

— Que pase – su voz ronca provocaba escalofríos en todo mi ser.

Oh por Dios que hare ahora, ¿Por qué no dijiste que no? Acaso no ves que me pones nerviosa hombre.

— Oh – ese leve susurro sale de mis labios como sorpresa.

— Señor, tiene una reunión, a las 10 con uno de los inversionistas del proyecto – habla la secretaria – y a las 12 lo espera su madre para almorzar juntos – su madre, oh dios es un hombre de familia ¿tendrá hijos? ¿esposa? Yo acepto el papel de esposa si quiere. – y no se olvide que su hermano requiere hablar con usted urgentemente

Luego de unos minutos de silencio en los que su mirada se mantenía fija en mi voltea su mirada hacia la secretaria – comunícate con el señor Parker y infórmale que la reunión se retrasara treinta minutos, y agéndele una cita a la señorita el día de mañana a las 8 de la mañana – voltea su mirada a mi nuevamente.

— Espero que no me haga perder el tiempo señorita… -

— Jackson, Emily Jackson – murmuro suavemente

 

Pero tu puedes decirme como quieras mi amor.

 



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En el texto hay: romance, embarazo, jefe empleada

Editado: 09.10.2022

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